Los secretos del protegido [Zevihan] (Historia completa)

11- Elecciones presidenciales

El chófer de Levi se detuvo junto a la acera, Zeke abrió la puerta y permitió a Hanji subir primero para seguirla Levi y por último él. Una vez los tres a bordo, Levi dio la orden de llevarlos hasta el hogar de Zeke.

Moblit salió del lugar cojeando de dolor y solo pudo ver con impotencia como Hanji se iba con esos dos con la decepción a flor de piel y lo que era peor, es que no tenía una excusa creíble por la pérdida de su arma de servicio. Zeke Jaeger la había tomado ante sus ojos llevándola con él. Pero dar cuenta de eso a sus superiores suponía un grave problema para él por cargar su arma en un lugar donde se suponía que no debía estar esa noche. El comisario Berner se sintió estúpido y profundamente herido. La mujer que más amaba en el mundo se comportaba de esa manera y aún podía recordar la mirada aterrada en su rostro. Esa no era su Hanji. No era la Hanji carismática de sus memorias. La que confiaba en él lo suficiente como para dormirse a su lado mientras él conducía. La que en ocasiones le confidenciaba secretos. Aunque tal vez, Hanji nunca sintió lo mismo que él y todo aquello que romantizó solo estaba en su mente.

Esa misma noche. Luego de la oficina, Erwin en su tiempo libre se dirigió hasta la dirección que le proporcionó uno de sus asistentes. Zackly llevaba demasiados días ausentándose en su trabajo y nadie tenía noticias sobre él, por lo que sintió la necesidad de corroborar de que todo estaba en orden, pero al llegar al lugar se encontró con que la correspondencia estaba acumulándose en el buzón y las plantas de su jardín a simple vista se veían secas por la falta de agua y cuidados. Eso solo podía evidenciar que Darius Zackly no había regresado a su hogar durante todo ese tiempo y aquello logró preocuparlo por lo que de inmediato hizo un par de llamadas, primero para reportar una presunta desaparición y luego para desplegar todo un operativo policial que lo acompañó hasta el lugar y por último consiguió una orden para forzar la puerta y entrar al inmueble.

Los problemas de Erwin estaban solo por comenzar esa noche quien tuvo un muy mal presentimiento que lo dejó con mal sabor de boca cuando luego de forzar la cerradura, lograron encontrarse con la casa de Zackly por completo en orden, pero sin él.

Uno de los agentes que lo conocía se acercó a Erwin al poco rato y le enseñó su móvil, ahí podía verse claramente un video aficionado de Hanji besándose con Zeke Jaeger y con otro sujeto desconocido segundos después. Si no estaba tan equivocado, podía afirmar que estaban en la gala del cierre de campaña electoral de Grisha Jaeger.

La noche aún no terminaba para cuando Zeke, Hanji y Levi llegaran a casa, sin embargo cada uno tenía su propia preocupación.

Zeke sabía que había metido la pata hasta el fondo y que su padre difícilmente olvidaría aquella escena en su última noche como candidato.

Por otro lado, Hanji lo primero que hizo fue quitarse los zapatos de tacón mientras trataba de pensar con la cabeza más fría los motivos de Moblit para atacarla. No es como si no hubiera intuido los posibles sentimientos de él hacia ella, pero esa no era razón para perder la cordura con aquella violencia tan inusual en él. Hanji se dejó caer en el suelo y emitió un pequeño gruñido de frustración.

Levi se quitó su atuendo y caminó en dirección a la ducha. Era probable que el agua fría calmara sus ideas. Grisha tenía un buen punto y él lo había ignorado hasta que lo escuchó decirlo.

Que Hanji accediera a ayudarlos, no la hacía precisamente una confiable aliada.

Levi debía admitir que le gustaba Hanji más de lo que quería aceptar y estaba confundido a la vez. Nunca creyó que existiese la posibilidad de verse atraído a dos personas en simultáneo por completo opuestas, pero en ese momento tenía la certeza de que era una realidad. Con Zeke podía solo pasar el tiempo en silencio en compañía de un buen cigarro y con Hanji podía hacer cosas ridículas como bailar frente a una multitud. A simple vista, ambos parecían un buen complemento.