CAPÍTULO 12: "Noche de videojuegos y aclaraciones" Parte 1

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Termino de colocarse su ropa de civil, y llevando acabo las últimas firmas que tenía que hacer dentro del lugar, se despide de todos los miembros de la agencia, agradeciendo por haberle permitido trabajar con ellos durante ese corto tiempo de prueba y asegurándoles que les daría la respuesta el día después de su clausura de la U.A.

Junto a su amiga, la chica rana, vuelve a la residencia para iniciar a disfrutar de su merecido descanso del fin de semana. Ambas estaban cansadas por un día muy pensado, pero satisfechas por haber dado lo mejor de ellas misma, más la castaña. Le había ido muy bien en su último día; había ayudado a muchos civiles y a pesar de haber sido pequeños trabajos, se sentía más que orgullosa de su gran labor.

La próxima semana comenzara su prueba en la otra agencia que tiene como posible opción para empezar su vida como heroína fuera de los muros de la U.A. Solo serían dos semanas, pero serían suficientes para probar que tan bien le iría con un nuevo equipo y con diferentes quirks. Estaba demasiado emocionada por ello.

Llegando a la residencia, la castaña no dudo en dirigirse a su habitación para darse una merecida ducha. En esta ocasión sí que había sudado bastante, aunque claro está ducha era más para quitarse esa sensación de calor que había obtenido por cierto cenizo quien sin pudor le había dicho aquello.

"No lo olvides. Tenemos una plática pendiente sobre esa apasionada noche"

Lo que resto de la tarde en su prueba, no pudo sacarse de la mente esa frase haciéndola sentirse demasiado nerviosa y avergonzada, aunque es posible que hubiese sido peor si este se lo hubiese dicho mirándola a los ojos, con esa mirada carmesí que petrificaba a su objetivo. No quiere sacar conclusiones apresuradas pero, hasta llegó a sentir que la forma como lo dijo había sido de un modo un tanto seductor.

—Tal vez solo lo estoy mal interpretando. Él no lo haría con esa intención hacia mi... — se coloca una ropa cómoda y dejando su celular cargando sobre su mesita de noche, de dispone a abandonar su habitación.

Saliendo y bajando hasta la planta baja, se dirige hasta a la cocina. Esta noche le tocaba junto al pelinegro de cintas preparar la cena de esta noche. Es una de las dinámicas que le encanta llevar acabo junto a sus amigos, aunque a veces no sea muy buena en seguir al pie de la letra algunas recetas, quedándole un tanto fuera de gusto la comida. Menos mal que esta labor la hace junto a alguien más.

—¡Hola, Uraraka! ¿Lista para cocinar? — le pregunta el joven al verla entrar a la cocina. Él como había llegado antes, se dispuso a revisar las recetas buscando una ideal y también una que se le antojara mucho a los demás.

—¡Por supuesto! — dice con entusiasmo la castaña, preparada para dar lo mejor de ella, o más bien para olvidarse por un momento de aquel cenizo — ¿Qué prepararemos? — pregunta mirando también el libro de recetas que tenían disponible.

—Pensaba en algo sencillo pero llenador — explica su punto — ¿Qué te parece curri de cerdo?

—¡Es una increíble idea! — exclama encantada con la idea, más porque tenía demasiada hambre. Mayormente los días que le toca patrullar se le abría mucho más el apetito.

—Solo no vayan a estropearlo — ambos voltean a ver hacia la puerta de la cocina, encontrándose con el joven cenizo que recién había llegado a la residencia.

La castaña no puede evitar el sentirse un tanto acalorada. Él aún llevaba su uniforme puesto. Eso quería decir que apenas había regresado de la agencia de Endeavor. Traga con dificultad e intenta aparentar indiferencia. No quería que el pelinegro se percatara de su repentino cambio de humor. La vergüenza la estaban incomodando.

Marcas - Kacchako (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora