La madrugada que escape del psiquiatra, fue una madrugada fría, incluso había llovido un poco en el día y por eso el suelo estaba mojado, pero ni siquiera eso me impidió correr, correr lo más lejos que mis piernas y mis pulmones me lo permitieron, necesitaba alejarme lo más posible de este lugar antes de que la policía llegara y comenzaran a recorrer el área.
No sabía qué hacer ahora, no tenia dinero, mi ropa era más que llamativa, un pantalón blanco, una camisa blanca de manga larga y unos tenis sin cinta también de color blanco, sin mencionar que ahora mi rostro había estado en todos los noticieros del país.
Después de dejar los alrededores de la institución, volví a la ciudad, por la hora, no había muchas personas en la calle, solo algunos indigentes quienes me ignoraron al intentar quedarse dormidos en las bancas o en el suelo donde estaban, tenía que salir de este lado de la ciudad si no quería verme involucrado en algo con estos malditos.
Quería regresar a casa, por mi dinero, por algo de ropa y algunas cosas, pero estaba seguro de que la policía sería el primer lugar que visitarían, sino es que ya tienen a alguien vigilando mi departamento en todo este tiempo que estuve atrapado con ellos. De todos modos, es la única opción que tengo.
Caminé por las calles, a pesar de que mi cuerpo temblaba, no estaba seguro si era la adrenalina, o el frio que se filtraba por la delgada tela de toda mi ropa o una mezcla de los dos, pero al final, estaba temblando, incluso mis dientes chocaban contra si haciendo ese clásico ruido.
Al llegar a mi calle, comencé a moverme con más cuidado, miraba por todos lados esperando encontrar a alguien, pero no había, ni autos ni patrullas, lo que me era demasiado extraño, pero, aun así, me moví. Fui directo a la parte trasera donde estaba el estacionamiento, para poder entrar por esa puerta y no por la principal.
Me moví en el edificio silenciosamente, alerta a cualquier ruido y con las piernas listas para salir corriendo en caso de ser necesario. Subí las escaleras hasta donde estaba mi departamento y antes de salir del todo, me asomé por la esquina para asegurarme de que nadie estuviera haciendo guardia afuera, pero no, tampoco había nadie, simplemente había dos cintas amarillas impidiendo el paso a mi puerta, estaban en forma de tacha y en las letras negras se podía leer PROHIBIDO EL PASO, claro, mi departamento entero era una pieza importante de investigación.
Entonces, si ese es el caso, dudo mucho que alguien este adentro durmiendo, afectando a las muchas o pocas pistas que pueda haber, así que, si no hay nadie afuera, entonces tampoco dentro.
Me acerque con rapidez, no tenia mi llave para abrir la puerta, pero, siendo yo, tenía un segundo plan. En el marco de mi puerta que era de madera, en la esquina había un pedazo que podía quitarse, lo había hecho cuando recién me mude aquí simplemente como una medida de seguridad en caso de que mi llave se me olvidara dentro o se me perdiera, pero jamás paso, así que jamás la use, hasta ahora.
Retire ese pequeño compartimento y sonreí un poco al ver que mi lleve de repuesto estaba aquí, llena de polvo por el hecho de que jamás la use y que se filtraba el aire por el poco espacio que había.
Tomé la llave y regresé la caja a su lugar, para que no notaran que era un espacio escondido y así, abrí la puerta, con el mayor silencio posible para que ninguno de mis vecinos me escuchara.
Una vez dentro de casa, me quedé en la puerta mirando, no parecía haber cambiado nada, todo estaba en su lugar.
Quería quedarme aquí, quería darme un baño y quitarme todo el sudor que cubría mi cuerpo al haber corrido toda esa distancia, quería dormir un poco en mi cama y comer algo en el silencio de mi cocina y no esperar a que alguien me llevé la comida a mi habitación, una comida de porquería quería preparar mis propios alimentos y saber qué es lo que estoy comiendo. Quiero sentarme en mi sofá y mirar la televisión, quiero recostarme y poner mi música para relajarme, quiero que el mundo entero se extinga y solo quedar yo.
Cerré los ojos y reprimí esos deseos, no tenía mucho tiempo, la policía llegaría aquí en cualquier momento, así que tengo que darme prisa.
Corrí a mi habitación de donde saqué una mochila del closet, no sabía a donde iría ahora, pero no podía llevar mucho equipaje.
Saqué tres pantalones de mi cajón, dos de mezclilla y un pants negro, dos sudaderas negras, una camisa roja, una chaqueta de cuero, unos tenis, dos calzoncillos, tomé mi cepillo de dientes, una pasta, una gorra negra, mi patineta, mi cartera que tenia poco dinero y después corrí a mi closet para bajar una caja que tenia justo al fondo de una repisa, esa era la caja que mas me preocupaba que vieran, era mi caja de ahorros, no solía dejar mucho dinero en el banco porque nunca se sabe cuándo uno caerá en bancarrota y me quede sin nada, como el dicho, nunca pongas todos los huevos en una canasta, el día que me fui al hotel por la amenaza de tsunami, me la lleve conmigo y ahora igual, saqué todo el dinero y lo metí en una funda de almohada, no sé cuanto era, pero creo que sería suficiente para ayudarme a llegar lejos de aquí. Todo en la mochila, caminé a la cocina para tomar algo de comer, dos botellas, las únicas botellas de agua que había en mi refrigerador, galletas, una barrita energética que había comprado en el viaje que hice con... en ese viaje. Lo metí todo en mi mochila y miré el reloj que había en la pared.
Solo había tardado 10 minutos en meterlo todo a mi mochila. Caminé a la puerta y le di una ultima vista a mi departamento.
Si algún día puedo, quisiera regresar aquí, a mi paz.
Salí y bajé las escaleras corriendo, sin importarme el ruido que pudiera hacer, de todos modos, ya me iba. De igual forma, salí por el lado del estacionamiento y con mi patineta, me aleje, no sé donde estaba la policía, no sé si me estaban vigilando o si son tan idiotas como para esperar hasta la mañana para comenzar a investigar, como sea, mientras más tarden en reaccionar, mejor para mí.
Ahora, la segunda fase de mi plan era, salir de la ciudad, alejarme de aquí, por lo que fui directo a la estación de autobuses, no sin antes, cambiar un poco mi apariencia.
Me acerqué a una gasolinera y entre al baño. Un baño sucio, con olor a que lo habían limpiado, pero aun así el olor a orina no se había ido del todo, pero, no importa. Me encerré en uno de los cubículos y saqué la ropa de mi mochila, un pantalón de mezclilla, una de las sudaderas, la chaqueta y los tenis, mientras que mi ropa del hospital la dejé dentro de la cisterna del excusado, solo el pantalón y la camisa, no los zapatos, esos me servirían para mi camino. Me puse la gorra y salí, me acerqué al espejo roto y sucio y me miré.
Me veía cansado, las ojeras debajo de mis ojos ayudaban en mi imagen de cansancio.
¿A qué punto he llegado?
¿Dónde quedo lo rutinaria de mi vida?
¿Cuánto tiempo podre seguir escapando de la policía?
Tal vez todas esas respuestas las encontraría con Elissa. Necesito encontrarla pronto.
-Pues date prisa
La voz femenina detrás de mi no me causo miedo, ni sorpresa, solo... nada.
Miré en el espejo hacia detrás de mi para encontrarme a una Claris sonriente, con un pantalón de mezclilla, botas, una sudadera negra y su cabello en una coleta, con los brazos cruzados, con una piel brillante y ojos totalmente contrarios a los míos, descansada y feliz.
-No pienso hablar contigo -cerré los ojos y suspiré
-¿Por qué no? -escuche cómo se acercó a mi hasta quedar a un lado mío -lo hiciste por meses
-Eres solo... mi imaginación
-Imaginación o no, soy la única persona que tienes, así que... te conviene hablar conmigo
-Cállate
-Como quieras
Para cuando abrí los ojos, ella ya no estaba. Suspiré profundo y continúe con mi camino.
No quiero hablar con ella, no quiero verla, ni escucharla, quiero eliminarla de mi vida por completo.
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Killer Parner (KimTaeHyung)
Teen FictionMi objetivo era encontrar a Elissa, descubrir quién era ella para poder descubrir quién soy yo, para saber de dónde vine, por qué tengo esta vida, por qué pienso de esta manera, quiero saber si en algún momento tuve o tengo a alguien que me ama real...