Oigo ronronear a Pimienta que, como cada día, viene a despertarme a mi cama. Abro mis ojos y lo primero que diviso es a esa bola de pelaje plomizo que duerme enroscada sobre mi vientre. Sonrío y acaricio su cabecita desperezándola de su ensoñanción, su ronroneo cesa y me mira con sus ojos turquesas aún algo adormilada.
- "Miau..." -estira sus patitas y se baja con un salto ágil-
-Buenos días a ti también -sonrío y me desarropo saliendo de la cama-
Camino al baño para empezar mi ritual matutino: Una buena ducha rápida pero relajante, vestirme y desayunar; y todo esto en menos de veinte minutos ya que, como siempre, apuro hasta el último minuto de sueño. Pero hoy es mucho más tarde que de costumbre ¡malditos cambios de hora! Corro veloz hasta la parada del bus, que por pocas casi pierdo.
- ¡El tráfico en Connecticut es agobiante! -Bufo rebuscado nerviosa por el monedero algo de suelto para pagar mientras que, los coches aparcados detrás del bus, reclaman con sus bocinas-
La cara de malos humos del conductor más, mi casi trágica caída de boca cuando eché a correr, me hacen presagiar que hoy no va a ser un buen día...
Entro en clase justo cuando la campana suena con ese chiflido desagradable y estruendoso que nos hace tapar nuestros oídos con malas caras, odio ese sonido. Dejo caer los libros sobre mi pupitre seguido por mi cuerpo, el cual siento pesado, sudoroso y fatigado... Odio correr, y más tan temprano. Bendigo que aún no haya llegado la profesora Adams, que nos imparte Historia del Arte, la cuál siempre suele ser muy puntual, de hecho acabo de echar en falta su tedioso sermón de cada mañana por la falta de formalidad de los alumnos...
- Buenos días Eid-...¡ops! ¿Un mal despertar? -ríe Amber, mi mejor amiga y compañera de clase-
Ella es simplemente hermosa, la admiro y adoro, es la mejor. Creo que su nombre va acorde con ella, es una chica dulce como la miel, pero fuerte ante las situaciones adversas, una joya. De piel bronceada y pelo por los hombros de color moreno pero con reflejos rojizos; alta, con buen cuerpo y cara de niña buena pero, ojos azabache, que le dan un toque de picardía a esa sonrisa tierna.
- Buenos días Amber -logro sonreír cuando ella lo hace- Sí... me volví a dormír -me encojo de hombros provocando su risotada-
- Oh...eso no es nada nuevo querida -sonríe negando- Por cierto... -se calla y abre sus grandes ojos negros haciéndome girar la cabeza hacia donde ella mira-
Mi boca cae y solo consigo soltar un jadeo, ¿quién es ese hombre?
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El nuevo profesor
FanfictionMatt Bomer llega a la ciudad de Connecticut como nuevo profesor de "Yale University Art". Él tan solo esperaba encontrarse con una clase de alumnos a los que les impartiría la hermosa asignatura de historia del Arte, pero lo que él no sabía es que...