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Harry pasa por Ollivander's sin saber que esperar de su varita, obtiene una conexión que no le gustó para nada. Aún así decidió que en el futuro estudiaría el artefacto.
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Severus Tobías Snape era el profesor de Pociones de Hogwarts y el Jefe de Casa de Slytherin. En algún momento fue la Mano Izquierda de Lord Voldemort, el espía oculto de la Luz y el infame Prince mestizo. Aunque en primer lugar solo era Snivellus, el enemigo de los Merodeadores. Algunas veces se preguntaba si había sucumbido tan profundamente debido a su odio por James Potter. El hombre se había encargado de hacer de su estancia en el colegio de magia un infierno con su bullying. No solo eso, el heredero de los Potter de ese momento se había encargado de enfrentarlo con la mujer que amaba, Lily Evans. Eso aparentemente no había sido suficiente por lo que luego se casó con ella y tuvieron un hijo.
Eso, junto a muchas otras cosas, lo habían hundido en una espiral de odio y fallidos intentos de redención cuya retroalimentación fue perpetua. Se hizo fiel al Señor Oscuro, revelando la profecía que había terminado por escuchar. Lo cual desembocó en la muerte de su amada, este evento logró hacer que recapacitara y terminara por redimirse, aunque fuera un poco. Pero eso no desapareció el odio que tenía por ese bastardo de James, que rápidamente se transmitió a Harry.
Anteriormente, aunque no hubiera podido tener una apreciación importante del muchacho, se hacía la idea de ver una copia al carbón de su padre. Era seguro que el bastardo de Potter sería un mocoso altanero, arrogante y pomposo. O bueno... Todo habría sido más fácil si así fuera.
Snape se había sorprendido, aunque no lo demostrara físicamente. No fue fácil perderse la esperada mirada que derrochaba arrogancia y estupidez. Francamente, se tensó con el frío que soltaban esos ojos viridianos. Esa mirada la conocía, la conocía demasiado. El retrato de una persona le vino a la mente. Un sedoso y largo cabello rojo, facciones finas y delicadas, sonrisa suave y mirada realmente penetrante. Esa manera analítica de admirar algo desconocido la tenía una sola persona, su único amor, Lily Evans. El niño estaba observando de manera reservada y cautelosa y, aunque estuviera oculto debajo de una pequeña gorra deportiva, Snape podría reconocerlo donde fuera que lo cruzara.
De repente el chico lo miró congelándolo en el lugar. Los ojos verdes fueron flechas que se clavaron en él. Severus tragó sonoramente cuando la nostalgia lo invadió y recordó esos bellos días en los que había tenido a su lado a esa hermosa pelirroja. El vástago Potter no estaba demostrando ser lo que esperaba y Severus rápidamente recordó que también era hijo de la mujer que alguna vez amó. Quizás y solo quizás había prejuzgando sin conocer. Guardaría sus opiniones y no juzgaría a Potter, decidiría ver cómo se desenvolvía y luego tendría su opinión en la mesa.
El niño, luego de unos segundos, perdió el completo interés y dejó de mirarlo a los ojos, antes de voltear y seguir su camino acompañado de la profesora de Transfiguraciones, el profesor lo perdió de vista algunos segundos después. Agitando su cabeza y poniendo sus pensamientos en orden, el profesor de Pociones caminó hacia la tienda a la que tenía que ir.
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—Señor Potter... Sabía que debía esperarlo para que viniera en esta semana. Estaba seguro de que pasarías una vez pasaran siete meses luego del décimo solsticio tras la caída del Señor Tenebroso —dijo una voz rasposa desde la trastienda. Los ojos de Harry adquirieron un tono de relativa sorpresa.
—¿Debes asustar a cada niño que traigo aquí por una varita mágica, Garrick? —Mcgonagall preguntó con exasperación.
—Minerva Mcgonagall. Abeto con núcleo de fibra de corazón de dragón, nueve pulgadas y media. Una varita excepcional para transfiguración —Ollivander recitó.
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El Camino del Hechicero
FanfictionDejado en un orfanato a corta edad, y adoptado poco tiempo después por una pareja de escaladores sociales, Harry se propone a conquistar el mundo. Aunque tenga que sufrir y sangrar, todos van a obedecerle, todos los que le opongan caerán, rodando un...