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El ascenso de Lord Voldemort parecía inevitable para este punto

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El ascenso de Lord Voldemort parecía inevitable para este punto. Decenas de muggles, brujas y magos habían desaparecido y otros tantos eran encontrados muertos a diario.

Albus Dumbledore, como una forma de resistencia, había decidido formar una organización secreta para combatir "Al Que No Debe Ser Nombrado". La Orden del Fénix estaba conformada por diversos ex alumnos y maestros de Hogwarts, además de otras figuras del mundo mágico.

Los tiempos eran difíciles, como hacía mucho tiempo no se encontraban. Una guerra inminente se aproximaba. El miedo y la incertidumbre predominaban en el ambiente.

Sin embargo, el amor, como una fuente de magia tan antigua como poderosa, siempre puede más. Nada, ni el mismo Lord Voldemort, podría opacar la dicha de Lily y Severus.

La pareja llevaba varios meses comprometida, por razones de la situación actual su boda había estado postergándose. Ahora, algún tiempo después, estaban decididos a retomar sus planes.

Al pertenecer a un grupo en contra de Voldemort, debían mantener un perfil bajo. Por lo mismo su boda sería pequeña, simple, muy íntima. Acompañados únicamente por sus parientes y amigos más cercanos.

Severus, al formar parte de la planta docente de Hogwarts, se había mudado ya al castillo junto con Lily. Para mayor seguridad de ambos y del resto de los miembros de la Orden, decidieron que lo mejor sería llevar a cabo su unión en ese mismo sitio.

La ceremonia se llevaría a cabo durante el verano, cuando las clases hubiesen concluido y no quedara ni un sólo alumno en las instalaciones. Ésta tendría lugar en los preciosos y verdes jardines, frente al lago negro.

Lily, con ayuda de otras miembros de la Orden; como Molly Weasley y Minerva McGonagall, se ocuparon de todos los preparativos. Desde el vestido de la novia, la comida que servirían en la pequeña recepción y la decoración del lugar. Por otra parte, Severus y Dumbledore acordaron con unos aurores encargarse de la seguridad, planeando qué medidas y hechizos de protección debían de utilizar.

A partir de esto el tiempo se fue volando. El ciclo escolar en Hogwarts había concluido y un caluroso verano amenazaba con arribar muy pronto. Los últimos detalles de la boda estaban pendientes y a punto de ser precisados por completo. El día se acercaba.

Por fin, durante una perfecta tarde de julio, Lily Evans y Severus Snape unirían sus vidas en un enlace matrimonial.

A pesar de las pocas personas que pudiera haber en el castillo, aquella mañana todo estaba lleno de movimiento. Por un lado, las mujeres ayudaban a Lily con su vestido, peinado y maquillaje. Por el otro, Dumbledore guiaba a los hombres para conjurar todos los hechizos de protección necesarios. Hagrid, el guardabosques, también se encargó de toda la decoración.

Severus estaba solo en su habitación, terminando de arreglarse. Miraba su reflejo en el enorme espejo frente a él y no lograba reconocerse. Cuántos cambios había tenido su vida en los últimos años. Acomodó su corbata, colocó una pequeña flor de lirio en su solapa y salió. Mientras caminaba aún no acababa de procesar el que estaba a punto de casarse con la mujer de sus sueños; el único y verdadero amor de su vida.

Llegó al jardín, admiró detenidamente cada centímetro del lugar, las sillas, listones y el hermoso arco de flores en el centro. Sonrió.

La ceremonia estaba a minutos de iniciar, todos se colocaron en su respectivo sitio. El funcionario del Ministerio que fungiría como Juez se hallaba ya al centro del arco floral, con Severus a su derecha. Las sillas estaban ocupadas por Minerva McGonagall, Eileen Prince, Rubeus Hagrid, Arthur y Molly Weasley, Alice y Frank Longbottom, Remus Lupin y Sirius Black. James Potter también había sido invitado, pero seguía amando a Lily y la situación le dolía demasiado por lo que prefirió no asistir.

Los señores Evans, padres de Lily, lamentablemente habían fallecido meses atrás en un accidente automovilístico. Por lo que, en su lugar, Albus Dumbledore conduciría a Lily hasta el altar. Todo estaba listo. La marcha nupcial inició, los invitados miraban conmovidos a Albus llevando del brazo a la novia.

Severus observaba embobado a su futura esposa, perdiéndose en sus brillantes ojos verdes. Sin duda podría pasar el resto de su vida contemplándolos. Ella seguía caminando, luciendo un precioso vestido blanco; sencillo, sin tantos adornos, pero que le lucía perfecto. Al fin, Lily se ubicó junto a él, no sin antes dedicarle una sonrisa.

—Te ves bellísima —le susurró.

—Gracias —ella se ruborizó —Tú también te ves muy guapo.

La ceremonia dio inicio. El funcionario del Ministerio comenzó con su discurso. Sus palabras fueron breves, pero muy concretas. Los novios dijeron sus votos, más de una persona soltó una que otra lágrima, pero absolutamente todos estaban de acuerdo en que era una boda hermosa.

—Y bien, por el poder que me otorga el Ministerio de Magia de Londres, yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.

Lily y Severus se dieron un tierno beso cargado de todo el amor que sentía el uno por el otro. De esta manera sellaban un pacto, uno de amor  que duraría para toda la vida.

After all this time?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora