Capítulo 39

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La vida es como un tagadá. Uno de esos juegos en los parques de atracciones que giran sin cesar y de un momento a otro, sin previo aviso, se sacuden y cambian de dirección. La vida nos cambia los planes en un abrir y cerrar de ojos y la mayor parte del tiempo no lo hace suavemente… nos sacude y vaya que lo hace con fuerza.

La cabeza de Olivia giraba en espirales interminables de flashbacks, palabras no dichas y culpas. Con la mano izquierda se sostuvo del escritorio, aunque estaba sentada sentía que podía caerse en cualquier momento. Todo giraba violentamente a su alrededor. Todo, menos ella.

— Detective… Olivia —dijo suavemente el soldado frente a ella, se había agachado frente a sus rodillas para quedar a su altura— mírame Olivia… ¿Hay un lugar más tranquilo donde podamos hablar?

El aire volvió bruscamente a los pulmones de la morena. Le tomó unos segundos poder coordinar las palabras.

— Claro… la sala de espera —dijo en un hilo de voz señalando el lugar a donde llevaban a las víctimas.
— Bien, vamos allí —la ayudó a ponerse de pie y con ayuda de su compañero fueron hasta la sala.

Los tres se encontraban en completo silencio. Olivia sentada en el sofá grande, uno de los soldados en una esquina de la habitación y el único que había hablado estaba de pie frente a la Detective. Tomó valor, una bocanada de aire y habló.

— Mi nombre es James Walker, General de Brigada —se presentó haciendo la venia militar, luego se agachó frente a  las rodillas de ella— como le dije hace un momento lamento mucho haber sido quien le dio esta terrible noticia. Sinceramente… me habría gustado no tener que darla jamás —su voz se entrecortó provocando que Olivia levantara la cabeza de sus manos y lo mirara— Marcus me dejó encargado que, si algo llegaba a pasarle, tenía que buscarla primero y principalmente a usted, Detective Olivia Benson.

James volteó y con una seña le pidió a su compañero que le alcanzara una pequeña caja.

— Él quería que usted tuviera esto —agregó suavemente y le entregó la caja.

Olivia la aceptó con las manos algo temblorosas.

— Gracias, James —dijo ella con una pequeña sonrisa de cortesía.
— Puedes decirme Jimmy —respondió sentándose frente a ella.
— Y tú puedes decirme Olivia, por favor.

Él asintió.

— ¿Cómo… cómo fue que pasó? ¿Cuándo?  —sus ojos llenos de dolor suplicaba respuestas.
— Hace unos pocos días… sucedió en una misión de reconocimiento —suspiró— era mí misión pero… pero me enfermé y él me reemplazó —sus ojos se llenaron de lágrimas.

(...) "— Bien… la próxima te cubro yo —dijo y un temblor le recorrió el cuerpo.
— Por supuesto que sí —sonrió— y ya sabes… si algo sucede…
— No sucederá nada.
— Pero si pasa… la caja de mi bolsa es para ella.
— Sí, la buscaré personalmente si es necesario.
— Gracias.
— No llores cabrón, que me harás llorar también —bromeó.
— Eres un idiota —rió— procura estar bien para cuando vuelva, quiero que tomemos unas cervezas.
— Haré mi mejor esfuerzo —dijo entre risas y cerró los ojos quedándose dormido." (...)

— Lo siento mucho, Jimmy.
— Él era mi amigo —sonrió tristemente— me habló mucho acerca de ti y sé lo importante que fuiste para él.

El corazón de Olivia saltó dentro de su pecho, su mano derecha recorrió su vientre y volvió a apoyarse en la caja metálica.

— Él también fue muy importante para mí —suspiró y sonrió de lado.

Olivia sintió un impulso, tal vez se arrepentiría luego, pero en ese momento creyó que hacía lo correcto.

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2021 ⏰

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