Una suave melodía comienza a sonar en mi mente, es relajante y dulce. Suena a música oriental, cuyo único instrumento es un flautín... De fondo se escuchan pajarillos y agua.
- Eider... -su voz me llama-
Quiero girarme pero no le veo, ¿dónde estás Matt?
Frunzo mi ceño y arrugo mi nariz, gruñendo bajito.
Oigo su tierna risa en mi oído y abro despacio mis ojos.
¡Hágase la luz! Pestañeo rápido, hasta que acostumbro mis ojos a esta.
- ¿Has dormido bien? -sus labios hacen una ligera presión en mi sién y mis ojos se desvían a su rostro-
Y nunca antes había agradecido tanto despertar de tal forma. Esto si que es un ángel propiamente dicho, caído del cielo, a mi lado en la cama. Su sonrisa parece brillar de lo blanca que es y sus ojos son el reflejo de ese agua que suena en esa dulce melodía.
- Dormir... -repito y de pronto mi cuerpo se tensa- ¿¡Dormir!? -medio grito y sus ojos se abren más de lo habitual-
- ¿Qué ocurre? -acaricia mi cara-
- ¿¡Qué hora es!? ¿¡Cuánto llevo dormida!? -me levanto, revolviendo la sábanas, trabando mis pies con ellas casi cayendo de boca al querer levantarme-
Me observa atento, en su rostro una expresión divertida, tapa sus labios con sus dedos pero sé que sonríe.
Me sonrojo, pero continúo buscando mi ropa que, agradezco enormemente, está perfectamente doblada en una silla de lectura junto a la ventana.
- Eider... -su voz sigue sonando dulce con una pizca de burla-
- ¿Mmm...? -le miro mientras me pongo el sostén-
Su largo dedo señala el ventanal, fuera parece haber cesado de llover, las nubes han despejado el cielo en un tono rojizo oscuro...Parece que haya anochecido hace apenas un rato...
- Son algo más de las diez...dormiste apenas media hora... -me giro mirándole aliviada- ¿Pasa algo?...
- N-No... -sonrío soltando todo el aire y camino de vuelta a la cama- Pensé que sería muy tarde... -sus ojos brillan mirándome-
- Te veías tan hermosa durmiendo que me daba mucha lástima despertarte... -agarra mis manos acercándome a él y me rodea con sus brazos por la cintura-
Apoya su barbilla en mi vientre, mirándome con ojos intensos y serenos, como un mar en calma.
Paso mis dedos por su pelo despeinado y sedoso.
- ¿Quieres darte una ducha? -le miro tímida-
¿Ducharme en esa bañera en la que cada mañana acicala su cuerpo este maravilloso hombre, antes de ir a darme clase a mí, a esta chica torpe y sencilla, la cuál a dormido en su cama?
Oh dios, ¿qué tipo de loteria me ha tocado a mí? A esta desgraciada que nunca ha tenido suerte con los hombres...
- Vale... -susurro simplemente-
- Te dejaré intimidad -sonríe caballeroso y se levanta besando mi frente-
Y siento una extraña sensación de vacío cuando se aleja, cerrando despacio al salir.
Y aquí me encuentro, sola y desnuda, en su enorme y hermoso cuarto de baño. Decorado con baldosines en colores chocolate, tostado y blanco, a juego con los diferentes contrastes de toallas y sanitarios de baño.
El agua tibia cae sobre mis hombros,relajándolos. Las gotas recorren mi espalda, erizando mi vello, bajando por ella hasta que culminan en mis pies.
ESTÁS LEYENDO
El nuevo profesor
FanfictionMatt Bomer llega a la ciudad de Connecticut como nuevo profesor de "Yale University Art". Él tan solo esperaba encontrarse con una clase de alumnos a los que les impartiría la hermosa asignatura de historia del Arte, pero lo que él no sabía es que...