Mi profesor particular

Capitulo final! (Parte1)

-Pero... ¿Pasó algo?- preguntó mi madre algo preocupada
-No mamá, solamente vamos a irnos unos días de vacaciones o como quieras llamarlo- le expliqué
-Es que.. Es muy apresurado- dijo algo confundida todavía
-Para nada ma, te prometo que apenas volvemos te vamos a visitar- le dije
-Bueno, buen viaje y cuídense mucho- me dijo no del todo convencida pero sin oponerse

Colgué y volví mi atención a una Ema dormida en mi cama
Estaba profundamente dormida, y eso que hacia una hora estábamos hablando animadamente hasta que mi madre llamó

Ya era bastante tarde así que no la desperté y guardé en silencio las cosas que quedaban por guardar en mi valija para mañana
Me metí en la ducha para darme un baño y me recosté junto a Ema. Agarré el celular de la mesita del luz y programé la alarma, lo único que nos faltaba era quedarnos dormidos y perder el vuelo, lo coloqueénuevamente donde estaba y en cuestión de minutos me dormí al igual que mi novia

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Abrí mis ojos por el olor a comida que venía de la cocina
Ema ya no estaba a mi lado así que supuse que estaba haciendo algo para comer, agarré mis pantalones y me los puse quedándome descalzo y sin remera

Salí y ella estaba concentrada en su receta con el pelo húmedo y una toalla alrededor de su cuerpo

La abracé por detrás y le di un beso en la mejilla
-¿Escuchaste la alarma?- le pregunté
-No sonó todavía, como no me pude volver a dormir me puse a hacer el desayuno- me dijo girando pegada a mi quedando de frente
-Me acabas de hacer acordar a la mañana después de la primera noche que estuvimos juntos- le dije besando su cuello
-¿Que hice que?- me preguntó volviendo a girar dándome la espalda pero apoyando todo su trasero en mi masculinidad

Si, se acordaba perfectamente

-Me vas a obligar a hacer algo que tenía guardado para cuando llegáramos allá- le susurré al oído

Apagó la hornalla en la que estaba cocinando y volvió su vista a la mía
-Es que te extraño- me dijo con un puchero comenzando a deslizar su mano por mi pecho
Cerré los ojos y tiré mi cabeza hacia atrás
Esta chica me va a matar.

Me apreté más a ella y la besé profundamente haciendo que ella gimiera
Enroscó sus piernas en mi cintura y la senté en la isla de la cocina haciendo que un plato cayera al piso

-Está.. Está lleno de cosas- dijo aclarado su garganta
La besé y me paré para llevarla al sillón y recostarla en éste

Me deshice de su toalla y besé sus pechos acunándolos en mis manos
Gimió y pasé mi mano derecha repetidamente por encima de su entrepierna haciendo que se retorciera debajo de mi

-Por favor..- pidió con la voz dificultosa
Abrí la bragueta de mi pantalón para dejar salir mi miembro erecto de él y la penetré de un movimiento, tal como hago con ella todo el tiempo
Gimió con algo de sorpresa y comenzó a mover sus caderas para tener una mejor sensación

Se corrió en pocos minutos y luego lo hice yo recostándome del otro lado del sillón y haciendo que ella se acostara encima de mi

-Vamos a llegar tarde- le dije sin moverme de mi posición
-Si, desayunemos- me dijo sin moverse ella también

Nos quedamos mirándonos y empezamos a reírnos, se paró y tiró de mi para que yo también lo haga y se fue a la habitación para ponerse algo de ropa
Yo me senté en la isla de la cocina y comencé a comer lo que había sobre ella

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Literalmente Federico estaba aplastándome

Se había quedado dormido y poco a poco se había comenzado a dejar caer hasta quedar encima de mi, estaba durmiendo de una manera tan serena que me daba lástima correrlo, pero si no lo hacia no iba a sobrevivir lo que quedaba del viaje hasta nuestro destino

Junté toda mis fuerzas y lo moví con ambas manos, se corrió minimamente pero cuando dejé de esforzarme cayó de nuevo encima mío

Terminé moviendolo con mis dos piernas, cosa por la cual me gané una mirada de desaprobación de la pareja de ancianos que tenía sentada a un lado
Dejé escapar un suspiro y me puse los auriculares para terminar de ver el capítulo de Gossip Girl que había empezado a ver anteriormente

Después de alrededor de dos horas miré por la pequeña ventanilla del avión y vi una ciudad a nada de donde estábamos

La azafata informo que estábamos a punto de aterrizar y comencé a dejar besos en la mejilla de mi novio para que se despertará
No lo hacia.

Este chico si que tiene en sueño pesado

Le mordí el lóbulo de su oreja pero no hizo absolutamente ninguna acción
Después de unos segundos de hacerle muecas y cosas raras el aún no abría los ojos entonces pase mi lengua por su mejilla

-Sos asquerosa- me dijo riendo
-No te despertabas, estaba en todo mi derecho- le dije con aires de superioridad pero acabé riendo igual que él
-Ya vamos a aterrizar- le comenté
-Ya lo se, estaba muy entretenido con lo que hacías para tratar de levantarme- me explicó riendo
-Sos un imbécil- le dije tomando mi bolso de mano cuando todas las personas empezaron a levantarse de sus asientos

La pareja de viejos seguía mirándome con desaprobación entonces les saque la lengua a ambos como para que tengan una razón para odiarme

Cuando bajamos fuimos tomados de la mano para esperar que bajen nuestras pertenencias y ¿a quien teníamos al lado? A la maldita pareja de viejos que miraban mal
Federico notó mi molestia pero hizo como si no lo hubiese hecho

Una vez que conseguimos nuestras cosas charlamos sobre que sería mejor manejarnos en taxi toda nuestra estadía para no tener que depender de un auto
Cuando estábamos en la terminal de taxis esperando por uno los viejos se estaban por subir a un auto demasiado costoso

-Estos chicos de ahora..- le susurraba la señora al hombre; pero no era un susurro ya que se ve el viejo era algo sordo
-No les hagas caso, no debe superar que a su marido ya no le exita el hecho de que se patee las tetas con las rodillas- "susurró" mi novio pero era el mismo tono que había dicho la señora

Indignadísima subió al auto y se alejó y yo estallé en un mar de carcajadas porque no me esperaba esa respuesta de Federico, si de mi, pero no de él

-Cada día me sorprendes más- le dije dándole un corto beso
-Eso es lo mejor de nuestra relación- me dijo tomando mi manos y guiándome a la puerta trasera del auto que había parado delante de nosotros