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Miré el reloj unas 800 veces pero todavía faltaban 30 minutos para poder salir de mi cárcel diaria

No veo la hora de que terminen las clases de una vez, y aunque me lleve la mayoría de las materias voy a dejar de tener que estar en esta maldita aula varias horas al día

Sería prácticamente como ser libre ¿no?

Apenas tocó el timbre le conté a Rocío que Federico iba a venir a buscarme

-¿Eso no lo hace muy oficial ya?- quiso saber
-No se, yo le dije lo mismo- le respondí encogiéndome de hombros y terminando de guardar las cosas de mi amiga porque yo no tenía mochila
-¿Te gustaría igual no?- me preguntó con una sonrisa de oreja a oreja
-No puede ser que esté tan enganchada- le dije pegándome en la frente, ya casi no quedaba nadie en el aula y eso haría que las personas siguieran pensando en mi como alguien normal (no es un comportamiento muy normal lo que acababa de hacer)
-No puedo creer que mi amiga "yo no me caso soy soltera hasta que me muera" este diciendo esto- se río y me revoleó una hoja abollada
-Sos una tarada, no te voy a contar más nada- le dije fingiendo enojo y cruzándome de brazos

Tenía razón, hasta hace un par de meses estaba completamente segura que eso de engancharse era para los bobos que querían sufrir, pero me es imposible, si él tomara más distancia podría hacerlo peo no lo hace y eso me frustra.

Lautaro se había ido corriendo apenas termino la hora porque tenía "cosas que hacer" no me huele nada bien, lo conozco demasiado

Me despedí de mi amiga que se iba a merendar con la madre en el centro comercial por el simple hecho de que siempre le compra algo de ropa, que interesada
Eso me hizo acordar que yo tengo una madre también, tengo que ir a visitarla al trabajo en algún momento

Me peiné minimamente el pelo para atrás como siempre y salí del colegio con una media sonrisa
Me paré en la puerta y miré a mi alrededor. No estaba.

No sería capaz de dejarme colgada ¿no? ¿¿NO??

Agarré el celular para mandarle un mensaje pero se ve que me había llegado uno y yo lo lo había escuchado

-en el colegio dejas el celular en silencio- me acorde a mi misma, que imbécil

17:15 Fede: No te desesperes, estoy acá.

Levanté la vista riendo y lo ví bajando de su auto y sonriendo al igual que yo

No puede estar tan pero tan bueno dios santo

-No estaba desesperada, me estaba por ir a mi casa si no venias- le dije haciéndome la superada
-Si claro que si Ema- me respondió acercándose a mi para tomar mi cara entre sus manos y besarme

No le importó en absoluto que alguien nos estuviera mirando y eso me enloqueció

-¿Estás efusivo?- le dije burlonamente
-No, estoy contento de que me hayas dejado venir, pensé que me ibas a decir que no- me dijo subiendo al auto
-Creéme que yo también pensé que te iba a decir que no -le respondí repitiendo su acción

Arrancó el auto y nos encaminamos a no se dónde
-Estamos yendo a...- le dije para que completara la oración
-No te quiero decir- me contestó riendo
-Uff ¿mirá si me estas secuestrando? Tengo que saber- le dije
-Estaría bueno tenerte para mi un par de días sin interrupción, pero no Ema, no te estoy secuestrando... Ya vas a ver acelerada- y puso su mano encima de mi pierna para que quedara más cerca de él el resto del camino

Después de preguntarle 12383948262 veces adonde íbamos y exasperándolo por completo llegamos a una entrada antigua que consistía en un par de rejas con muchas enredaderas alrededor de las columnas que las sostenían

El auto avanzó lentamente a través de la puerta por un camino de árboles que parecía no tener fin cercano

Al final de unos minutos el auto se detuvo frente a una gran Casa Blanca que estaba rodeada de más árboles y unas flores hermosas que acompañaban al camino que daba a la entrada

Al rato Federico se asomó por la ventana que estaba a mi lado, se ve que él ya había bajado y yo no me había dado cuenta

-Me inflaste los huevos todo el camino y ahora no te bajas, quien te entiende amor- me dijo riendo y abriendo la puerta

Me reí y me ruboricé levemente ante su inesperado "amor", por dios me estoy portando como una cursi de mierda

-Te sonrojaste, milagro del cielo- dijo haciendo una alabanza hacia arriba
-Que chistoso, sabes que siempre me sonrojo- le dije recordando momentos anteriores
-¿Te sonrojas con mucha gente?- me pregunto mientras me abrazaba por detrás
-Lamento desilusionaste pero me sonrojo solo con las estupideces que decís vos- le respondí sinceramente

Me dió un beso en el cuello y me miró

-Mejor, me encanta que pase- dijo provocando que mi piel se erizara

Me agarró de la mano y nos pusimos a recorrer el jardín que estaba delante de nuestros ojos, era un sueño... no era para nada amante de las flores pero no soy tan ignorante como para no darme cuenta de la belleza de los jardines

-Es divino- le dije cuando volvimos a la puerta de entrada donde habíamos estacionado el auto
-Podemos venir cuando quieras, no vengo muy seguido solo- me dijo
-¿Osea que venís siempre acompañado?-le pregunté alzando las cejas
-Quise decir que no vengo por mi cuenta, si querés venimos las veces que quieras... No traigo a nadie acá, vengo para estar tranquilo- me dijo dando cortos besos en mi mejilla
-Me encanta que estés tan cariñoso- le dije poniéndome en frente de él y lo besé cortamente
-Me encanta la mirada que tenés- me dijo sonriendo

¿Mirada? ¿Tengo una mirada nueva? AH SI, PORQUE ESTOY EMBOBADA CON LA PERSONA QUE TENGO EN FRENTE

-¿Qué vamos a hacer?- le pregunté 
-Lo que quieras, pero primero te voy a mostrar la casa- me dijo empujándome dentro de la construcción que estaba delante de nuestras narices

WOW. Simplemente WOW.

Esta casa es increíble, tiene pileta, barra, quincho, un living impresionante...

¿Cómo puede pagar todo esto? Si bien tiene un solo piso es enorme

-¿Cómo puede ser que tengas toda esta casa para vos?- le dije mientras el sacaba unas gaseosas de la gran cocina que estaba apenas ingresabas a la casa
-Cuando mi abuela falleció una de las últimas cosas que quiso fue que yo me quede con esta casa, la tenemos junto a la herencia- me explicó 
-¿Así que estoy en presencia de un niño rico?- le dije riendo levemente
-Soy todo un Ricky Ricon- me dijo riendo a carcajadas- tampoco para tanto, sino no estaría viviendo en la choza donde ibas a mis clases
-Buen punto, igual esa casa me gusta- le respondí aceptando esa gaseosa

Mi profesor particularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora