Crying Lightning (Alex Turner)

1. No Esperaba Verte

Despierto, gracias a los rayos de sol que atraviesan la ventana. Giro sobre mi cuerpo y me protejo del Sol con las sábanas. Estiro mi brazo y en la mesita de noche observo que hay un cigarro fuera de la cajetilla y con algo escrito. No recuerdo mucho de anoche y no sé cómo es que terminé en mi departamento, solo recuerdo; haber discutido con Louis, ir al bar y conocer a un chico muy atractivo. Recuerdo que iba peinado con un jopo y gel, le sentaba muy bien.

Agarro con mi mano derecha el cigarrillo y veo que hay un número, hago memoria. Ahora entiendo, el sujeto se llamaba Alex, Alex Turner. Presiento que he escuchado antes su nombre. En fin, él me lo entregó y desapareció sin decir una palabra, luego yo estuve unos minutos más y creo... que regresé.

Me levanto y siento como todo me da vueltas. Camino lento a la cocina y bebo mucha agua, las manos me pesan. Definitivamente tengo resaca.

Ya se está oscureciendo, no hice mucho en mi día. Ordené mi habitación y estuve escuchando música. No supe nada de Louis y no me interesa.

Me encuentro maquillándome, sólo agrego máscara de pestañas y labial rojo. Me preparo para ir a trabajar. Utilizo unos jeans negros, una camiseta y converse del mismo tono —debemos ir de negro—. Al terminar de arreglarme, tomo mis llaves y voy camino al "Yates Sheffield".

Llego y cuando entro, suena por los parlantes Rage Against The Machine, presiento que la noche será buena. Algo me lo dice. Saludo a Josh —el dueño y mi mejor amigo—.

—¡Hola, Poppy! Me dijeron que anoche te pasaste por aquí, seguro ese idiota hizo algo ¿no?

—Sí —suspiro—, pero no pasa nada. Ya lo resolveremos.

—Hay mucha gente, así que ¡Manos a la obra!

Cambio de turno con la chica que estaba antes y empiezo a limpiar la barra y servir uno que otro trago. Estaba dada vuelta, hasta que una voz masculina me habla, me parece que la he escuchado antes.

—Diga —me doy vuelta y me encuentro con el hombre de ayer.

—¡¿Sophia?! ¿Qué haces acá? No habías comentado que trabajabas acá —exclama sorprendido.

—Pues sí. ¿Te sirvo algo?

—Wow, espera. No esperaba verte, me alegro encontrarte. Venía justamente con la esperanza de poder buscarte y hallar contigo.

No me esperaba esa declaración. Claro que algo en mi estómago se revolvió, pero mi consiente —la parte más razonable, de mi cabeza—, me decía que sigo saliendo con Louis.

—Es tu día de suerte, acá estoy —sonrío, escondiendo mi nerviosismo. Alex, provocaba un poco de nervios en mí. Yo creo que cualquier persona que lo tiene al frente, se inquieta.

—¿Por qué no llamaste?

La verdad ni yo sé, pensé.

—Oh, lo siento. Estuve ocupada —miento.

—Tranquila. Esperaré tu llamado.

—¡Hey, Poppy! Deja de coquetear y haz algo —dice mi jefe, de manera juguetona.

Lo miro y ruedo los ojos.

—No te quito más tiempo ¿me darías una margarita?

—Veo que son tus favoritas.

—Así es —responde orgulloso.

—Ya vuelvo.

Hago rápidamente el trago y un par más, ya que después de hablar con Alex, atendí a otras personas. Hago entrega de los pedidos a los demás y por último a Alex.