6- Juntos pero no revueltos

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Hanji abrió los ojos por la sorpresa, Levi no había sido brusco al besarla pese a la agresividad de sus acciones y antes de que ella reaccionara, él decidió soltarla para marcharse mucho antes de que ella dijera algo más.

Ella corrió en dirección a la salida y descubrió que Levi ya había abandonado el lugar.

Por otro lado, Levi acababa de acomodarse el casco y luego pisó el acelerador de su motocicleta sin un rumbo fijo.

Transcurrieron un par de horas desde entonces y Levi escuchó un auto detenerse a metros de él, luego una puerta cerrarse, pasos que se acercaban y alguien tomó asiento a su lado.

—Bonita vista—.Comentó Zeke, viendo en dirección al horizonte.

—¿Qué haces aquí? Barbudo—.Respondió de mal humor Levi.

—No estabas respondiendo mis llamadas y creí que podrías estar aquí—. Zeke emitió un cansado suspiro y encendió uno de sus cigarros para fumar de él.

—Sabes cuánto odio esa mierda, pero dame uno—.Levi hizo un gesto con su rostro, señalando la caja de cigarros de Zeke.

El rubio asintió y junto con el cigarro le entregó el encendedor. Levi se llevó el cigarro a los labios y acercó el encendedor, su dedo hizo un ligero movimiento y la pequeña llama entró en contacto para luego emitir algo de humo.

—Sé que estás cansado, pero gracias por lo de hoy. No habría podido hacerlo solo y espero esa mujer no te hiciera pasar un mal rato—.Declaró Zeke.

Levi volvió a llevarse el cigarrillo a los labios y luego emitió una risa nerviosa, algo que causó extrañeza en Zeke.

Zeke había pasado demasiado tiempo junto a Levi, al punto de predecir ciertas actitudes suyas. Levi no era en verdad expresivo en cuánto a sus emociones se refiere. Quizás podía atribuirlo a su pasado, pero Zeke en cierto modo sabía cuándo Levi no se sentía bien del todo.

Motivo por el cual, decidió seguirlo cuando se dio cuenta que él, ni su moto estaban en el edificio.

—Si Frieda estuviese en este momento viva, tal vez nada de esto estaría sucediendo—. Levi al fin liberó lo que tenía atorado en la garganta.

—Sé que la extrañas, pero debes dejarla ir—.Zeke intentó pasar un brazo por su hombro, pero fue apartado de inmediato por Levi quien se puso en pie para caminar un poco.

—¡No sin antes saber por qué ya no sigue entre nosotros! ¡Una mujer tan buena como ella murió de la forma más miserable posible! ¡Y necesito saber por qué! ¿Qué es lo que hizo ella para morir?—. Le gritó el peli azabache sin siquiera mirarlo.

Zeke hubiera querido contenerlo, pero con Levi nunca se sabía lo que podría ocurrir y eso lo tuvo claro desde el momento en que su vida apareció. Él en cierto modo no tenía miedo de demostrar sus emociones, pero Levi en ocasiones pareciera como si su único motor de vida fuera conocer la verdad tras la muerte de Frieda y no lo culpaba, porque a pesar de todo esa mujer se transformó en alguna clase de luz para ambos en el pasado y Zeke también la recordaba con cariño, el cariño que ninguna de sus madrastras pudo darle. Ni siquiera el de su propia madre con la que nunca tenía contacto, Dina.

—Levi, esta mierda también me duele, pero debes calmarte. Tenemos algo peor de lo que preocuparnos ahora—.Zeke dejó caer la colilla del cigarro y luego la pisó con la suela de su zapato.

Tenemos suena a muchas personas y hasta donde recuerdo. Este es tú problema—.Levi se giró molesto de verdad, algo que Zeke pudo apreciar.

—Claro que lo sé, imbécil. Pero sé también que tener a esa mujer de nuestro lado puede sernos útil de muchas maneras. Dale el caso de Frieda a Hanji Zoe y ponla a trabajar de una vez. Estoy casi seguro que ella logrará encontrar al responsable y mientras tanto, tengo tiempo de averiguar por mi cuenta quién era ese tal Porco y sus razones para seguirnos esa noche.

Los secretos del protegido [Zevihan] (Historia completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora