Mi profesor particular

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¿Rocío?

¿Mi novio estaba hablando con Rocío?

Me levanté de mi lugar y fui hasta donde ellos se encontraban

-¿Hola?- dije mirado a ambos

Federico se giró a verme y su cara se puso algo más pálida de lo común

La razón no la sé porque no los enganche en nada raro y no tendría porque reaccionar así

-Ho... Hola, no te había visto- me dijo desde donde estaba pasando su mano por los bellos de su nuca
-Si, acá estoy- le dije mirando más a mi amiga que él
-Yo... Yo ya me iba- nos vemos me dijo y me dió un beso en la mejilla

Como Federico seguía en la posición que estaba rodeé el auto y subí al asiento del copiloto esperando a que él lo hiciera

-¿Se puede saber que es lo que te pasa?- le dije algo exasperada luego de que manejara unos minutos sin emitir ningún tipo de palabra
-Tengo que hablar con vos- me dijo serio y no despego la vista del camino

¿Hablar conmigo? ¿Qué hice ahora?

Me quedé en silencio en mi asiento y miré por la ventana

Llegamos a su casa y me bajé dejándolo detrás de mi y entre al ver que el chico este estaba un poco más idiota de lo normal

Me senté en su sillón una vez que él me abrió la puerta y me ofreció algo para tomar, no estaba muy de ánimo para aceptar

Se sentó a mi lado y me miró seriamente

-Tengo tres cosas para decirte- me dijo detenidamente
-Te escucho- le dije yo
-La primera es que aquella vez que te invite a cenar justo después de que te pelaste con Rocío y nosotros nos habíamos encontrado con Lucas, la chica con la que estaba era..- lo interrumpí
-¿Rocío? - quise saber
-Exacto- me dijo serio- no te lo dije porque no quería complicarte más porque ya te habías peleado con mucha gente yo... Yo me arrepiento de no haberte dicho y tuve miedo de que te enojarás por eso pero me da más miedo que ahora te enojes por no haberte dicho en su momento- me explicó
-¿Como me voy a enojar?- le dije tomando su rostro entre mis manos- hiciste bien porque me hubiese vuelto loca y ya solucioné todo con Rocío, no hay más problema- terminé de contarle y le di un pequeño beso en los labios
-¿Ya están arregladas? No me dijo nada- me dijo algo confundido
-Si, es que no se porque te tenía que decir igual....
-Porque le dije que si no aclaraba las cosas con vos te lo iba a decir yo porque no le voy a mentir a mi novia- me dijo enojado
-Sos hermoso- le dije besándolo de nuevo pero unos minutos más que antes

Se alejó de repente de mi y se sentó bien de frente

-Necesitamos concentrarnos, no terminé- me dijo
-Bueno bueno, perdón- le dije riendo

Suspiró y empezó a hablar nuevamente
-¿Cuándo cumplís los 18?- me preguntó
-En enero, el 5- le respondí
-No falta nada- dijo más para si que para mi
-No, ya voy a ser mayor de edad- le dije algo orgullosa
-Segunda cosa preguntada, ahora viene la última y más difícil...- me dijo más serio que antes
-¿Que es?- le pregunté más que curiosa
-Quiero que vivamos juntos- me dijo mirándome fijo

¿¡Qué!?

Me ahogué un poco con mi propia saliva y empecé a toser como una imbécil, sentía que me estaba muriendo no podía parar de toser

Él se puso detrás de mi y le dio un par de golpecitos a mi espalda para poder calmarme

¿Vivir juntos?
¿Vernos la cara todos los días desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir?
¿Cocinarle y quedarme viendo películas con el toda la noche?
¿Tenerlo conmigo cuando yo quiera ?

¿Qué clase de imbécil no aceptaría eso?

-Yo se que es algo quizás apresurado, igual quiero esperar hasta que tengas 18 para planear bien las cosas y no quiero obligarte a nada, si no estas preparada yo lo entiendo completamente y quizás me estoy apurando demasiado pero.... Vos sabes que nunca me pasó esto con nadie y no quiero desperdiciar ningún momento del día sin vos. Quiero despertarme y verte al lado mío, quiero que me cuentes absolutamente todo lo que hiciste en el día y dormirnos abrazados si es que algo salió mal yo... Te amo con todo lo que soy y sé que tenemos toda la vida por delante, pero no quiero dejar pasar esta etapa de mi vida sin vos a mi lado y quiero aprovechar todo el tiempo en el que estemos bien- me dijo tomándome de la cintura y susurrándome la última oración al odio

Todos los bellos de mi cuerpo se erizaron y me detuve a mirarlo por un momento, esos ojos llenos de emoción e intriga por mi respuesta, esos labios que tanto me gusta besar, esa barba de hace unos cuantos días que no se afeito porque yo le dije que así me gustaba, ese pelo alborotado del cual me enamoré a los pocos días de conocerlo

-No sería tan estúpida como para decirle que no al amor de mi vida- le dije sonriendo y estampó sus labios contra los míos

-Me haces el más feliz- me dijo sin poder dejar de sonreír
-Y vos a mi, sos todo- le dije