Capítulo 7

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—¿Seguirás sin hablar?

Le preguntó Elliot al sospechoso que tenía esposado en la sala de interrogatorios.

—¡¿Dónde está la niña?!

—No lo sé.

—¿No lo sabes? Creo que me estás mintiendo, sabes perfectamente dónde la dejaste —respondió subiendo las mangas de su camisa gris— así que... preguntaré de nuevo ¿Dónde está la niña?

El sospechoso se inclinó sobre la mesa y le dio una sonrisa burlona.

—Nunca lo sabrás.

Elliot sintió un calor subir por su interior, en menos de dos movimientos tenía al sujeto contra la pared, su brazo izquierdo estaba sobre su cuello y el otro inmovilizaba el resto de su cuerpo.

—¡Dime dónde está o te arrepentirás de haberte levantado esta mañana!

—¡Stabler! —gritó Cragen abriendo la puerta de la sala— A mi oficina ¡Ahora!

Él soltó al sospechoso de mala manera mientras le daba una mirada de muerte, este tosía doblado por la mitad tratando de recuperar el aire perdido.

—No puedes seguir así Elliot, sabes que Asuntos Internos te tiene en la mira. No voy a poder cubrirte por siempre —lo regañó el capitán ni bien ingresaron a su oficina.

—Capitán lo sé, pero ese hijo de perra no merece ni un poco de compasión por lo que hizo a sus víctimas ¿y ahora viene a decirme que no sabe dónde dejó el cuerpo de la niña de siete años? Necesita una lección —respondió caminando de un lado a otro nublado por la ira.

—Te entiendo pero no es algo que nos corresponda. Estás fuera de lugar y no logras controlar tus arranques violentos Elliot, debes...

—¡¿Yo estoy fuera de lugar?! Ese maldito violó y torturó decenas de mujeres y ¿soy yo el que está fuera de lugar? Usted está fuera de lugar pidiéndome que me calme.

—Se acabó. Quedas suspendido una semana hasta que logres calmarte.

—No puede hacer eso, estamos a mitad de un caso.

—Puedo hacerlo, ya lo hice. Ve a casa Elliot, duerme un poco.

Elliot salió de la oficina dando un portazo, tomó su abrigo, sus llaves y se dirigió a la salida por las escaleras, no tenía humor para esperar un ascensor. Claramente no estaba de acuerdo con la decisión de su capitán y volver a su casa no era lo que más deseaba en ese momento.


Olivia llegó a su departamento exhausta después de un día lleno de actividades, Marcus la había estado llamando pero ella no pudo responder porque estaba con Porter en el café de siempre. Ella le había entregado el informe y él le había instalado una aplicación en su celular, si estaba en peligro no tenía que llamar al 911, solo apretar un botón y el escuadrón llegaría para socorrerla.

Se quitó los borcegos, la camisa, se recostó en el sofá y llamó a Marcus quien al tercer tono respondió de muy buen humor. Al parecer había tenido un excelente día, nada parecido al de ella.

Hace una semana que no nos vemos, creo que ya te extraño —sonrió de manera pícara aunque ella no podía verlo.

—¿Crees que me extrañas? —rió.

—No lo creo, estoy seguro.

—Fue un largo día Marcus y pensaba que podríamos... ya sabes comer un poco de helado y ver una película —dijo esperando tener a alguien con quien pasar la noche, no tenía ganas de estar sola.

Rompecabezas de Amor [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora