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Un día de invierno, estaba haciendo demasiado frío, la bruja Lia había salido a comprar cosas y los más grandes se encargaban de nosotros, los más pequeños, ellos preparaban la cena. Elissa y yo nos escabullimos a la cocina y tomamos dos cajas de leche con chocolate y una pieza de pan para después escondernos en las escaleras que daban al techo.

-Toma –ella me entregó la mitad de la pieza de pan y los dos comimos en silencio

-Cuando seamos grandes ¿Estaremos juntos? –pregunté

-Eso depende de ti

-¿De mí?

-¿Qué tanto quieres estar conmigo?

-Mucho, quiero que estés conmigo todo el tiempo, cuando podamos irnos de aquí, nos iremos juntos

-¿Es una promesa?

-Es una promesa

-¿Qué pasa si adoptan a uno de los dos?

-No importa –negué con la cabeza –donde sea que estés yo iré a buscarte

-¿Dónde quiera? –sonrió

-A donde sea, tendré un trabajo donde gane mucho dinero, te compraré una casa bonita y viviremos juntos por siempre

Ella solo me sonreía, sentada en un escalón más arriba que donde yo estaba.

-Es una promesa entonces

Había cumplido una promesa que no recordaba del todo.

-¿Tienes hambre? ¿Quieres darte un baño? Metí a la lavadora la ropa que había en tu mochila y ya está seca

-...Me gustaría

-Bien –sonrió

Caminó a mis espaldas para desatarme y después con una navaja que sacó de su pantalón cortó la cinta de mis tobillos.

Ella caminó delante mí, abriendo la puerta, apagando las luces y cerrando una vez que estuvimos fuera. Como lo había pensado, estábamos rodeados por bosque, a un lado del estudio había una construcción más.

-Tengo un pateo grande –dijo ella –hay un poco de bosque, pero más allá, está dividido, para evitar intrusos –comenzó a caminar hasta llegar a otra puerta –además, soy como un perro –sonrió y me miró –no me gusta que otros perros desentierren mis huesos

No entendí el comentario, ni tampoco le di mucha importancia, solo me di cuenta de que la barda a la que ella se refería estaba más cerca en la parte delantera de la casa donde ahora estaba su auto estacionado, era una barda alta, de unos tres metros, de ladrillo oscuro y con dos faroles en la entrada, con una reja negra elegante.

-Adelante –dijo ella dándome el paso a mi primero y haciendo que las luces de toda la casa se encendieran en cuanto sintieron movimiento

No era una casa grande, era pequeña, de un solo piso, pero era acogedora. 

-El baño está en la habitación, es la única puerta que hay en la habitación –dijo cerrando la puerta –tu ropa está en el baño, hay toallas, shampoo y jabón dentro, ve y yo preparare la cena por mientras

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-El baño está en la habitación, es la única puerta que hay en la habitación –dijo cerrando la puerta –tu ropa está en el baño, hay toallas, shampoo y jabón dentro, ve y yo preparare la cena por mientras

-Gracias

Ella caminó a la cocina mientras que yo iba a la habitación, directo al baño.

Una vez dentro, me quité mi ropa, abrí la regadera y entré. Dejé que el agua caliente recorriera todo mi cuerpo, disfrutando cada gota, sin apresurarme a salir, hace días que no tenía una ducha decente y quería disfrutar el momento, incluso lo disfrute un poco más cuando Elissa puso algo de música, al parecer tenia bocinas en toda la casa porque se escuchaba la música en la habitación. aunque no fuera la clase de música que escuchaba normalmente, el sonido era relajante, además de que lo tenía en un volumen bajo.

Al final, después de un tiempo bajo el agua y después de haberme lavado el cuerpo, salí del baño, con mi ropa lavada y ahora con un aroma a suavizante de telas y no a jabón barato de estación de trenes.

Me puse mis calcetines y no me puse zapatos, simplemente así. Salí de la habitación y ella seguía en la cocina. El aroma en la casa ahora era de comida.

-¿Mucho mejor? –preguntó sin levantar la cabeza del queso que estaba cortando en la isla de la cocina

-Mucho mejor

-Ven, siéntate y toma un poco de vino tinto, es bueno para la digestión

Me senté en uno de los bancos y tomé una de las copas que ya había cérvido con un poco de vino tinto.

-¿Vives sola? –pregunté

Tenía demasiadas preguntas, pero por el momento comencemos lento.

-Sí –sonrió –solo hay una cama, claro que vivo sola

-Me refiero...

-No, Tae, no estoy casada, ni tengo novio, ni nada de eso, solo yo, sola

Había mirado la ropa desde lejos, no había visto ropa de hombre, así que descarte el que estuviera casada, además de que no llevaba anillo de bodas, pero un novio no necesita tener su ropa aquí ni darle un anillo.

-¿Tu trabajo principal es ser bailarina?

-Sí, se gana bien, no mucho, pero es un buen trabajo, me gusta y me deja dinero –tomó un cubito de queso y lo comió -¿Qué me dices de ti?

-Soy secretario... era secretario

-¿Para quién trabajabas?

-Para Joshua Brown

-¿Para ese candidato?

-Sí

-Pensé que era buena persona, pero viendo que lo mataste, supongo que no

En ese momento me quede en silencio, mirándola y ella notó mi mirada porque me miró fijamente.

-¿Qué? –preguntó

-¿Crees que yo lo maté?

-En las noticias lo dijeron

-Pudieron haberme usado como chivo expiatorio

Al decir eso ella sonrió.

-Sé que fuiste tu

-¿No estas asustada?

Más que decepcionado con ella por el hecho de creer al cien por ciento que yo los mate, tenía miedo de que ella me temiera por ser un asesino.

-¿Asustada? –se dio la vuelta para revolver la comida que estaba en la estufa –más bien... orgullosa

-¿Orgullosa?

-Conozco a mi pequeño Tae, si te deshiciste de él fue por una buena razón –apago el fuego y se giró a la isla donde ya tenía dos platos para servir la comida que había calentado. Espagueti en salsa verde con queso encima -¿O no? ¿Me equivoco? ¿Lo mataste solo porque sí?

-...No –susurré

-¿Qué te hizo? –deslizo mi plato frente a mi

-Me gritaba, me arrogaba las cosas en la cara, los últimos días amenazo con correrme si no encontraba el error en un reporte que le había entregado, me dijo que había un error, varias veces, pero yo no encontraba nada, por más que lo buscaba, no encontraba nada

-¿Y qué paso después?

La miré de nuevo. No le diría lo de Claris, eso es totalmente innecesario.


Killer Parner (KimTaeHyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora