UNSTOPPABLE ━levi ackerman

capítulo catorce

Arabella realmente no sabía que hacer con sus manos.

En un principio creía que se le haría fácil sostenerse a la parte trasera de la montura, con ayuda de los músculos en sus piernas, en tensión por el agarre que mantenía para seguir sobre el lomo del animal. Sin embargo, con cada pequeño salto que daba el animal, esquivando las ramas y piedras en el camino, se le hacía cada vez más difícil mantenerse en su lugar sin sentir preocupación por caer de espaldas.

Le costaba estar en un caballo sin montura propia, o sin las riendas en sus manos que le daban la seguridad de que tenía todo bajo control.

Los ojos de Arabella que observaban hacia delante por sobre el hombro del Capitán, se desviaron en dirección a su nuca rapada, sin poder distinguir su expresión, salvo las hebras oscuras meciéndose a sus costados, por las sacudidas del animal.

El caballo volvió a dar otro salto, pero a comparación de las anteriores, fue lo bastante alto como para que su agarre se soltara de la montura unos breves segundos, los suficientes para dejar de seguir dudando si aferrarse a Levi o aguantar el resto del camino.

Bueno, prefiero que el Capitán se enfade antes que romperme el cuello porque fui lo bastante torpe para caer del caballo, pensó llevando una de sus manos a la capa de la Legión de Reconocimiento del pelinegro, aferrándose con fuerza a la tela.

La cabeza de Levi siguió mirando al frente, guiando su caballo por entre los árboles, sintiendo el leve tirón en su espalda que le avisaba sobre el agarre que mantenía la mujer.

Arabella miró a su alrededor, restándole importancia a su pequeño atrevimiento, casi esperando un regaño por parte de su superior y aliviandose al ver el final del camino.

El campamento que dejaron atrás, quedaba lo bastante cerca para llegar en un escaso de tiempo, así lo hizo notar la muralla de varios metros de altura alzándose sobre ambos. La sombra del sol de la mañana que de a poco iba ascendiendo por el cielo haciendo brillar los primeros rayos, los cubrió.

Los pasos del animal decrecieron a la par que el Capitán tiraba levemente de las riendas, guiándole al pie de la muralla.

─Ya sabes que hacer ─fue lo primero que dijo el Capitán en lo que llevaban de viaje─. Acaba con los más cercanos.

─Entendido, Capitán.

El caballo se detuvo y ella no dudó en soltar su agarre en la tela, dejándole libre.

─Por el bien de la Legión, no podemos permitirnos perder a uno de los nuestros. Órdenes de Erwin ─enunció antes de que partiera─. Eso te incluye.

Volvió a mirarle de espaldas, asintiendo aunque no pudiera verla.

No era necesario que se lo dijera cuando ella lo tenía más que claro, aún así le contestó: ─Nadie morirá, Capitán Levi.

Aprovechando la cercanía con la muralla, Arabella se ancló a la pared, para comenzar con su nueva tarea.

Una vez en la cima, la castaña contó a los titanes cercanos. A diferencia de la mañana anterior, solo dos titanes se encontraban próximos a la muralla.

Quitó las cuchillas de sus vainas, lanzándose por el que se veía lento y solitario.

Ahora estaba sola, pero eso no fue problema para Arabella, quién sin esperar cortó la nuca del titán distraído. Esa acción llamó la atención del otro, quién se giró para caminar a donde estaba ella ahora de pie sobre la espalda del titán caído.

─Definitivamente nadie morirá este día ─repitió, recordando uno de los nombres grabados en el collar dentro de su ropa.

Volvió a activar el gas, buscando apoyo en las extremidades inferiores del titán más cercano. Dió unas cuantas vueltas alrededor, despistándole y exponiendo su nuca, cortando antes de que pudiera estirar su brazo para alcanzarle.