promesa.

488 43 2
                                    

Los siguientes meses se pasaron como agua. El final del curso en Hogwarts había llegado y con él, el fin de una etapa para todos aquellos alumnos del séptimo año.

Chicos y chicas de las cuatro casas estaban unidos por un mismo sentimiento. Las emociones estaban a flor de piel y en el aire se respiraba una gran nostalgia.

En las últimas semanas de clases, Lily se encontraba particularmente sentimental. Aún no conseguía asimilar que sus años en Hogwarts habían concluido y que ahora su vida, junto a la de sus compañeros, tomaría un rumbo distinto.

Todavía recordaba con claridad cuando aquel niñito que conoció hace algunos años en un parque le había contado todo acerca del mundo mágico y la mejor escuela de magia y hechicería. Cuántas cosas no habían cambiado desde entonces, empezando porque ahora era pareja de aquel muchacho.

La pelirroja estaba absorta, recordando todo aquello mientras observaba los jardines desde uno de los ventanales del castillo. Quería contemplar y aprovechar al máximo sus últimos días antes de partir.

—Lily —Severus se acercó a su novia.

—¡Sev! —dijo un tanto sobresaltada.

—Perdóname, ¿te asusté?

—Sólo un poco... estaba tan distraída que no te escuché llegar.

—Parece irreal, ¿no? El tener que irnos.

—Sí... me es increíble pensar que han pasado siete años.

—Lo sé, aún recuerdo como si hubiera sido ayer que llegamos aquí por primera vez. Estábamos tan ilusionados... y algo nerviosos, debo admitir.

—Y míranos ahora —Lily sonrió —Sev... ¿qué crees que pase con nosotros después de esto?

—¿A qué te refieres?

—A que muy pronto ya no podremos vernos tanto como antes...

—Lily, mi amor —tomó su barbilla con delicadeza para que ésta volteara a verlo —Lo que siento por ti es tan fuerte que ni el tiempo ni la distancia podrán romperlo.

—Ay, Sev... ¡te amo tanto! —se abalanzó sobre él para abrazarlo.

El día de su graduación finalmente llegó. La ceremonia fue bastante emotiva y entre lágrimas y sonrisas, los egresados cerraron uno de los ciclos más importantes de sus vidas. A partir de este momento, éstas cambiarían significativamente dándole paso a la adultez.

Lily y Severus pasaron el mayor tiempo posible de sus vacaciones juntos, disfrutando de la compañía del otro y atesorando cada segundo como si de lo más sagrado se tratase. Muy pronto tendrían que tomar caminos algo distintos, pues Lily había sido contratada en el Ministerio de Magia y Severus colaboraría con el Hospital San Mungo en el área de pociones.

Ésta sería la primera vez que se separarían en sus vidas, lo que resultaba difícil para ambos. Así que, su último día lo pasaron en la casa de la Hilandera. Salieron a caminar, jugaron un rato entre la hierba y flores hasta que, al caer la noche, regresaron a la vivienda.

Eileen Prince pasaría unos días fuera de la ciudad, por lo que Severus se encontraba solo y en esta ocasión Lily le haría compañía. Ella dormiría en la habitación de huéspedes pero, antes de eso, se quedó unos momentos acurrucada con Severus en su cuarto.

En un claro momento de debilidad la pareja comenzó a besarse. Al principio la unión de sus bocas fue tierna, como solía serlo siempre, pero por el ímpetu del momento, un profundo deseo tal vez, el beso comenzó a subir de intensidad. Pasión era lo que desbordaban sus cuerpos en aquel momento.

De este modo, Severus se colocó encima de Lily y pasó de besar sus labios a devorar su cuello. Nunca como en ese momento había disfrutado tanto el envolverse en su perfume. Poco a poco el uno comenzó a despojar de su ropa al otro, sin dejar de besarse. El chico, con suma delicadeza, recorrió y acarició cada centímetro del cuerpo desnudo de su novia. Mientras, ella le soltaba pequeñas mordidas y uno que otro tirón de cabello, cosa que sólo avivaba el calor del momento.

Entre más besos y caricias, Lily y Severus se entregaron por completo al amor aquella noche. Antes de quedarse dormidos permanecieron abrazados un rato, tomados de la mano.

—Te amo —Lily fue la primera en hablar.

—No más de lo que yo te amo a ti —besó su frente.

—¿Aunque todo ya no sea como antes? ¿Y aún cuando el tiempo pase?

Siempre.

After all this time?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora