Olivia llegó al departamento de Elliot una hora antes de la acordada para reunirse con Alex y Lionel, su novio. Quería tener tiempo a solas con él antes de que ellos llegaran.
— ¿Estás cocinando? —preguntó Olivia mientras se quitaba el abrigo.
— Sí… ¿Por qué esa cara de sorpresa? —sonrió.
— Por nada —soltó una pequeña risa— al parecer es una cena especial para tí.Se acercó por detrás y lo rodeó con sus brazos, acariciando su torso, dejando un pequeño beso en su espalda.
— Así es, quiero que la pasemos bien. Lionel es un buen amigo y estoy algo sorprendido por la casualidad de que sea el no novio de Alex —decía entusiasmado mientras revolvía la salsa para no quemarla.
— El "no novio" —repitió y soltó otra risa— es alguien especial para ella así que también espero que la pasemos bien.Elliot volteó suavemente quedando frente a ella, sonrió poniendo las manos a cada lado de su cintura.
— Estás muy hermosa, el embarazo te tiene radiante.
Olivia se sonrojó.
— Gracias… —miró sus labios y luego sus ojos, mordiendo el interior de su labio inferior. Ya sabía lo que quería hacer con él.
Elliot se acercó un poco más y la besó lentamente, llevó una mano a su cuello perdiéndola entre el cabello ondulado de su novia. Ella coló sus manos por debajo de la remera de él, subiendo y bajando por su espalda suavemente, intercalando la yema de sus dedos con sus uñas.
— Liv… —dijo con voz ronca.
— Qué —susurró ella sin abrir los ojos.
— Tendremos visitas —continuó besando su cuello.
— Todavía falta una hora —susurró en su oído y luego mordió suavemente su cuello.En un rápido movimiento Elliot la tomó en sus brazos y la sostuvo con fuerza, Olivia rodeó la cintura de él con sus piernas cuidando de no aplastar su vientre y a sus dos hijas que estaban dentro. El ojiazul la depositó con suavidad sobre el sofá quedando arriba de ella, apoyó su peso sobre sus antebrazos para no aplastarla y con una lentitud que la enloquecía le desabotonó la camisa rosa que llevaba puesta, apreciando cada centímetro de lo que contenía aquel brassier de encaje blanco.
— Mi turno —dijo Olivia con voz seductora y le quitó la remera de un solo movimiento.
— ¿Haremos esto por turnos? —preguntó con voz ronca mientras su mano izquierda acariciaba su mejilla, acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja y luego sus dedos bajaron delicadamente por su pecho hasta llegar a su ombligo.Olivia tembló, sus hormonas la habían prendido fuego y estaba muy sensible al tacto. Su piel emanaba calor y un dulce aroma a jazmín que penetraba los sentidos de Elliot.
— Ell… —suplicó con los ojos cerrados, apretando el agarre de su mano al bicep de él— olvida lo de… lo de los turnos.
Algunas horas más tarde la cena había terminado, habían platicado a gusto y a sus anchas de todos los temas de conversación posibles. Elliot estaba particularmente emocionado por la casualidad de que su mejor amigo de la Academia fuera novio de la mejor amiga de Olivia, no paraba de reír y la morena se sentía feliz al verlo divertirse.
Los hombres juntaron los platos de la cena y los lavaron mientras Olivia y Alex platicaban en la sala.— Hoy vi a Ángeles… —dijo Olivia casi como una confesión. Estaban paradas frente a la chimenea para calentarse, los últimos fríos del año estaban siendo bastante intensos.
— ¿Hablaste con ella?
— Sí, tomamos un café y me contó muchísimas cosas —suspiró— debo contarle a Elliot. Tengo que intentar que se reconcilien.
— Pero no es tu responsabilidad que eso suceda, Liv…
— Lo sé, lo tengo en cuenta. Pero realmente me gustaría que las cosas cambien entre ellos, Elliot se ha comportado muy mal con ella —dijo en un tono de voz que sólo ellas podían oír.
— ¿Escuchaste ambas partes de la historia? —preguntó la rubia con tono de abogada.
— Sólo Ángeles ha querido hablar sobre eso, Elliot simplemente se cerró.
— Entonces ve con cuidado antes de tomar una postura… las cosas no siempre son como parecen, Liv.
— Créeme que lo sé —arqueó su ceja derecha—, pero algo, muy dentro mío, me dice que ella está diciendo la verdad y que necesita apoyo…
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Rompecabezas de Amor [PAUSADA]
FanficSi Olivia Benson tuviera que mirar hacia atrás concluiría que fue una noche la que lo desencadenó todo. Esa noche cambió drásticamente el curso de su vida. Nunca se hubiera imaginado que tendría que huir luego de haber encontrado su lugar en el mund...