Capítulo 13

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NOTA: ¡¡Ojalá disfruten mucho el capítulo!! Y si quieren pueden leerlo, desde este símbolo [...], con la canción "Say something" de A Great Big World, de fondo.


"—¡¿Un simple desahogo sexual?! Tú fuiste la que me dijo que esa noche había sido simplemente sexo.

—Ah claro —dijo sarcástica— ¡Porque seguramente tú no pensabas igual!

—¡No! —dijo con voz firme.

Olivia se quedó congelada mirándolo.

—Yo no pensaba igual —la miró a los ojos y vio cómo los de ella se llenaban de lágrimas— para mí fue mucho más que sexo. Para mí lo fue todo... me hizo dar cuenta que realmente siento algo por tí, algo mucho más fuerte que lo que he sentido por cualquier otra mujer. Me llenaste de sensaciones nuevas, me llenaste de paz, Liv... así que no me digas que fue un simple desahogo sexual porque no lo fuiste y nunca lo serás. Eres el amor de mi vida —lentamente se acercó a ella y colocó un mechón de cabello detrás de su oreja— yo te amo Liv."


La vida cambia constantemente. La mayoría de las veces no decidimos si las alteraciones son buenas o malas, pero en muy pocas ocasiones —quizás esas que no volvemos a tener en la vida— está en nuestras manos que el cambio sea para bien o para mal.

Luego de la declaración de amor de Elliot, Olivia tenía en sus manos una decisión de esas, de las que alteran el curso de la vida por siempre. Pero no podía responder, estaba petrificada mirándolo. Cuando oyó el "te amo" salir de la boca de Elliot, creyó que su imaginación y el alcohol la estaban engañando, como tantas otras veces, como tantos otros sueños. Pero cuando su mirada conectó con la de él, supo que no era un engaño, ella podía descubrir lo que él pensaba con sólo mirarlo y en ese preciso instante sus ojos azules gritaban que la amaba, gritaban a los cuatro vientos que no podía esperar por abrazarla, por sentirla cerca de su pecho y de su alma.

En el instante en que él colocó un mechón de cabello detrás de su oreja, ella tuvo una rara sensación, como si saliera de su propio cuerpo paralizado y pudiera mirar todo desde otra perspectiva. Se veía a sí misma parada frente su compañero, con temor de que si se movía aunque sea un poco, el perfecto equilibrio del momento se desbarataría. Veía el amor que reflejaban sus miradas, la química que flotaba en el aire, eso que ellos respiraban constantemente y que luego de un par de años comenzó a ahogarlos cada vez que sus pieles se rozaban por accidente o por secreta y cómplice intención.

Una fuerte punzada en su cabeza la hizo volver. Tomó una respiración profunda y se alejó unos pasos de él.

—Vete... por favor... —susurró con un nudo en la garganta, evitando su mirada.

—Liv...

Elliot se apartó de su lado con las manos temblorosas y el corazón partido, estaba seguro de que ella sentía lo mismo que él pero no entendía por qué razón reaccionaba así.

—Por favor —susurró una vez más.

—Bien.

Él salió en silencio, la miró una última vez antes de cerrar la puerta y se fue. Olivia hizo un gran esfuerzo para llegar al sofá, se dejó caer allí y comenzó a llorar, la angustia la invadía por completo y no lograba hacer nada por arrancarla de su pecho, cuanto más intentaba detener las lágrimas, más fuerte eran los espasmos y más le costaba respirar. Había soñado muchas veces el instante que acaba de vivir pero la vida nunca nos presenta las cosas cuando nosotros lo deseamos, así que sucedió justo en el peor momento de su vida. No estaba lista para amar a nadie, no estaba lista para abrirse a nadie aunque fuera él, el amor de su vida. No después de todo lo que había pasado.

Rompecabezas de Amor [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora