Le pedimos a Lautaro que nos pase a buscar y después de mandarle un mensaje a mi madre explicándole lo que iba a hacer salimos rumbo a la fiesta
Con ro nos tomamos un par de cervezas de camino y escuchamos música a todo volumen para seguir aumentando su autoestima que había quedado por el subsuelo.
El lugar estaba nada más y nada menos que atestado de gente, apenas bajamos Lautaro encontró a Marianela que lo estaba esperando con dos copas en ambas manos y lo perdimos de vista. Mi amiga recibió un par de piropos de un chico sumamente alto y eso fue suficiente como para perderla a ella también.
Esto es lo que me encanta de ir a fiestas con ellos (nótese el sarcasmo)
Me senté en una mesa y agarré una lata de cerveza que estaba en una caja, desbloqueé el celular y me quedé jugando a un juego bastante estúpido cuando sentí a alguien sentarse encima de la mesa
-¿Vos sos la chica del supermercado?- me dijo Chuck, el de la caja que me dejó llevarme las cervezas aquel día
-Ema, "la chica del supermercado" es muy largo- le dije riendo
-Es verdad ¿conocés a Marianela?- me preguntó
-No, pero mi amigo si- le respondí
Nos quedamos hablando unos minutos y luego me invitó a bailar con él así que nos hicimos un hueco entre toda la gente que estaba bailando alocádamente
La canción que estaban pasando inevitablemente te dá ganas de moverte y así lo hice, comencé a mover mi caderas de un lado a otro y agarraba mi pelo mientras hacia esto
El se apegó a mi y poniendo sus manos en mi cintura bailó conmigo
Era realmente lindo, no me había detenido a mirarlo bien: pelo negro y ojos verde oscuro pero con una sonrisa que te podrías quedar mirando como una pelotuda mucho tiempo.
No superaba a Federico (nadie lo haría) pero se habrá ganado un par de suspiros de algunas chicas desde que entró seguro
Pasaron unos cuantos temas y mientras hablábamos me di cuenta de que este chico me caía muy bien, tenemos muchas cosas en común.
Narra Federico.
¿Ema pidiéndome perdón? ¿Qué le pasa?
No voy a decir que no me haya gustado, pero me resulta extraño. Por lo menos ya no está enojada conmigo
Luego de que Ema dejó de hablar conmigo me llamó Marianela, una de mis alumnas invitándome a una fiesta que hace en su casa
La chica es insoportable, todas las oraciones que yo digo las interpreta como que yo estoy insinuando algo y yo no quiero tener nada que ver con ella
Se supone que no me importan mis alumnas, son mis ALUMNAS. Excepto Ema, ya intenté alejarme y no pude, a la única que me insinuo es a ella ¿porque? Me siento como un marica pero no puedo evitarlo
Todavía no sé si ir, sigo tirado en la cama y seguro la fiesta ya habrá empezado. Mi celular empezó a sonar.
-Eh bro, te paso a buscar en 10 minutos vayamos a algún lado- me dijo Lucas emocionado
-Estaba esperando que me dijeras algo, te espero gay- le contesté y corté la llamada
Me metí al baño y me dí una ducha rápida. Me puse una toalla en la cadera y salí a agarrar algo de ropa. Me puse desodorante y un panalón beige con una musculosa verde que dejaba a la vista los músculos de mis brazos
Me despeiné el pelo y agarré mi celular junto con las llaves de mi auto
Bajé y me quedé un par de minutos para ver llegar a mi amigo en una moto. Una Honda 300cc, buenísima
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Mi profesor particular
Teen FictionEma Sóñez siempre sintió una atracción hacia su profesor particular. Federico estaba siempre en su cabeza, lo que ella no se imagino nunca era donde y cuando de lo iba a encontrar ...