3. Celos

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ALEX:

Despierto a causa del despertador, el cual está programado a las nueve de la mañana. Extiendo mi diestra y lo apago, acomodo la almohada encima de mi cabeza y hago presión. No quiero levantarme, la cabeza me duele bastante. Decido esperar unos minutos.

Una vez levantado, me dirijo al baño, así, puedo tomar una ducha y despertar. Sólo necesito aquello y seguro estaré bien, eso creo. Quito mi ropa de anoche, quedó en calzoncillos y observo pequeños chupones en mi cuello. Al retirar toda mi ropa, ingreso al tibio chorro de agua. Me refresco y me aseo.

Mi casa, más buen apartamento, no es tan grande como la de Los Ángeles. Actualmente vivo allá, pero por unos meses, decidí venir a Sheffield y estar más cerca de mis familiares.

Al terminar de tomar el baño, enrollo una toalla alrededor de mi cadera y preparo mi desayuno.

En el día no hice mucho, me dediqué a tocar unos acordes y jugar con los pedales de la guitarra. Miles dará otra fiesta, a la cual gustosamente asistiré. Pido un taxi y espero afuera de mi recinto, fumando un cigarrillo. Cuando llega el vehículo, entro y le indico al chofer la dirección de la casa de mi mejor amigo. No es muy lejos.

Cuando llego, lo primero que me encuentro es a Miles bebiendo una cerveza.

—¿Qué hay Al? Hay licores en el mesón, toma los que quieras —comenta mi amigo.

—Gracias —digo sonriendo—, todo bien ¿y tú? —pregunto.

—Bien, más ahora que llegará ¡Poppy! —exclama con felicidad—. Aunque creo que la cagué, seguro estaba durmiendo. La acabo de llamar.

—Imbécil —reímos. Son las doce de la madrugada.

—Debe estar por llegar. ¿Vino Arielle?

—Volvió a Los Ángeles esta mañana —respondo con desgana.

—Heyyy, no te pongas así. Tampoco son pareja como para que te deprimas tanto —bate la mano, restando importancia al asunto. Sin embargo, igual me afectó algo su partida. Es una muy buena chica.

—Sí... bien —suspiro.

—¡Llegó Sophia! —se marcha a la entrada, para darle la bienvenida.

Al parecer Miles, se encariñó bastante con la castaña. Me acerco para saludar, quería asustar a Poppy. Sin embargo, me detengo, cuando veo a Sophia agarrada de la mano de un hombre alto. Creo que es el mismo que vi en su casa.

—...Me alegro que hayan venido. Un gusto soy Miles Kane —alcanzo a escuchar un trozo de su conversación, pues yo llegué después.

—El gusto es mío, me llamo Louis Page.

Con que se llama Louis, interesante. No sabía que Sophia tenía novio, quizás me lo comentó, pero estaba tan borracho, que no lo recuerdo. Finalmente me acerco y saludo alzando la barbilla a ambos.

Harrisson viste unos pantalones apretados que hacen resaltar su figura. No mentiré que me quede unos segundos de más contemplándola. A todo esto, su novio o supuesto novio, todavía no lo sé. Se la pasaba acomodando su mano en la cintura de ella.

Luego de ver aquella escena, me encaminé al mesón. Bebí directamente de la botella de Jack Daniel's. Encendí un cigarro, a Miles, no le molestaba que fumásemos adentro.

Cuando doy mi segunda calada siento como alguien se acerca.

—Hola Al, ¿me darías fuego? —sonríe tímidamente.

—Claro, Harrison —prendo el encendedor y ella se acerca, con el cigarrillo en su boca, con su mano izquierda protege este del viento. Cuando se acerca al fuego, cruzamos miradas.

—Gracias —da una calada y bota el humo.

—El hombre con el que viniste, ¿es tu novio? —pregunto sin rodeos. Somos amigos después de todo, me da curiosidad saber.

—Así es —da otra calada—, no sé si escuchaste, pero se llama...

—Louis —decimos al unísono.

—¿Me estabas llamando, muñeca? —aparece el mencionado. Abraza a Sophia, por los hombros y besa la comisura de sus labios.

Yo incómodo, tomo un sorbo de mi nueva cerveza y me alejo, para ir sentarme en el sillón.

No pasaron más de diez minutos, y mucha gente se reunió a mi lado. Sophia se sentó a mi lado, la observé y llevaba el labial rojo todo corrido. Luego apareció su novio, con manchas rojas al rededor de sus labios. Algo en mi estómago se revolvió, al pensar en lo que estaban haciendo.

—Bueno, gente —dijo Miles, llamando la atención de los presentes—. Jugaremos a verdad o reto.

¿Tiene que estar bromeando? Jugar a un juego de adolescentes. Mierda, debí haber ingerido más alcohol.

Kane, comienza preguntándome.

—Bien, Turner. ¿Verdad o reto? —enarca una ceja.

—Reto.

—Besa apasionadamente a la persona que se encuentra a tu derecha.

Miro a mi derecha y me encuentro a una sonrojada Sophia y a un tenso Louis.

Los demás sólo se dedican a decir «Oooh». No les presté atención, me dediqué a mirar a quien debía besar.

—Sólo si estás de acuerdo —digo.

—De acuerdo —responde rápidamente.

Nos acercamos, sostengo con delicadeza su cabeza. Y uno nuestros labios en un beso, no creí que se sentirían tan bien, la mezcla de cigarrillo, olor a alcohol y su exquisita fragancia. Hizo el momento agradable, pasaron unos considerables segundos y Sophia, sostuvo con su diestra, mi cabello. Luego, mordió mi labio inferior. Me arriesgué a introducir mi lengua en su boca, lo hice y Poppy, tiró de mi pelo con un poco de fuerza. ¡Wow! Realmente lo estoy disfrutando, hace demasiado no recibía un buen beso.

—¡Ya, ya! ¡Suficiente! —gritó Page y ne fulminó con la mirada.

Lamentablemente, con Poppy, nos separamos y vi como sus mejillas se tornaban cada vez más rojas. Se relamió el labio, cosa que me calentó.

—¡¿Cómo se te ocurre besarte con éste de acá?! —me señala, mientras sostiene el brazo de Poppy y la tira hacia él —Nos vamos.

La llevó con brusquedad hasta la puerta principal. Con Miles y los demás, nos miramos sorprendidos y fuimos detrás de ellos.

Creo que Miles y yo temimos, a que lastimara a Poppy o algo.

Antes de llegar escuchamos gritos.

—¡Lo sabía! Desde que lo vi en tu casa, lo supe. ¿Te gusta no es así? —golpeó la pared furioso, Louis. Tenía acorralado a Sophia.

—No sé de qué hablas —respondió cubriéndose la cara, seguro el golpe la asusto.

—¡Respóndeme, maldita sea! —iba a golpear a Sophia.

Crying Lightning (Alex Turner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora