Capítulo 23

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"Él la arrinconó contra la mesa mientras sentía sus manos recorrer sus pectorales. De pronto, Olivia comenzó a sentir manos que no eran las de Elliot y una sensación de angustia y repulsión la invadió.

—Detente Ell... 

—¿Qué? —preguntó al dejar un beso en su cuello.

—Por favor, para."

Elliot se apartó de ella con una expresión de confusión en su rostro.

—¡Dije que pares! —gritó Olivia, su voz cargada de angustia.

—Liv, ya me aparté... —vio la mirada perdida y oscura de ella y se dio cuenta de lo que estaba pasando— Mírame Olivia, soy Elliot —puso una mano sobre su hombro y eso terminó por detonar todo.

La morena lo golpeó en el rostro con su mano abierta, para su suerte, porque si hubiese sido con la mano cerrada seguro hubiese dejado su ojo negro. Salió corriendo de la sala de archivos directo hacia las cunas. Se sostuvo del respaldo de una cama y comenzó a respirar violentamente, su pecho subía y bajaba con rapidez. Se quitó el suéter y comenzó a limpiarse el cuello con tanta fuerza que lo dejó completamente colorado. El beso de Elliot en su cuello había desatado todo.

"—No creas que puedes escapar de mí, nunca podrás —dijo Philip en su oído, acorralándola contra la pared, besando su cuello.

—¡No! ¡Vete! ¡Suéltame! —gritaba ella luchando con todas sus fuerzas."

Las imágenes del sueño que había tenido la noche anterior llegaron a su mente como ráfagas. Gimió al sentir una puntada en su vientre bajo que se extendió hasta su espalda y la obligó a doblarse por la mitad. Recordó los golpes que había recibido de Teist, las esposas lastimando sus muñecas, las piernas de Abi manchadas de sangre y sintió un dolor más grande en todo su cuerpo. Apretó sus dientes en resistencia al mismo mientras un quejido casi imperceptible escapaba de sus labios. Sus piernas se aflojaron y cayó de rodillas, la sensación de que iba a morir la invadió por completo, no podía respirar, nunca podría respirar normal otra vez porque la presión en su pecho era demasiado fuerte como para hacerlo.

A él le tomó algunos segundos reaccionar luego de sentir su mejilla adormecida por el golpe. Respiró profundo y subió las escaleras hacia las cunas, su corazón dio un vuelco cuando la vio en el suelo con las manos sobre sus rodillas, jadeando por aire. Corrió a su lado y se agachó junto a ella.

—Liv, amor —tomó con delicadeza su mejilla, arriesgándose a recibir otro golpe. 

—Me duele.

—Mírame, Olivia mírame por favor.

Ella levantó la vista y la enfocó en los ojos azules de su compañero. 

—Respira conmigo —inhaló y exhaló— eso es, despacio... tranquila.

Ella lentamente comenzó a respirar de forma normal. Las lágrimas habían bañado sus mejillas, sentía las manos temblorosas hasta que Elliot las tomó entre las suyas. En ese momento los sentimientos de culpa y suciedad la invadieron; quería hacer el amor con Elliot, era lo que más deseaba, sentirse amada y entregar todo lo que tenía a ese hombre que la amaba con todo su ser. Pero no había podido, la sombra de Philip Teist invadía todas sus acciones y no permitía que fuera feliz. 

—¿Estás bien? 

—No —susurró.

—Ven aquí —se puso de pie y tomó sus manos para que hiciera lo mismo. 

Ella se sentó en el borde de la cama y él se quedó en cuclillas frente a sus rodillas. 

—Perdón Ell... en serio quería hacerlo.

Rompecabezas de Amor [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora