Omegacember - Winterbaron

9. Mordida

Warning 😈🔞- advertides quedan jejr

Habían pasado al menos 2 semanas desde lo sucedido con James en el hogar de Helmut, Tony seguía en su hogar pues quería disfrutar las bondades del pueblo, que aunque no fueran muchas, le agradaba la paz que traía el lugar. A veces Tony y Helmut salían a caminar por el pueblo, iban al río más cercano o a veces Anthony acompañaba en sus visitas a las señoras mayores, lo cual para él era divertido pues siempre las ancianas le decían que era un hombre muy guapo. 

-Qué encantador y bien parecido es su amigo.- decía la Señora Rosa.- si no fuera sacerdote harían linda pareja.- dijo mientras servía más té. 

El Padre Zemo se sonrojaba con esas afirmaciones, pues para él desde que iniciaron su amistad con Anthony, nunca se habían visto de otra forma más allá de la amistad. Para Helmut solamente había una persona, pero había pasado tiempo desde que se habían visto, aún recordaba aquellos ojos color cielo brillosos por el dolor. Se arrepentía de haber hecho sentir mal a su alfa, pero cuando pensó que volvería a verlo al día siguiente para que ayudara a las señoras a mover sacos de harina y cocinar con ellas, se dió cuenta que él no había vuelto a la parroquia. El día en que la Señora Julieta le preguntó preocupada donde se encontraba el joven James, se le encogió el corazón.

-Ha sabido algo del joven James?- dijo la Señora Julieta.- Con la señora Tere y esperanza extrañamos al joven, pues a pesar de su apariencia un tanto diferente, era un pastel de azúcar y nos hacía reír siempre con sus bromas mientras cocinabamos.- dijo con nostalgia. 

-Le preguntaré a Steve si sabe algo de su hermano.- dijo Helmut calmado. 

Helmut estaba preocupado porque James no había aparecido por mucho tiempo, había extrañado verlo en la casa parroquial, siempre le traía algún pequeño obsequio de la cocina o le traía una pequeña flor cuando nadie le veía. Llegó el día Domingo, Helmut se dirigió a la sacristía y se quedó allí, no tenía ánimo de estar en la entrada porque sabía que James no estaría ahí.  Mientras estaba perdido en sus pensamientos cuando llegó Steve a vestirse para acolitar en la misa, se encontró con el Padre un tanto triste. 

-Padre, se encuentra bien?- dijo en un tono preocupado.

Helmut levantó la mirada y se levantó para decirle que si, que se encontraba bien.  Se dispusieron ambos a vestirse en silencio. La misa estaba por comenzar, Helmut ingresó con sus acólitos dirigiéndose hacía el altar, el sacerdote buscaba por todos lados a su alfa de ojos azules pero no los encontró, solo encontró a Tony que estaba mirándolo extrañado.  La misa había transcurrido con incidentes, muchas veces Steve tuvo que avisarle para que continuara con la Eucaristía, olvido palabras y en momentos quedó en silencio. Su cabeza pensaba en su alfa que había roto el corazón. Terminando la misa, estaban solos nuevamente con Steve y decidió preguntar, temiendo la respuesta de que se había ido con otra persona o si estaba olvidandolo. 

-Hey Steve, has sabido algo de James? Las señoras de la caridad preguntan por su cocinero estrella.- dijo eso para no evidenciar su preocupación.

-La verdad, no mucho.- dijo un triste.- No he sabido de James desde el Lunes en la mañana. Llegó de su viaje a la ciudad muy contento, con mi madre estábamos sorprendidos por el buen ánimo de mi hermano, pero en la noche dijo que iba al pub a ver a Sam y cuando llegó estaba muy distinto.- pausa.- había llorado y mi hermano nunca llora.- dijo Steve cabizbajo.

Esas palabras fueron un duro golpe para el omega, se sintió desesperado y quería correr hacia su casa y besarle para demostrarle que jamás le haría aquello. En ese entonces apareció Tony, intrigado porque su amigo se demoraba tanto, pues habían unas señoras que esperaban por él. 

-Hey Helm, te esperan afuera… Y quién es este atractivo joven.- dijo Tony arqueando la ceja al ver a Steve.

-Mi nombre es Steve.- dijo ruborizado el rubio y sin querer liberó un poco de feromonas de café y libro viejo. Tony se remeció al percibir ese aroma, pero al ver la incomodidad del alfa prefirió comportarse.