Los gemelos Kim || Vkook/Kooktae

Capítulo XLIV

Parecía absurdo pensar en tener que ensayar con Taehyung y Jungkook luego de lo que había pasado en la madrugada. V había considerado seriamente faltar al ensayo de ese día, pero cuando se enteró de que Hoseok estaría ese día en la empresa para verlos, no dudó en ir. 

Ya lo había decidido y no pensaba cambiar de opinión. Jungkook iba a recibir un poco de lo que merecía porque estaba jodidamente cansado de que al no poder elegir estuviera jugando con ambos. V era un experto en los juegos que consistían en lastimar a quienes lo merecían y rotundamente el mortal lo merecía. 

¿Qué si pensaba que lo que estaba haciendo era lo correcto? No, por supuesto que no. No servía de nada engañarse a si mismo. Lo que iba a hacerle a Jungkook estaba mal y eso era lo que mas le gustaba, tener esa reconexión con el demonio que no dudaba en pasar por sobre los sentimientos de los otros. Ese era él. Ese iba a ser siempre. No existía ninguna clase de redención para alguien como él. 

Tampoco la buscaba. ¿Por qué querría hacerlo? ¿Por qué alguien como él tendría que rebajarse por un simple humano? Querían que volviera el demonio insensible que todos afirmaron que era. El ángel  de la muerte. El fiel aprendiz de Lucifer. Pues lo tendrían de vuelta. Volvería el que no se inmutaba al lastimar. El que estaba dispuesto a destruir todo a su paso para evitar ser destruido. 

Subió al elevador de la empresa, no sabía bien que era lo que le pasaba pero estaba sudando. Su piel helada estaba perlada de sudor. No se hizo muchas preguntas simplemente continuó tratando de tranquilizarse porque iba a tarde y sabía que era un hecho que Jungkook y Taehyung ya lo estaban esperando ahí junto con el señor Kim. 

Cuando entró al estudio lo primero que vio fue el reproche en la mirada de Namjoon, no le importó realmente, solo se le quedó viendo porque por primera vez no se sentía con el valor de hacer algo. No creía tener el valor de mirar a Jungkook a los ojos sin ponerse a llorar o a Taehyung sin vomitar. Nadie tenía que saberlo, nadie tenía que saber lo mucho que le había afectado tener la claridad de que nunca sería el único para Jeon. 

Sin embargo, no pudo evitar que como cada que estaba en el mismo lugar que el pelinegro su atención fuera completamente para él cuando este se acercó a saludarlo con un beso en la mejilla. Se mordió el labio reprimiendo las lagrimas y apretando fuertemente los ojos para que nadie notará la tonalidad amatista cuando el recuerdo de Jungkook diciéndole te amo a su hermano se hizo presente en una repetición consecutiva que le aplastaba el pecho. 

Tratando de desviar mis pensamientos a cualquier otra cosa V se acercó a conectar la guitarra al amplificador de sonido para no perder más tiempo y empezar a ensayar. Jungkook tomó sus baquetas y se sentó frente a la batería. Taehyung puso la pista y probó el micrófono antes de empezar. 

Era curioso como sin importar la extraña situación que los tenía a los tres enredados en algo que los lastimaba, cada vez que tocaban, ya fuera en un ensayo o frente al publico en Inframundo, era como si fueran personas completamente diferentes. Se conectaban de una manera especial y singular. Irónicamente eran un equipo perfecto.

Así que al menos durante el tiempo que duraron practicando "Otherside" para la presentación del viernes fue realmente como si fueran grandes amigos sin ninguna otra clase de sentimientos involucrados. Casi como si fueran normales...

No obstante, V no pudo aun así pasar por alto las miradas entre Taehyung y Jungkook. Mucho menos dejar de observar a Hoseok, tratando de pensar que era exactamente lo que iba a hacer. Estaba decidido, ya no le importaba nada mas. 

Cuando la practica terminó, Hoseok se disculpó y se despidió pues tenía algunas cosas que hacer y no podía ir a comer con ellos tal y como había prometido. Se despidió de todos y se fue mientras el resto terminaba de recoger. 

V se apresuró a guardar sus cosas y salió rápidamente del estudio para poder alcanzar a Hoseok. Estaba seguro de que los otros dos no tardarían mucho en llegar al pasillo principal de la planta donde estaban y V estaba deseando necesitadamente eso. 

—Hoseok, espera. 

El pelirrojo y lo miró con una interrogante en los ojos. Solo bastó una mirada con los ojos completamente negros por parte de V para que el contrario se acercara y uniera sus labios en un beso descuidado que Jungkook vio a la perfección cuando dio la vuelta en ese pasillo. 

Muchos sentimientos se apoderaron de Jungkook al ver a su mejor amigo besar a V. Besarlo por iniciativa propia y que el peliazul ni siquiera se apartara sino que lo besara gustoso, importándoles poco que él pudiera estarlos viendo. 

Si bien había sido un accidente que Jimin encontrara a V y a Yoongi cuando el primero besó al segundo, V sabía perfectamente lo mucho que eso lo había lastimado y tenía la certeza de que algo similar pasaría con Jungkook si lo veía besandose con Hoseok, solo que para él fue aun peor, porque sintió que había perdido la confianza depositada en dos personas que eran importantes para él. 

Mejor aun  era que eso no terminaría ahí. El demonio quería destruir su corazón por completo. pulverizarlo. Y eso no solo lo conseguiría con un beso. Por eso fue que el ángel de la muerte beso a Jung Hoseok. Porque era el único medio por el cual podía entregarlo a las garras de Lucifer. Y si existía una manera de destruir a Jungkook era definitivamente perdiendo al que era prácticamente su hermano luego de verse tan traicionado como V se sintió esa madrugada. 

El inmortal trató de convencerse de que se sentía bien de hacer sentir así al mortal, sin embargo, no fue así como se sintió, estuvo casi seguro de que había cometido un error. El mas grande error, pero ya no había manera de remediarlo y así como pasaba cada vez que se sentía acorralado solo pudo pensar que lo unico que podía hacer para sentirse un poco mejor era completar el trabajo de Lucifer. Aunque eso lastimara a Yoongi porque sabía muy bien lo mucho que lastimaría a Taehyung. 

Él solo quería hacerlos pagar. Solo quería hacerlos sufrir. Solo quería sentir que tenía el control. Quería que dejaran de pasar por sobre de él como si no valiera.