Threesome

35

Chris.

Después de que Sebastian subiera, me quedé abajo, en la sala de estar, pensando en lo que mi amigo había dicho, y como podría afectarle el obsequio que había escogido para ______ esa misma tarde.

Estaba seguro que era el momento, no quería esperar más y pensé en dar el paso sin consultar a Tom y Sebastian antes lo cual era muy mala idea.

Había comprado una sortija de compromiso, quería comenzar a contruir un futuro con ______ pero lo que había sucedido no me dejaba muchas opciones.

Había sacado la joya de su estuche, la acariciaba con mis dedos y veía el pequeño diamante que destacaba justo al medio, pensaba como se vería en sus manos, y lo mucho que le gustaría.

- ¡Rob! ¡ROB! — Sebastian bajaba las escaleras demasiado rápido, sin dejar de gritar.

Rápidamente volví a acomodar la sortija en su estuche y lo guarde en el bolsillo de mi pantalón, Rob se acercó rápido a Sebastian y yo me levanté para ver lo que sucedía.

- ¿Que necesita? — preguntó Rob apresurado.

- ¡Quiero que saquen a esa zorra de esta casa! ¡Que recojan sus cosas y dejenla en la maldita calle! — ordenó Sebastian, Rob de inmediato fue a buscar a más personal para cumplir la orden.

- ¿¡Que paso!? — camine hacia él pues no podía mantenerse en pie, está vez acepto mi ayuda y lo senté sobre uno de los sofas.

- Se ira...— dijo él tapando sus ojos.

- Bien, no hay problema, se irá ¿Pero cuál es tu razón? — tome asiento a su lado.

- La hija de puta subió a mi habitación, se aprovechó de mi estado y comenzó a masturbarme — explicó.

- ¿¡QUE MIERDA!? — me aleje un poco de el. - ¿¡En serio le hiciste eso a ______? — la defendí a pesar de saber los errores que había cometido.

- ¡No lo hice conscientemente! ¡La detuve a tiempo! — se defendió.

- ¡No intentes justificarte! — seguía atacando pero parecía dejar de prestarme atención.

- ¡NO QUISE TRAICIONARLA!, !ME SIENTO COMO UNA BASURA AHORA! ¡PENSÉ QUE ERA ______!

- ¡Joder Sebastian! ¡Es una estupidez! ¡¿Cómo no te diste cuenta que era esa zorra la que estaba a tu lado!?

- No pelearé contigo, perdón por lo que dije hace un rato, se que ella nos ama a los tres — acepto su culpa.

- Sueltenme malditos imbéciles — Isabella renegaba a nuestros hombres quienes la bajaban a la fuerza. - ¿!Porque carajos hacen esto!? — exclamó al vernos.

- ¿Porque? — Sebastian se acercó a ella con un puño cerrado. - Abusaste de mi maldita perra estúpida — le dijo a la cara.

- ¡No me vengas con esa mierda! — Isabella aún siendo retenida.

- Sabías muy bien lo que provocarías entrando a mi habitación, y solo lo hiciste para dañar a ______ — dijo el entre dientes con furia.

- ¡Y no dejaré de esforzarme para destruirla por todo el jodido daño que me ha causado! — Isabella le gritó en el rostro.

- ¡Que puto daño pudo haberte causado ella si recién la conoces! — entre a la discusión.

- ¡PERDÍ A LA ÚLTIMA PERSONA IMPORTANTE EN MI VIDA POR SU CULPA!

Sebastian ya no podía con el mismo, y dejo de discutir cayendo al sofá, sin poder más.

- Escúchame maldita — me asegure de que mis hombres la retuvieran - Jamás sobresaldras por encima de ella, ni aquí, ni en ningún lugar, ya no podrás joderla porque ya no serás bienvenida en esta casa — la mire con odio - Todo lo que hiciste en tu corto tiempo aquí fue demostrar que quería ser como ella o al menos parecerte, todo lo que hacías eran cosas que ella ya había hecho antes, solo trataba de copiar su comportamiento...- Mire sus maletas.