2- Conociéndonos

335 43 22
                                    





El comisario Moblit Berner iba conduciendo por la ciudad, mientras de vez en cuando observaba en silencio a la castaña dormida en el asiento a su lado. La fiscal Zoe era una mujer en rigor comprometida con su trabajo, aunque eso significara pasar la mayor parte de su tiempo libre durmiendo en el asiento del copiloto, mientras él se encargaba de llevarla de un sitio a otro para indagar pistas que los llevaran a resolver los misterios en torno a un caso policial.

Hanji, de alguna manera se sentía cómoda y segura junto a Berner.

En algún momento, Moblit se detuvo y se quedó viendo fijamente el rostro de Hanji dormido, quedando ensimismado por completo con la calma que reflejaba la curvatura de sus labios y sus mejillas sonrosadas decorando el hermoso tono bronceado de su piel, la cual la hacían merecedora de toda su atención.

—Fiscal, hemos llegado—.Anunció Moblit con voz suave, odiándose un poco por tener que despertarla y privarla de su momento de descanso.

—¿Eh? —.Hanji se removió con pereza y le tomó un par de instantes despertar del todo, hasta que recordó el motivo por el que se encontraba en aquel sitio y de inmediato abrió la puerta para salir.

Los primeros informes, no dieron los resultados que Hanji hubiera deseado. El hombre muerto encontrado en las cercanías del bosque no tenía un pasado delictual, al menos en los registros de la policía. Mientras que los exámenes post mortem tampoco arrojaron indicios de uso de estupefacientes u otras sustancias ilícitas. En síntesis, era un sujeto por completo limpio, por lo que las opciones se reducían considerablemente y era necesario comenzar con la investigación lo más pronto posible.

—Señorita, buen día. ¿En qué puedo ayudarlos? —.Preguntó una mujer joven en la recepción.

—Buen día, soy la fiscal Zoe y él es Moblit Berner, comisario—. Dijo Hanji enseñando su placa de identificación.

—Tenemos algunas preguntas qué realizar y nos gustaría que coopere con nosotros, de no hacerlo, le recuerdo que ocultar información a la autoridad constituye un delito, el cual también es penado con cárcel—. Añadió Moblit.

—¿Conoces a este hombre? —. Preguntó Hanji, mostrándole una fotografía a la mujer.

—Claro, pero no somos cercanos. ¿A qué se debe la pregunta?

—Lamento ser tan directa, pero Porco Galliard ha sido encontrado muerto hace menos de cuarenta y ocho horas, por lo que en este momento nos encontramos investigando sobre...

Hanji no logró finalizar su oración, ya que la mujer de cabello oscuro frente a ella se derrumbó en absoluta negación, queriendo creer que se trataba de una terrible mentira.

Era evidente que la mujer había mentido y sí eran más cercanos de lo que aparentaba, de lo contrario, no habría reaccionado cómo lo hacía en ese preciso instante.

Entre gritos de dolor y un llanto desconsolado, Hanji se vio obligada a llamar una ambulancia luego de que la mujer se desmayara en sus brazos.




***



—¡¿Qué hiciste qué?! —.La voz del mayor de los Jaeger retumbó en la habitación ante la desagradable confesión de crimen de su hijo.

Los secretos del protegido [Zevihan] (Historia completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora