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Abrí mis ojos y no tardé en darme cuenta del peso que tenía encima

Federico.

Intenté correrlo pero obviamente no pude entonces empecé a peinar su suave pelo y mirar a mi alrededor

Ahora si podía apreciar de una mejor manera la belleza del lugar porque estaba cubierto de claridad

Nos encontrábamos en un parque, esos que parecen de película con el pasto extremadamente verde y flores que parecen artificiales

Me acordé de mi mini escena de anoche sacándome la ropa a un lado del auto y comencé a reírme

-¿Te causo gracia hasta dormido?- me preguntó un somnoliento Federico

-¿Alguna vez me reí de vos?- le dije haciendo ojitos de buena

-Mejor lo dejo ahí- me dijo riendo y besando mis labios

-¿De que te reías mi amor?- quiso saber

-Del intento de baile privado que te di anoche- le dije volviendo a reír

-Fue el baile más sexy que me hicieron en la vida- me dijo levantándose de encima mío y agarrando mi nuca para besarme

Me corrí haciendo que besara mi mejilla y me miro extrañado

-Debo tener el peor aliento de la vida- le expliqué mirando para el otro lado

-Cuando estemos viviendo juntos y nos despertemos en la misma cama todas las noches en lo que menos vamos a pensar es en eso- me dijo sonriente

-No me lo negaste imbécil- me dije pegando en su hombro

Me separé de él aún más y agarré mi top del piso para volver a ponérmelo, miré por el vidrio trasero si había gente alrededor nuestro y bajé para dar la vuelta al auto y agarrar el enterito que dejé tirado

-¿Que pasaba si no lo encontrabas?- me preguntó Federico sacando la cabeza por la ventanilla

-Iba a estar en un problema- le dije

-No creo, tenes un culo hermoso- dijo mirándome, a lo que me di vuelta y me coloqué la ropa dejandole ningún tipo de vista de éste

-Sos una aguafiestas ¿Te lo dijeron?- me dijo con un puchero

Le enseñé mi dedo del medio y me hice un rodete para poder disimular el nido de pájaros que debía tener en la cabeza

Caminé a la orilla del lago y me senté abrazando mis rodillas

A los pocos minutos Federico se sentó detrás de mi y apoyé mi cabeza en su pecho

-¿Pensaste en lo que hablamos ayer?- me preguntó extendiéndome un alfajor que acepté

No había dicho nada pero estaba empezando a morir de hambre, volviendo a lo que me dijo yo supongo que es eso de decirle a todos que somos novios

-¿Qué hablamos?- quise saber

-Lo de que nadie sabe lo nuestro

Acerté.

Realmente no lo pensé, pero es injusto para el que lo esconda de mi familia, tienen derecho de saber con quien soy feliz y quien es el hombre que amo con todo lo que soy

Me dí la vuelta y quedamos frente a frente

-Te voy a ser sincera, tengo miedo... no sé exactamente de que, quizás de que mi familia no nos acepte, quizás de que las cosas con el tiempo dejen de funcionar o capaz solamente es la inseguridad que tengo ¿Cómo alguien como vos se pudo enamorar de alguien como yo? No te voy a negar que no es una pregunta que me hago frecuentemente ¿Cómo pudimos pasar de tener esa relación distante alumna-profesor y tener lo que tenemos en este momento?- Federico escuchaba atentamente cada palabra que le estaba diciendo - capaz simplemente sigo pensando que algo de lo que hacemos esta mal, pero ¿cómo puede estar mal haber conocido a una persona con la que no me importa ser como soy y con la que puedo confiar aunque yo misma piense que no y eso lleve a peleas absurdas como la del otro día? Es totalmente nuevo para mi todo lo que estoy viviendo y hasta pienso que es demasiado bueno como para ser cierto, nunca me sentí así y sé que es injusto para vos que estemos escondiéndonos de todos todo el tiempo pero en este momento mi vida es un desastre y si no estuvieras probablemente ya estaría enloqueciendo; quiero que me entiendas y que nos demos un poco de tiempo.... Sabes que te amo y que cuando apenas se arreglen las cosas con Rocio, Lautaro y mi familia lo voy a gritar con todas mis fuerzas porque realmente es lo que quiero- terminé mi discurso y lo miré a la espera de una respuesta, tenía su vista perdida en algún lado del lago y luego de un par de minutos la dirigió a mis ojos y tomó mi mano

Suspiró y de dispuso a hablar

-Sos perfecta, sos la mujer más linda que conocí en mi vida... no te voy a decir que nunca tuve miedo porque se perfectamente que dudé muchas veces sobre lo que estábamos haciendo,no sé que fue lo que me llevo a empezar con esto pero no me importaba lo que pensara nadie, quería estar con vos... ya no era solo por sexo sino que quería conocerte, apoyarte cuando estuvieras mal, que me hagas reír todos los días como lo hacías las horas semanales que teníamos clase, quería formar parte de tu vida y aunque estemos en este momento sé que todavía no formo parte de ella, simplemente para nosotros si pero a veces no es suficiente- pensé que había terminado pero tomo aire y siguió- no te voy a obligar, no te voy a apurar y entiendo perfectamente el momento de mierda que estas pasando, sólo quiero decirte que nunca pensé en nadie de la forma que pienso en vos, nunca me imaginé ir por la calle y que cada cosa que mirara estuviera acompañada por un "a Ema le encantaría" o "esto podría ponerse Ema para salir conmigo" es casi inconsciente pero lo hago todo el tiempo. No te puedo sacar de la cabeza y yo no era asi, no me contestas un mensaje y me vuelvo loco, pensar en que otra persona puede enamorarte y dejar de hacerte sentir lo que sentís por mi me aterra pero te voy a esperar porque sería completamente egoísta de mi parte, te amo como a nadie, no dejes de formar parte de mi vida nunca por favor- me dijo y tomó mi cara para besarme lentamente

Sus palabras me llegaron hasta el fondo del corazón, fue como una piña... no somos las personas más expresivas que existen definitivamente pero a veces esta bueno escuchar lo que piensa la otra persona y saber que sos más querida de lo que pensás

Lo abracé y trate de aferrarme a sus brazos con la mayor fuerza que pude

-No me sueltes nunca- le dije escondiendo mi cara en su pecho

-Nunca hermosa, nunca- repitió apoyando su pera en mi cabeza

No pude evitar sonreír y quedarme allí por un muy largo rato

Me paré y le tendí mi mano

-Hora de volver a la realidad ¿no te parece?- le pregunté

Se paró y agarró mis nalgas para acercarme a él

-¿Segura? Me dieron ganas de hacer un par de cositas que ayer no pude- me susurró en el oído

El mundo puede esperar un rato más ¿no?

Me lancé a sus brazos y continuamos lo que habíamos hecho anoche

Mi profesor particularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora