Severus Snape estaba sentado en su sala común, muy pensativo. Era la hora de la comida, por lo que se encontraba solo entre las penumbras de la habitación. Llevaba todo el día distraído, con nada más que Lily Evans en su mente.
Ya cursaban su último año en Hogwarts, a tan sólo unos meses de graduarse, y en todo este tiempo no se había atrevido a confesarle su amor. "Cobarde". Se repetía una y mil veces. Estaba harto. Durante más de siete años había evadido y ocultado sus sentimientos, pero ya no más. Por primera vez, estaba dispuesto a enfrentarlos. Debía hablar con ella, la mujer que amaba por encima de todas las cosas.
No tenía nada que perder; en el peor de los casos ella lo rechazaría, pero por lo menos se quitaría aquel peso de encima. Estaba decidido, lo haría en aquel preciso momento. Se levantó del sillón de cuero negro y partió en busca de Lily.
~*~
—James, ya te dije que voy a la biblioteca a estudiar, ¿de verdad quieres acompañarme? —Lily dijo algo fastidiada, al momento que salía del Gran Comedor.
—Por supuesto —James aceleró un poco su paso para alcanzarla.
—Nunca cambiarás, ¿cierto?
—No es mi culpa Evans, no sé qué me hiciste tú para quererte tanto —él se acercó y acarició su mejilla.
—Oh, James, sabes que yo también te adoro... pero no como a ti te gustaría —ella tomó su mano entre las suyas.
—Podríamos ser muy felices Lily, sólo te pido una oportunidad para demostrártelo.
—No quiero lastimarte... por eso debo ser honesta contigo. No puedo darte esa oportunidad porque... mi corazón le pertenece a alguien más.
Aquellas palabras retumbaron fuerte en los oídos de James. Él la amaba, estaba completamente seguro, pero escuchar eso era algo que le dolía profundamente.
—Yo... no... sé ni qué decirte —su voz se quebró un poco.
—No digas nada, sólo perdóname... ¿sí? —los ojos de Lily se llenaron de lágrimas.
Él odiaba verla así, lo único que quería era su felicidad; seguir contemplando su sonrisa y sus ojos verdes iluminándose al hablar de algo que le apasionara. James comprendía que su amor no podía ser egoísta, y aunque no fuera con él, deseaba más que a nada la dicha de Lily.
—No tengo nada que perdonarte, Evans —sonrió —Sea quien sea el afortunado, espero que te haga muy feliz.
—Gracias, James —ella le dio un fuerte y largo abrazo.
En ese momento Severus, quien iba pasando por ahí, quedó deshecho viendo aquella escena. Estaba paralizado, quería gritar, salir corriendo, pero su cuerpo no respondía. El sonido de uno de sus libros cayéndosele de las manos logró que James y Lily notaran su presencia.
—Sev... —palideció —No... no es lo que tú piensas —terminó de separarse de James.
–¿Ah, no? Pues, yo creo que está muy claro Lily. Mejor me voy, no quiero importunarlos más —recogió su libro y salió de ahí lo más rápido que pudo.
—¡No, Sev! ¡Espera!
—Es él, ¿no es cierto? Estás enamorada de Queji...digo, de Severus.
—A ti no puedo mentirte... sí, estoy perdidamente enamorada de mi mejor amigo —Lily ya no pudo contenerlo más y soltó en llanto.
—Ve con él —James le dio un pañuelo para secar sus lágrimas —Ve y dile lo que sientes, dile que entre tú y yo no existe más que una amistad.
—Gracias, de verdad, muchas gracias por todo —volvió a abrazarlo.
La pelirroja dejó a su amigo y salió corriendo tratando de encontrar a Severus. Pasó por el árbol cerca del lago negro, ese donde solían pasar mucho tiempo juntos. Nada. Siguió con la biblioteca, pero obtuvo el mismo resultado. Por fin, dirigió sus pasos a la sala común de Slytherin. Tocó un par de veces la puerta sin tener respuesta, pero no iba a rendirse tan fácil.
—¡Severus, ábreme! ¡Severus Snape! ¡Ábreme la puerta, sé que estás ahí adentro! —Lily continuó golpeando la madera.
Él había vuelto al sillón donde llevaba prácticamente todo el día sentado. Desde que regresó a él, no había podido dejar de llorar. Sentía como si el mundo se le viniera encima. Lo sabía, pero qué locura pensar que Lily podía fijarse en él; en cambio James Potter podía considerarse el prototipo de hombre que cualquier mujer desearía.
Tan hundido en su tristeza estaba que los golpes en la puerta lo sobresaltaron un poco. Era ella. No tenía muchas ganas de hablar con nadie, sin embargo, con una manga secó sus lágrimas y se incorporó para abrirle.
—Hola —apenas pudo pronunciar mientras salía de la sala común.
—¿Podemos hablar? Por favor —ella lo miró suplicante.
—Claro —asintió.
—Sev, yo... eso que tú viste... no es lo que piensas, te lo juro...
—Descuida —la interrumpió —No tienes por qué darme explicaciones, si quieres andar con Potter eres completamente libre de hacerlo.
—Escúchame, por favor. Entre James y yo no hay nada, únicamente somos amigos.
—Pero...
—Hablé con él, le dejé en claro ciertas cosas. Le dije que no puedo corresponderle porque estoy enamorada de alguien más.
Severus quedó aún más confundido. Si no era de Potter, ¿entonces de quién se había enamorado Lily?
—Oh —le costó mucho pero logró contener las lágrimas.
—No lo entiendes, ¿verdad? Sev, ese alguien eres tú. Estoy enamorada de ti —sonrió, pero un par de lágrimas rodaron por sus mejillas.
El chico no daba crédito a lo que oía. ¿Era cierto? ¿O tan sólo se trataba de un sueño? Fuera realidad o fantasía, Severus no podía estar más contento. ¡El amor de su vida lo amaba también! Su corazón latía muy acelerado, sus piernas amenazaban con fallarle en cualquier segundo y sus manos le sudaban.
—Lily, no llores, por favor —se acercó a ella —Hay algo que he querido decirte también, sólo que no me atrevía... han sido tus palabras las que me han dado el valor de hacerlo. Te amo con toda mi alma, Lily Evans... desde que te conocí me robaste el corazón.
Ella sonrió aún más grande, y él de igual forma comenzó a hacerlo. Se quedaron contemplándose el uno al otro por unos segundos, hasta que, casi sin darse cuenta, la distancia que los dividía comenzó a reducirse.
Segundos después sus bocas se encontraron. El dulce roce de sus labios se sentía como verdadera magia, una que nunca antes habían experimentado. Lily rodeó su cuello con los brazos y Severus la tomó suavemente por la cintura. Al separarse lo hicieron lento, como deseando que el momento durara por siempre.
—¿Lily? —acarició su suave melena roja.
—Dime.
—Te gustaría... ¿quisieras ser mi novia?
—Ay, Sev. ¡Nada me gustaría más! —sus ojos adquirieron un brillo muy especial.
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After all this time?
Fanfiction𝓢𝓷𝓲𝓵𝔂. ✨ʀᴇʟᴀᴛᴏꜱ✨ ¿Qué hubiera sucedido si Lily y Severus terminaran juntos? Estas historias nacieron como una respuesta a tal interrogante, en un mundo alterno donde los personajes toman decisiones diferentes. © basado en el mundo y personajes...