Marcas - Kacchako (+18)

CAPÍTULO 6: "Bebida burbujeante"

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Desesperadamente mira hacia todos lados, aterrado por la idea que su amigo lo había hecho imaginarse, de que la castaña pudiese estar tirada en algún rincón o peor aún, flotando en el mar por el mal equilibrio que tenía. Sigue caminando por los alrededores del yate y por la tanta desesperación que sentía, choca contra su compañero el enano quien venía acompañado del rubio eléctrico. La bolsa de patillas cae al suelo y rápidamente el pelos morado se apresura a recogerlo antes de que alguien pudiese verlo.

—Lo siento, no fue mi intención — se disculpa el pelirrojo cubriendo la escena. Él sabía que debían tener cuidado con eso. — Creí que ya se las habían terminado.   

—No creas que todos han aceptado por lo menos probar una — dice el peli-morado decepcionado, poniéndose de pie.

—¡Que mal! Al final, nos tocará tirarlas al mar antes de que lleguemos al muelle — dice triste el rubio por tener que tirar tanto dinero. — Sabía que debimos haber comprando menos, Mineta.

—¡No! Lo qué pasa es que están esperando ha consumirlas en la fiesta de la residencia. Así los profesores no nos prestarán tanta atención.

—¡Oh! ¡Puede ser eso!

—Espera, ¿cuántas personas lo han consumido ya? — quiso saber el pelirrojo.

—De nuestro clase, me parece que solo hemos sido nosotros tres, Sero, Hagakure y Ashido.

—No. Mina no lo bebió — se rasca la cabeza desesperado — La muy distraída se lo ofreció por accidente a Uraraka — dice decepcionado por ese error y más preocupado por aún no poder encontrarla.

—¡Imposible! — dice el rubio — Yo mismo vi como ella le dio un gran sorbo antes de que nos apartáramos de la mesa. De seguro se lo acabo en ese mismo instante.

—Sí y luego se ha puesto a beber como loca. Me sorprende que aún siga estando de pie — dice el enano mirando hacia la pista de baile.

—Si que es de mucho aguante — sonríe, posando su mano en su cadera.

—N-No... no es posible... — el pelirrojo mira también hacia esa dirección, intentando recordar si realmente su amiga había consumido su bebida antes y si solo le había ofrecido a la castaña una de las tantas bebidas con alcohol que tenían sobre su mesa — Si es así, entonces... Uraraka solo esta bajo los efectos del alcohol, después de todo, lo bebió de un solo trago — pensaba sintiéndose finalmente un poco aliviado. Ya no tendrá que preocuparse por cuidarla de los profesores, ¿verdad? 

—¡Oh, cierto! También se lo hemos ofrecido a Uraraka — dice de repente el rubio haciendo memoria.

—¿Eh? — oh, bueno, tal vez si deba seguir preocupándose.

—¡Es verdad! Se lo ha bebido todo de un golpe — dice entusiasmado el enano — Me preguntó si ya habrá comenzado a hacerle efecto.

—¡¿Ah?! — toma al enano del cuello de su camisa elevándolo hasta su rostro para gritarle — ¡¿Qué se lo ofrecieron a Uraraka?!

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El cenizo sale del baño de hombres, sacudiendo un poco sus manos hacia el frente, deshaciéndose del exceso de agua. El poco alcohol que había consumido aún se encontraba presente en su cuerpo, podía sentirse un poco mareado. Pero, a pesar de eso, no podía sacarse de la mente que se había besado con aquella castaña y todo había sido producto de esa maldita droga que la habían hecho consumir sin su consentimiento. No es como si realmente le importara, pero se sentía un tanto mal por haberse aprovechado de esa manera y que ella lo haya hecho estando en ese estado. Sabía que iba a arrepentirse tarde o temprano.