Rompecabezas de Amor [PAUSADA]

Capítulo 4

Elliot Stabler nunca imaginó que su vida cambiaría tanto con la salida de su compañera de la Unidad de Víctimas Especiales. Ellos se conocían el uno al otro mejor que cualquier otra persona, eran Benson y Stabler, todo el mundo los conocía de ese modo y nadie se los imaginaba trabajando separados. Pero después del caso de Gitano, de la muerte de Ryan y de que Elliot le suplicara a Olivia que le quitara la vida al mismo tiempo que al asesino, ninguno de los dos pudo seguir. Quizá ese fue el desencadenante de todo. Quizá allí se dieron cuenta de lo que real y secretamente pasaba entre ellos. O quizá sólo fue una decisión, mala o buena, eso depende de cómo se desee observar. El punto es que Olivia Benson decidió alejarse, decidió que no podría, o no debía, seguir sintiendo lo que sentía, no podía continuar siendo compañera de Elliot y se fue. Se fue sin decir adiós.

"Olivia se encuentra trabajando en un caso para el FBI"

La voz de Cragen repitiendo lo mismo una y otra vez era lo único que resonaba en la mente de Elliot. No podía concentrarse en nada más, así que decidió tomar el teléfono y marcar su número para corroborar. Se sentía nervioso de solo pensar en que oiría su voz nuevamente.

—El número con el que intenta comunicarse no está disponible, por favor compruebe el número o intente más tarde —respondió la operadora del otro lado.

Nunca se escuchó el ruido que hace un corazón al romperse. Pero con seguridad Elliot pudo escuchar el suyo en ese momento.

Su rostro hablaba sin palabras, su silencio decía mucho.

Estaba decepcionado y enfadado con él mismo. Ella se había ido, la había perdido, y él no le había declarado su amor, no le había dicho cuánto la amaba, ni desde cuándo lo hacía.

Nadie en la Unidad, ni el Capitán sabían de su paradero.

Elliot confiaba en que se iba a poder cuidar sola, pero de todas formas estaba atemorizado, la idea de perderla para siempre lo ataba de pies y manos; quería ser él quien le cubriera la espalda, quería ser él su escudo protector en todo momento. ¿Y si la lastimaban? ¿Y si ella estaba herida? Necesitaba cuidarla, estar allí para ella, necesitaba hacer todo por salvarla y si eso no era suficiente, aunque el corazón se le estrujara ante la idea, necesitaba saber que se había hecho todo lo posible por salvarla, por salvar esa alma hermosa que tantas veces lo había salvado a él mismo del abismo.

Aunque no tenía dudas de que daría su vida por salvar la de aquella mujer que consideraba la más importante de su vida.

(...) —¡No! ¡Olivia! —gritó Elliot en pánico y corrió a su lado— ¡Oh por Dios! ¡No! ¡No!

Sostuvo la cabeza de ella entre sus manos, el terror se apoderó de su cuerpo cuando vio la sangre brotar de su cuello, no podía perderla. No ahora, no nunca.

Segundos antes había visto cómo Gitano utilizaba a Rebeca como escudo y en un rápido movimiento le cortaba el cuello a Olivia.

A los lejos podía oír los gritos de las personas huyendo atemorizadas hacia la salida más cercana, pero la voz de su compañera era lo único que le importaba.

—Estoy bien —respondió ella con la voz temblorosa y agitada— estoy bien. ¿Dónde está Gitano? ¡Ve Elliot! ¡Ve, estoy bien!

La mirada de ella demostraba lo asombrada que estaba de aún estar con vida. La mirada de él era de desesperación, no podía comprender si ella realmente estaba bien o si la perdería en pocos segundos.

—¡Ve Elliot! —repitió Olivia y él tuvo que decidir nuevamente.

Minutos antes había decidido correr hacia su compañera herida en vez de detrás de Ryan, quien se encontraba en shock frente a él. Ahora la voz de ella lo impulsaba, con temor la dejó allí en el suelo y corrió nuevamente, esta vez tras el asesino que había intentado matar a Olivia. (...)