- ¿¡Y te llevó hasta tu casa!? -grita Amber al otro lado de la puerta de mi taquilla-
- ¡Shhh! -tapo su boca y tan solo veo sus ojos abiertos como platos- ¿Qué? -destapo su boca con una mirada de advertencia-
Agarra mi brazo y echa a andar como una fugitiva, huyendo de gente que pueda escuchar más de lo debido.
- Amb por dios -esta situación me hace reír-
- Esto es algo serio Eid... -sonríe intentando ponerse formal, y se sienta en unos de los bancos del pasillo- Vamos -lo palmea para que me siente a su lado- ¡Cuéntamelo todo! -hace aspavientos con sus manos cuando estoy sentada y río-
- No hay mucho que contar... -me encojo de hombros-
- Oh... ya lo creo que sí -asiente y sonrío- ¿¡Lo ves!? ¡Lo sabía! -me señala provocando mi risotada-
- ¿¡Qué!? -la miro, sin poder dejar de sonreír por su desesperación-
Sin duda está echa un saco de nervios porque le cuente algo que quiera oír.
- Amber, no pasó nada -la miro de reojo mientras meto en mi mochila los libros que saqué de mi taquilla-
- Especifica n-a-d-a -recalca la palabra y suspiro sonriendo-
- Nada, Amber, ya te lo he dicho -agarro su mano- me ofreció acercarme a casa, creí que estaba de broma hasta que le vi levantarse decidido de la silla -me encojo de hombros- eso es todo.
- ¿No te besó? -pregunta sorprendida-
- No...-río por su cara, mezcla entre sorpresa y decepción-
- Qué tío más raro... -hace una mueca con sus labios-
Oh, esas palabras de vuelta en mi cabeza... "Tipo raro" No, sin duda es un hombre normal de su edad. De camino a casa tuvimos una conversación fluida, como dos personas adultas, en su coche sonaba música clásica... bueno, tal vez sea algo rarito en ese estilo, pero me gusta cómo es.
- No es raro Amb, es tan solo un hombre bastante mayor que yo y, que te recuerdo, es nuestro profesor -beso su frente y sonrío levantándome para ir a clase-
- Peeeeero... -alarga yendo detrás de mí-
Esta chica es insaciable.
- Le molas -camina de espaldas frente a mí-
Río negando con mi cabeza.
- ¡Lo noté en su cara! -ruedo los ojos- Eider, conozco a muchos tíos y son muy simples, ¿vale? -alzo una ceja escuchándola- Si te miran las piernas, cosa que Bomer hizo cuando te acercaste a su escritorio -suspiro- es porque están haciendo un análisis visual de tu cuerpo y de cómo te moverías en la... -se calla al ver que frunzo aún más la ceja- vale, olvida lo ultimo -susurra-
- Sí, mejor -asiento y suspiro- Así que, me estás dando a entender que me vio como un objeto sexual, ¿no? -sus ojos se abren mirándome espantada-
- ¡No por dios! También te miró fijamente a los ojos -ladeo mi cabeza- eso es bueno Eider, cualquier tío no lo hace -se cruza de brazos- Bomer a demostrado ser un hombre centrado, que prefiere mirar una linda cara antes que... unos lindos pechos -dibuja un círculo imaginario alrededor de mis senos y los tapo sonrojada- ¡Le gustas Eider! -sentencia sentándose en su silla de clase-
- Creo que lees demasiadas novelas de amor, Amber -río y suspira frustrada-
- ¿Y qué es eso de que te diga de llevarte a casa? -sonríe apoyándose en sus codos-
- Solo quiso ser amable -me encojo de hombros y saco mis apuntes-
- Ya, pues... él ahora sabe donde vives y... -alzo mi mano para que no continúe-
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El nuevo profesor
FanfictionMatt Bomer llega a la ciudad de Connecticut como nuevo profesor de "Yale University Art". Él tan solo esperaba encontrarse con una clase de alumnos a los que les impartiría la hermosa asignatura de historia del Arte, pero lo que él no sabía es que...