Marcas - Kacchako (+18)

CAPÍTULO 19: "Sé un buen chico"

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Miro indecisa al cenizo, principalmente avergonzada por tener que hacer ese acto por si misma, pero la fuerte sensación de deseo, de sentir ese exquisito placer en su interior, no la hicieron pensársela una vez más. Trago con dificultad y tomando el erecto miembro vestido por el condón, se posiciono sobre él, haciendo que la punta tocara con su entrada. Sintió una leve punzada cuando hizo presión, estaba inquieta y nerviosa. Ahora tenia que hacerlo por ella misma. No es como si no fuese posible el hacerlo, el problema era esa mirada. El tener aquella mirada rojiza y penetrante sobre ella, atenta sobre sus movimientos, la hacían sentirse algo apenada y muy, pero muy nerviosa. Era como si esos ojos carmesí posados sobre ella, fueran a devorarla en cualquier momento, como si ella se tratase de una pequeña presa. Era tan intimidante eso, pero obvio que no pensaba dejarse intimidar. En verdad como deseaba demasiado ahora mismo un buen shot de vodka o tequila para sentirse más segura y ser ella la que llevase el mando. ¿Por qué tenia que hacerla sentir de esa manera tan sumisa con solo mirarla?

Dio un largo suspiro y atenta a los latidos de su corazón, se dispuso a bajar más sus caderas, adentrando al viril miembro de su compañero, hasta donde ella considero que había sido lo más que podría llegar por el momento, haciéndola sentir llena con su grosor y longitud.

—Es tan grande y caliente — pensó deseosa, mientras su cuerpo temblaba ante las fuertes sensaciones que hacían que su interior palpitara de manera urgente, esperando a seguir sintiendo el placer en sus paredes.

—Buena chica — sonrió satisfecho con un profundo y leve susurro, al mismo momento que acariciaba su muslo izquierdo, haciéndola sentir leves cosquilleos.

La sensación de recompensa, por aquella frase y la caricia, por una parte fue demasiado satisfactoria para su lado "sumiso", más por otra parte se sintió indignada ante el rol que estaban comenzando a interpretar en esta ocasión. Era claro que no le gustaba ser por completo la sumisa y mucho menos de uno que se sentía el dominador de tierras.

—¿A sí? — pregunto de manera sarcástica, para enseguida tomar ambas muñecas del cenizo, posándolas sobre su cabeza y aprisionándolas.

Por su parte, el de ojos carmesí no pudo reaccionar antes de ser aprendido por las pequeñas y suaves manos de la castaña; ella había tomado el control de la situación en un abrir y cerrar de ojos. Ambos rostros quedaron a centímetros del otro: uno con mirada sorprendida y la otra con mirada dominante, lista para devorar al pequeño gatito gruñón que tenia debajo de ella.

Bakugou no sabia como reaccionar ante la sumisión a la que había sido puesto de la nada. El detestaba el hecho de ser sujetado de las mano, detestaba la idea de ser el débil, sentirse de esa manera, pero por alguna extraña razón justo ahora, la sensación y sentimiento era demasiado diferente, a tal grado que no estaba seguro si debía alegrarse por ser controlado por una ardilla.

—Ahora, sé un "buen chico" y déjate hacer, o serás castigado.

El joven entre abrió la boca para intentar replicarle pero, curiosamente, ninguna palabra salió de ella, para al final morderse el labio inferior. La castaña lo había dejado sin habla ante su repentino movimiento y aquellas palabras que jamás creyó escuchar dirigidas hacia él, lo habían vuelto un completo sumiso en un instante. El león estaba siendo domando por la ardilla traviesa.

Satisfecha por su gran logro, se decidió por continuar con su acto, haciendo leves movimientos de arriba hacia abajo, dejando que su pene abriese mas sus paredes para ser golpeada en su interior. Cada golpe era tan satisfactorio, pero a la vez, la hacían sentirse débil ante el placer. Poso su mano derecha sobre su fuerte pecho como soporte y continuo sus movimientos sin parar, dando leves brincos y haciendo pequeños cambios de ritmos, agregando, de vez en cuando, movimientos circulares que, además de ser deliciosos para ella, para el joven se volvían una tortura.