Omegacember - Winterbaron

18. Ronroneo Omega

Mientras estaban descansando, Helmut estaba sobre el alfa con el pecho agitado, cuando la adrenalina abandonó su cuerpo logró sentir el dolor en su muslo, con el ajetreo no había logrado sentir nada, ahora que la calma reinaba en la habitación el pobre omega sufría los estragos de la acción entre ambos.

-Amor, no quiero asustarte.- hace una mueca de dolor-pero creo que me he desgarrado un músculo.- dijo Helmut quejándose.

James se apartó rápidamente de su lado e inspeccionó la zona del dolor, cuando vió que estaba hinchado, se asustó demasiado.

-Helm, voy por ayuda. Mi hermano puede comprar medicina.- decía recorriendo la habitación, el celo se había calmado un poco, aunque el temor de haber dañado a su omega, era probable que retrasaría el segundo round de la pareja. James se había dispuesto a salir de la habitación para pedir ayuda, cuando cruzó la puerta, Helmut le habló.

-James, olvidas algo importante.- dijo Helmut y le lanzó unos pantalones, de la histeria en querer ayudar a su omega, olvidó que estaba desnudo y con un dildo en el trasero. Una imagen que seguro no quería que su hermano ni su cuñado vieran.

Bajó corriendo las escaleras después de colocarse un pantalón, encontró a la pareja abrazados juntos viendo una película y un Steve asustado miró a su hermano.

-Helmut.. esta.. no fue mi intención.- dijo James aturdido.

-James, respira y dime que sucede.- dijo preocupado el rubio.

-Helmut tiene un desgarro muscular.- expresó de una vez el pelinegro.

Steve se sonrojo y movió la cabeza, no quiso ni imaginar qué había pasado entre ellos como para que el sacerdote terminara con un desgarro muscular, aunque por el tiempo que había pasado ahí no le sorprendía. Por su parte, Tony comenzó a reírse muy fuerte y a burlarse de su amigo.

-Buen trabajo tigre, aunque la idea era que devolvieras a mi amigo en una pieza.- dijo burlándose a James.- Amigo, te llevo una silla de ruedas? porque al parecer no saldrás caminando de aqui.- dijo riéndose.

-Callate y ayudame imbécil.-dijo Helmut desde la pieza.

-Está bien, iré con Steve a comprar medicina. Mientras nos esperan, no mates a mi amigo.- dijo Tony.

La pareja salió de la cabaña y se dirigieron a la ciudad. James fue a buscar hielo para llevárselo a su omega, al llegar a la pieza se encontró con la imagen de Helmut cubierto por una sábana blanca la mitad de su cuerpo descubriendo la pierna afectada y su pecho. Sin duda una imagen que James siempre quisiera atesorar pues se veía jodidamente sexy.

-Te duele mucho?- dijo James con culpa.

-Bastante, no pensé que fueras así de intenso amor.- dijo el sacerdote riendo para luego quejarse. James le colocó el hielo cubierto en una toalla en la zona afectada.

Se acostó junto a él y comenzó a observar el cuerpo de su omega y vio que tenía leves moretones en su cuerpo. Se sorprendió de ver aquello, no pensaba que su celo teniendo un destinado sería asi de violento, se sintió culpable de dejar a su omega asi.

-Hey, estoy bien. Solo me falta entrenamiento contigo, pero estaré bien.- dijo sonriendo el omega.

-No quiero hacerte daño asi.- dijo tocando las leves marcas del omega, quería besar cada una de ellas y pedirle perdón por hacerlas, pero sabía que su amado debía descansar y recibir la medicina.

Helmut sintió la culpa de su alfa y se acercó levemente donde estaba su alfa para comenzar a ronronear. Él jamás había ronroneado en su vida, lo había ocultado de todos pues solo alfas y omegas pueden hacerlo y él supuestamente era un delta, ni con Ikaris lo había hecho pues lo consideraba demasiado íntimo para entregarle aquello al sacerdote. Sin embargo James, él era su destinado y sentía una paz infinita cuando estaba a su lado, junto a él, no se sentía sacerdote que ayuda a todos, sino se sentía un hombre que era amado por alguien incondicional y bueno. Gracias a James, Helmut consideró por primera vez el formar familia quería ser el padre de los cachorros entre ellos, celebrar fiestas, tener vacaciones juntos, todo lo que se imaginaba se lo imaginaba con él. James sintió mucha felicidad al sentir el ronroneo de su omega, cómo si lo que sucedió días atrás nunca hubiese pasado, en ese momento eran solo los dos y eso es todo lo que necesita.