5. Autocontrol

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- Estás seguro? Quién eres tú y qué has hecho con mi hermano?- dijo Steve burlón.- Está bien, los dejo. Te veo a la noche Buck.- dijo para luego subirse a la camioneta y marcharse. Helmut tomó las cosas de la mesa y las llevó a la cocina para lavarlas más tarde.
Bucky cerró la puerta del patio y se dirigió donde estaba Helmut, él se encontraba nervioso por estar a solas con su alfa, algo en su interior le decía que era una prueba del Señor que tenía que superar, aunque no estaba seguro si eso es lo que su corazón le decía.

-Padre, he venido a confesarme, es así como se inicia la frase no?- dijo Buck un tanto sarcástico.

Helmut estaba sorprendido por el giro de la conversación, pero aceptó.- Nos dirigimos hacia la Iglesia o prefieres hacerlo aquí?.- dijo el sacerdote curioso por el rumbo de las cosas.

James le dijo que fuera en su hogar, por lo que Helmut lo condujo hacia su sala de estar. Era un espacio un tanto amplio, tenía muchos sillones, librerías y un gran ventanal que iluminaba la sala y se observaba todo el patio. Helmut se sentó en su sillón favorito reclinable y James se sentó a su lado.

-Ave María purísima y tu dices sin pecado concebida.- dijo el sacerdote explicandole un poco el rito, lo que James repitió. - Ahora joven, comentame cuáles fueron tus pecados.- dijo serio Helmut, muy concentrado en su rol de sacerdote y olvidando que James sigue sin camisa.

-Padre confieso que he pecado de obra, de pensamiento y en estos momentos me estoy controlando para no cometer uno de los pecados más grandes.- Dijo James mirando fijamente a Helmut. - Desde el momento en que conocí a mi omega, todo ha cambiado. Todas las noches sueño e imagino que viene hacia mi ventana y me ruega que lo folle, que lo marque, porque el amor hacia mi es más grande que el amor que le tiene a su Dios. -dijo casi en forma de súplica.

El padre Zemo tragó, porque duro estaba su entrepierna con las palabras de James. Estaba sonrojado y excitado, no sabía que responder a las palabras de su alfa.

-No espero que me digas que me amas ahora, pero debo confesarte a ti y a tu Dios que sé que eres mi destinado. Espero que me des la oportunidad de demostrarte lo que sería una vida conmigo. -dijo James algo triste. Muchos veían a Bucky como el más duro de la familia por su apariencia y por ser el más reservado, pero la verdad es que debajo de toda esa rudeza se podría encontrar un hombre que solo anhelaba ser feliz con su omega destinado y protegerlo de quien sea.

-Escucha James, me siento muy halagado pero no puedo entregarme a ti de esa forma. Hace muchos años tomé la decisión de ser sacerdote y dedicarme a esta vida eclecial. Esto es lo que realmente me hace feliz. -dijo Helmut intentando llevar esto a un buen término.

-Yo no quiero arrebatarte esto, pero lo que siento por ti es más grande que mi cordura. Y estoy seguro que por cómo reaccionas a mi cercanía, tu sientes lo mismo.- dijo Bucky acercándose más a Helmut. El padre Zemo se tensó al sentir tan cerca a Bucky, su lado omega se sentía complacido por lo que liberaba feromonas aunque su cordura le decía que debía mantenerse a raya.

-Dime que no quieres esto y me detengo. -dijo James en su oreja, mordiendo levemente el lóbulo. Helmut hizo un leve sonido a gusto a la acción de James.

Mandando al carajo su cordura, el padre Zemo se lanzó a los labios de su alfa. Era un beso más que esperado por sus almas, sus lenguas hacían una danza y sus bocas se besaban con tanta pasión que aumentaba el calor de sus cuerpos. Sus manos acariciaban el cuerpo del otro desesperadamente, queriendo tocar cada centímetro siempre sobre la ropa. Cuando James rozó un poco la piel de Helmut se alejó.

-Amor, deseo esto tanto como tu y me arrepiento por lo que estoy haciendo pero quiero hacer las cosas bien.- dijo James con la respiración agitada, miró al sacerdote que estaba rojo y con los labios hinchados. Si tuviera la imagen del pecado hecha persona, sería Helmut en esa visión.

-Y qué haremos ahora?- dijo el Padre Zemo, sabiendo que su lado omega siempre querrá estar cerca de su alfa, aunque no quiere dejar su labor como sacerdote.

-Por ahora, permíteme enamorarte. Quiero que tu conozcas a James, no a Bucky el hermano de Steve. Como también quiero conocer a Helmut y no al Padre Zemo.- dijo James con los ojos vidriosos acariciando el cabello del sacerdote.

-Esta bien mi alfa, hagámoslo a tu manera.- dijo besando su mano.

Omegacember - WinterbaronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora