Capítulo 16. Compromiso

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Había hecho las llamadas pertinentes, incluso mi madre volaría desde Rusia para aquel momento, reservé una mesa, en uno de los restaurantes más llamativos de la ciudad, estaba decidido, no seguiría mirando atrás, no seguiría con un amor absurdo.

Mila no preguntó nada sobre aquel cuadro, siempre había sido tan comprensiva, ella merecía el cielo y las estrellas, yo me encargaría de bajarlos por ella.

Cuando se me cayó el mundo, me volví un ser enojado y resentido con la vida, un tonto que comenzó a salir de fiesta con diferentes personas, sexo ocasional por una etapa de rebeldía injustificada, desesperación por borrar, las huellas de aquel amor que me abandonó, en mi piel.

Una noche salía de uno de los centros nocturnos, estaba subido de copas, cuando escuché una cachetada, que resonó, en la soledad de las calles, y ahí estaba ella, a fuera de un hotel de paso, con aquel chico con el que fue, a apartar su paquete de viaje, para su luna de miel.

El había recibido la cachetada y siguió adelante sin mirar atrás, mientras ella lloraba, me acerque - estas bien?, te hizo algo? - Mila es una mujer preciosa, pero aquella noche, me pareció una niña indefensa, que luchaba por ser fuerte, en cuanto me vio, comenzó a llorar desesperada.

Aquellos ojos azules que tiene se veían irritados de tanto llorar - el me engañó!!, me traicionó!! - me decía entre llanto - no habrá boda, ni habrá nada... Solo murmuros de la gente!!, soy una tonta - comenzó a tener una crisis nerviosa, sus manos temblaban, la llevé al hospital y su amistad fue mi recompensa, eramos unos corazones solitarios, que se habían quedado sin nada, ni nadie a su lado, que lo habían dado todo, y que se habían quedado sin nada.

La convivencia, la soledad, pronto me descubrí enredado en su mano, pronto quise dejar de estar solo, quise dejar de tener compañeros de una sola noche, que desaparecían al salir el sol, pronto necesité un amor real y auténtico.

Siempre había sido más acertada y decidida que yo, ella fue la primera en decir te amo, ella sin duda merecía, algo más que terminar con el corazón roto, en medio de murmuraciones, no te preocupes Mila, tu tendrás la boda de tus sueños, jamás volveré a mirar atrás.

Sus padres estaban felices, su madre sonrió, en cuanto vio aquel anillo, estaba emocionada, como yo, mi madre llegó por la mañana, sin duda ella estaba feliz por mi, pero aún así, ella pidió hablar a solas.

Cuando murió mi padre, el que estuvo a mi lado, consolandome fue Yuuri, ella lo conoció por fotos, lo presenté como el amor de mi vida, y cuando el se fue, supo que me volví un desastre.

Mi padre había muerto de un infarto fulminante, no hubo ni un momento en el que pudiera despedirme de él, tenía una enfermedad cardíaca, que nos había ocultado, ahora con mi matrimonio en puerta, aún así, aunque estuviera feliz por mi, ella quería hablar a solas conmigo.

Antes de que todos llegaran, en aquel hermoso restaurante, ella tomó mi mano, admirabamos todo el lugar, unas lámparas hermosas que reflejaban la luz de una manera delicada, flores colgando de los techos, un lugar con un gusto exquisito, ella suspiró - cuando me dijiste que llamaban, tu atención personas del mismo sexo, yo... Imaginé que algún día, este momento llegaría, cada vez son más aceptados, los matrimonios entre personas del mismo sexo, imagine que me harías venir, que tendría que verte poner el anillo a la persona que amabas, y... Esto no es nada de lo que soñé, no me malentiendas, solo... Te veo feliz con Mila, pero no completo... Solo te vi completo una sola vez... Y temo que cometas el error de arrastrarte a un matrimonio vacío - ella doblaba la servilleta nerviosa - tu padre era un ser demasiado, testarudo, pero incluso puedo jurar, que el tampoco sentiría que es una buena idea.

- Madre, ese amor... Se esfumó, se fue... El lo quiso así, ahora solo apoyame, Mila es una excelente chica, me amará sin dudar - ella sostuvo mi mano y la palmeo, me sonrió dandome un beso.

Sus padres llegaron, nos levantamos de nuestras sillas en señal de cortesía, ellos saludaron a mi madre, todos estábamos felices, yo estaba nervioso, miré el reloj, ella no tardaría en llegar.

Nos sirvieron su comida favorita, ella con un vestido elegante, todos con una actitud recatada, apretaba aquella cajita negra en mi bolsillo, ella sentada a mi lado, todos disfrutábamos la comida, miré su plato, estaba toda la comida aún frente a ella - Te sientes bien? - le dije, mientras acariciaba su mano.

Ella asintió, pero suspiró - tengo un poco de temor, es demasiado ver a nuestros padres aquí, sospecho muchas cosas...

Comencé a reír - no pasará nada que no merezcas, ella se quedó quieta, aclaré mi garganta, llamé la atención de todos - gracias a todos por estar aqui, son personas fundamentales en nuestra vida, su existencia y presencia está noche, significan demasiado para nosotros, como saben Mila y yo hemos estado varios años juntos, ella me ama, más allá de todo, su amor es transparente y tranquilo, una calma para la tempestad de mi vida, por ello, he decidido...

- No hagas esto... - la voz de mi novia era seca, miraba hacia el piso, no lo entendía.

- Tranquila amor... He decidido...

- Viktor... Detente...

- He decidido que ella...

- No!!!, detente!!, yo... No voy a casarme contigo!! - nuestros acompañantes estaban estáticos, la miraban sin entender, como yo.

- Mila?, qué estas diciendo?.

- No puedo más!!, no puedo casarme contigo!!, porque no merezco tu amor!!, porque yo solo soy una ladrona, una mala persona que aprovechó las circunstancias!!, enamorarme de ti, siempre fue un accidente!.

- No te entiendo...

- Yo... No soy la princesa que tu crees... Yo... Siempre supe quien eras... Te conocí antes de que tu me conocieras, siempre supe que eras el exnovio de Yuuri!!.

- Qué?!, deja de bromear!!, Dios!! - me acerqué a ella, la sujete de los brazos, me miró a los ojos.

- Nunca debí enamorarme de ti... Amarte fue un accidente... Soy una persona egoísta y estoy arta de fingir, no puedo con la culpa!!.

- Demonios Mila!!, habla claro... Me volverás loco!!.

- Yo... No es verdad, aquello que te dije, que me había encontrado con el, hace unos meses, siempre estuve en contacto con el, siempre supe que sufrias por el, y me callé!!!... Yo... siempre supe... Porque te abandonó Yuuri... - me dejé caer en una silla, negaba con la cabeza.

El Chico Que Abrazaba Mi EspaldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora