decisiones.

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Normalmente los sábados, Lily y Severus amaban pasar tiempo juntos en la biblioteca. Ella se fascinaba con la cantidad de libros y temas que encontraba en cada visita, y él adoraba verla emocionarse con cada descubrimiento.

Aquel sábado no era distinto; ambos habían decidido adelantar todas sus tareas pendientes y estudiar para sus TIMO's esa mañana. El ambiente era ideal, pues la biblioteca se hallaba prácticamente vacía y un silencio casi absoluto reinaba en el sitio.

Al cabo de unas horas, y justo a tiempo para comer, los dos salieron del lugar para dirigirse al Gran Comedor. Iban platicando muy amenamente durante el camino, por lo que casi no sintieron al llegar.

Se separaron para dirigirse a sus respectivas mesas, no sin antes quedar en verse de nuevo al terminar para continuar practicando algunos encantamientos. Severus tomaba cualquier excusa para pasar el mayor tiempo posible con ella.

Después de Lily sentarse junto a su amiga Marlene, James Potter y Sirius Black aparecieron en escena.

—Evans, McKinnon; Sirius y yo iremos más tarde a practicar Quidditch al campo, ¿quieren venir? —James soltó nadamás sentarse.

—Ahora no puedo, lo siento, necesito estudiar para pociones —Marlene respondió y se sumergió en un libro de la materia.

—Gracias, pero ya tengo planes —Lily se negó amablemente.

—Oh, vamos, Quejicus entenderá que tienes derecho a estar con alguien que no sea él. Pasan tanto tiempo juntos, debe ser hartante.

—Ya te he pedido que no lo llames así —ella lo miró disgustada —Es mi mejor amigo y te exijo que lo respetes.

A pesar de llevar una mejor relación con él y empezar a considerarlo un amigo, Lily seguía molestándose con ciertas actitudes de James.

—Como quieras, Evans. Pero si cambias de opinión, ya sabes dónde encontrarnos —él le guiñó un ojo.

Terminaron de comer en silencio; los primeros en retirarse fueron Potter y Black, quienes corrieron al campo de Quidditch muy alegres. Por su parte, Marlene se despidió de Lily para dirigirse a la biblioteca, y la pelirroja se encontró con Severus en la puerta.

Los dos amigos salieron a los bellos e inmensos jardines de Hogwarts, dado que el clima se encontraba muy agradable. Caminaron durante un rato, buscando el lugar ideal para continuar con su repaso de los TIMO's. El árbol que normalmente utilizaban para ello estaba ocupado por unos alumnos de primero, por lo que optaron por otro sitio igualmente cercano al Lago Negro.

No había transcurrido una hora desde que se sentaron, cuando fueron interrumpidos por los Slytherin; Avery y Mulciber. Estos se aproximaron de prisa al divisar a Severus.

—Ey, Snape, ¿dónde te habías metido? Te hemos buscado todo el día.

—No será que la has pasado con la sangre sucia de tu "amiguita", ¿o sí? —espetó Avery señalando a Lily despectivamente.

Mulciber soltó una pequeña carcajada, aprobando el comentario de su amigo. Lily fulminó a ambos con la mirada, y Severus sólo sintió cómo su sangre hervía mientras desenfundaba su varita.

Desde su llegada a Hogwarts, Snape había tenido cierta inclinación por unirse a los mortífagos. Casi todos sus amigos en Slytherin pensaban igual. Sin embargo esto le causó algunos problemas con Lily; provocando discusiones entre ambos. Ella sólo quería hacerle ver que aquello estaba mal. Y bajo estas circunstancias, él estaba comenzando a comprender. No iba perderla por una tontería, así que, de una vez por todas, estaba dispuesto a renunciar a todo eso.

—Les prohibo que vuelvan a utilizar ese término —apuntó a ambos con furia —Ni con ella ni con nadie más.

—¿Qué te ocurre Severus? —Avery preguntó molesto.

—¿La prefieres a ella por encima de nosotros? ¿A esa maldita impura? —Mulciber lo secundó.

—Sí —el aludido soltó con determinación —Y si tengo que enfrentarme a ustedes con tal de que la dejen en paz a ella y a todos los demás nacidos de muggles, no lo dudaré ni un instante.

Al escuchar esto, Lily soltó una pequeña sonrisa. Ver la valentía de Snape al enfrentarse a sus amigos de Slytherin era algo que no se esperaba, pero la llenaba de orgullo. Se incorporó y se posicionó junto a él; ya no iba a permitir que unos puristas de sangre quisieran humillarla.

—¡No eres más que un traidor cobarde, Severus Snape!

—Lo que acabas de hacer no tiene perdón, ¡lo vas a pagar, te lo juro!

—Ya váyanse de aquí —Lily habló por primera vez en todo ese rato.

Tanto Avery como Mulciber estaban furiosos. ¿Cómo se atrevía esa sangre sucia a enfrentarlos? Debía pagar por tal osadía. Y en un impulso, el primero de ellos dirigió un hechizo aturdidor hacia ella. Afortunadamente Snape fue más rápido y logró lanzar un contrahechizo antes de que pudiera alcanzarla.

—Ya la escucharon, ¡lárguense!

Los dos Slytherin se dieron la vuelta completamente invadidos por el odio, maldiciendo por lo bajo y apretando cada vez más sus varitas entre sus manos.

—Lily, ¿te encuentras bien? —Severus volteó a verla, un tanto preocupado.

—Oh, Sev —ella se abalanzó para abrazarlo —Gracias, muchas gracias.

—No tienes por qué —él le devolvió el abrazo —Ya sé que no necesitas que nadie te defienda... pero no podía permitir que te siguieran insultando.

—No sabes lo orgullosa que estoy por eso —sonrió —Aunque debo admitir que me da un poco de miedo pensar en que puedan hacerte algo después de esto...

—Tranquila, estaré bien, te lo prometo. —le devolvió la sonrisa, una de esas que sólo podía dedicarle a ella.

Tras este evento, decidieron que lo mejor era regresar al castillo y descansar un poco después del sobresalto. Y a partir de ese día, su amistad se selló por completo, volviendo su relación mucho más fuerte.

After all this time?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora