Capítulo 5

13.6K 1.3K 732
                                    

______ soltó un bostezo, habían pasado unos minutos desde que finalizó la ayuda con los niños sobre su tarea de matemáticas. Ahora ambos se encontraban jugando.

Observó su reloj, eran tan sólo las 11 de la mañana. Podría descansar una hora si tan sólo Camilo no estuviera ahí frente a ella, para su mala suerte el chico había acompañado a su hermano y por insistencia de Antonio, había aceptado que jugara con Emilio por un rato.

— Ayer... fue divertido —decidió romper el silencio la ojicafé.

— No es necesario hablar, no me siento incómodo —Camilo evitó mirarla.

— Okey —soltó un suspiro.

— Pero tengo que admitirlo, lo fue —agregó.

_______ evitó sonreír ante esto. Eso hizo que sus hombros se relajaran y se mostró más cómoda.

— Hace mucho no hacíamos eso, pero parece que sigues siendo un buen bailarín —sonrió.

— Tú igual, no te había visto bailar desde hace tiempo. Antes solías hacerlo muy seguido, pero después comenzaste a ser muy seria —la miró sin expresión alguna.

— Prefiero la palabra discreta, el que tú no me veas hacerlo no te asegura que ya no lo hago.

— Tomaré eso como un: ya no te tengo la confianza para hacer eso frente a ti.

— Bueno, tampoco es como si la tuvieras conmigo —ladeo su cabeza.

— ¿Hacer cosas frente a ti?, no gracias. Prefiero evitarme tus críticas y tus caras de desagrado —dio una sonrisa ladina.

— ¿Yo?, fuiste tú quien empezó a hacer eso conmigo. Por cada mínimo detalle siempre tenías que tener un comentario negativo, era obvio que no te tendría la misma confianza luego de eso —comenzaba a molestarse.

— Intentaba ser amable, mi lección era de que nunca ibas a poder ser tan perfecta como siempre intentas serlo —se puso de pie—. Incluso hace días fuiste a presumirlo con mi familia —soltó una risa sarcástica—. ¿Nunca te cansas, no?

— ¿Disculpa?, YO no intento ser perfecta —se ofendió.

¿En qué momento lo había intentado ser?, la perfección era algo que ella sabía perfectamente que no se podía lograr.

— ¡Ja!, que gran mentira señorita perfección. Siempre presumiendo de tus buenas notas, con tu comportamiento de niñita buena y fingiendo que tu vida es tan interesante ¡cuando no lo es! —alzó los brazos.

______ se puso de pie inmediatamente para enfrentarlo.

— ¡¿Desde cuándo he fingido una vida que no es la mía?!, ¡ten por seguro que tengo muchas cosas más importantes en mi vida que perder el tiempo inventando una!

Frunció el ceño mientras el Madrigal sólo seguía mirándola con molestia.

— ¡El hecho de que tú no tengas nada más interesante en tu vida aparte de tu don no es mi problema! —se acercó a él.

La castaña abrió los ojos con sorpresa al darse cuenta de lo que había dicho.

— No, espera-... —fue interrumpida.

— ¡No, adelante, sigue diciendo lo que piensas de mí!

______ comenzó a sentirse mal por todo esto, por lo que mencionó hace unos segundos.

— Perdón, yo no quería decir eso —puso un mechón de cabello detrás de su oreja.

— Si que querías hacerlo, no soy tan interesante como para ser cercano a ti ¿no? —cruzó sus brazos—. Pero la duda existencial aquí sería, ¿por qué si lo es Mirabel? ella ni siquiera tiene un don —soltó una risa.

En el Silencio [Camilo Madrigal] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora