navidad.

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—¡Y no olviden que la fiesta de navidad es el viernes!

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—¡Y no olviden que la fiesta de navidad es el viernes!... por supuesto pueden invitar a alguien —Slughorn despidió a sus alumnos después de una cena del Club de Slugy.

Los chicos abandonaron la habitación y dirigieron sus pasos a sus respectivas salas comunes. Entre ellos, Lily y Severus no eran la excepción.

Severus se encontraba particularmente nervioso, era la primera fiesta de navidad a la que asistiría. Además, deseaba poder ir con Lily... sólo que no sabía cómo pedírselo.

Debía hacerlo rápido, pues, estaba seguro, muchos otros querrían invitarla. Ella era tan bonita e inteligente, y pretendientes le sobraban. Últimamente se había vuelto muy cercana a James Potter... ¿Y si ella lo invitaba a él?

—Sev... ¡Sev! —Lily lo sacó de su ensimismamiento.

—¿Ah?... Perdón, creo que estaba un poco distraído —él dijo un tanto apenado.

—Sí, ya lo noté —soltó una pequeña risita —¿Estás bien? Te ves un poco preocupado.

—Estoy bien, de verdad —Severus intentó darle su mejor sonrisa sin mucho éxito.

—¿Seguro?

—Completamente... —soltó un suspiro y tomó valor —¿Lily?

—¿Sí?

—Me preguntaba... bueno... claro, si tú quieres... uhhh... ¿te gustaría que fuéramos juntos a la fiesta de Slughorn?

Lily sólo lo miró, con sus brillantes ojos esmeralda, muy atenta. Él no pudo descifrar su semblante. Por un momento pensó que se negaría, y una profunda tristeza se apoderó de su cuerpo.

—Ay, Sev... ¡me encantaría!

Ambos sonrieron. Severus no podía creer que ella hubiese aceptado. La emoción reemplazó a la desdicha que momentos antes lo había invadido. Lily le dio un cariñoso abrazo y un beso en la mejilla.

—Nos vemos el viernes entonces —él dijo al separarse.

—Hasta el viernes —sonrió nuevamente.

El resto de la semana transcurrió extremadamente lento. Severus contaba las horas que faltaban para la dichosa fiesta; la espera parecía eterna. Finalmente, el momento tan ansiado llegó.

El día transcurrió de manera normal. Por la mañana todos los alumnos tomaron sus ultimas clases antes de las vacaciones y en la tarde, los que pasarían las fiestas en sus hogares, se dedicaron a empacar sus pertenencias.

Severus ya tenía todo listo y guardado antes del ocaso. No dejarían la escuela sino hasta el día siguiente, pero él prefería no tener que preocuparse por ello después. Cuando la noche se acercaba, se dispuso a cambiarse. Usaría un smoking, el primero de su vida, que su madre le había enviado esa mañana. Se sentía extraño, pues no estaba acostumbrado a vestirse así. Miraba su reflejo en el espejo de la habitación y no lograba reconocerse, se veía tan diferente.

Las ocho de la noche se acercaban, había quedado de pasar a esa hora por Lily y aún no abandonaba su sala común. Rápidamente se echó un último vistazo en el espejo y salió.

Mientras tanto, en la sala común de Gryffindor, Lily arreglaba los últimos detalles de su atuendo. Llevaba puesto un vestido largo color verde, igual que sus ojos; unos zapatos bajos; y el cabello semi recogido adornado con pequeñas flores blancas.

Severus dio dos golpecitos a la puerta, estaba nervioso y sentía cómo su cuerpo comenzaba a temblar. Un minuto después salió Lily. Él quedó completamente embobado al verla, tan hermosa que le quitaría el aliento a cualquiera.

—Hola, Sev.

—Lily... te ves... muy bonita.

—Gracias —se sonrojó —tú también te ves muy apuesto.

—¿Te gusta? Me siento muy raro vestido de esta manera.

—Oh, por favor, no digas eso. En serio que te queda muy bien —ella sonrió dulcemente.

—Gracias... bueno, ¿vamos? —le extendió el brazo.

Lily le tomó la mano y juntos caminaron al salón donde se llevaría acabo la fiesta del Club de las Eminencias. Al llegar, Slughorn los recibió muy animado.

—Lily, Severus —los saludó —¡Que alegría que hayan venido!

—Profesor Slughorn, gracias por la invitación.

Ambos tomaron asiento y comenzaron la noche con una amena plática. Durante la velada vieron pasar a grandes e importantes figuras del mundo mágico. También degustaron una deliciosa cena y algunos bocadillos exóticos. Ya casi para el final, Lily insistió mucho a Severus para que bailaran un par de piezas. Sorprendentemente él lo hacía muy bien y tenía a Lily encantada con cada paso.

Al terminar la fiesta, los dos dieron una breve caminata antes de regresar a sus habitaciones. Los jardines de Hogwarts estaban vacíos y completamente cubiertos por una fina capa de nieve. Recorrieron el lugar sin pronunciar una sola palabra, no obstante aquel silencio resultaba bastante agradable. Pasado un rato, decidieron sentarse en una banca para contemplar las estrellas.

—Gracias por esta noche tan mágica —soltó Severus al fin, sin quitar la vista del cielo.

—Gracias a ti, por invitarme a pasarla contigo —ella lo miró sonriendo.

Alumbrados únicamente por la luz de la luna, ambos sintieron una paz inmensa. Y como si el momento necesitara de otra cosa para ser aún más perfecto, una estrella fugaz pasó ante sus ojos. Al verla, ella recargó su cabeza en el hombro del chico.

—Feliz navidad, Sev.

—Feliz navidad, Lily.

After all this time?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora