Corazón De Ceniza

La llamada

Al día siguiente, me encontré a los chicos al lado de la clase que me tocaba, estaban todos, Andrea, Aitana, Mathie, Josué y Marcus, y justo en frente se encontraba Dani, hablando con ellos.

Me acerqué a saludarles, y estuve hablando con ellos hasta q entré a clase, Dani también le tocaba conmigo por lo que entro detrás de mi.

Después de clase, Dani me dijo de quedar, aunque estaba dudosa si salir o no...

Iba por el pasillo, estaba literalmente lleno e intentaba no chocarme con nadie.

Me cruce con el chico de la otra vez, creo que se llamaba Nico, si no lo recuerdo mal.

Iba como siempre con un chándal y sin peinar, tenía los auriculares puestos, me daba curiosidad, pero tal y como me habló la otra vez, no creo que quiera hablar ahora, y menos conmigo.

Cruzamos miradas y se para en frente, con una sonrisa, me dice

—Hola, perdona, creo que eres la chica de ayer, disculpa por lo que te dije, me agobié con tanta gente...

—No te preocupes, está todo bien, —le respondí amablemente...

¿Por qué me dijo Dani que no debería hablar con él? No parece tan mal dicho como me dijo...

Más tarde, seguí recto hasta la salida y me quedé sin palabras con lo sucedido, no pensé que me pediría disculpas...

Pero en fin, ya veo que las personas no son como parecen ser.

Al final salí con Dani, y le conté lo que pasó esta mañana con Nico.

Dani enfadado, me seguía insistiendo que no debería juntarme con él... Pero, ¿por qué? Pregunté directamente hacia él...

—Porque es un chico con problemas, roba y fuma, y no quiero q te juntes con personas así, —respondió muy seguro de lo que decía.

Semanas después:

Nico, me empezaba a hablar cada vez más, y nos llevábamos mejor, pero a Dani no le hacía ni pizca de gracia.

Nico quiso llevarme a un lugar y yo sin dudarlo le dije que sí.

Era casi de noche, y me llevó unas montañas detrás del Instituto, no sabía la existencia de ese lugar, pero era maravilloso.

Íbamos por un camino de tierra, con muchos árboles floreados de color rosa y blanco...

Sorprendentemente, —me dijo —Este lugar es muy importante para mí...

—Yo le dije —Me alegro de ello, pero ¿Qué significa para ti?

Y él se quedó mudó, no me respondió.

Más tarde, —me dijo. —No tienes porque saberlo, disfruta y no preguntes...

Pensé en muchas cosas que podían ser:

Pasó tiempo con su familia aquí, venía los fines de semana con sus hermanos o él solo porque si...

Pero, ¿por qué no me quiere decir nada?

Dándole muchas vueltas, pero pensé, si no me lo quiere decir será por algo, es decisión suya y ya.

Nos sentamos en un banco en lo más alto de una montaña, había un paisaje precioso y no hablamos más durante todo aquel tiempo que estuvimos allí...

De repente me llamó un número extraño súper largo. +34 675 456 264...

¿Quién sería? Al no saberlo, no lo cogí.

Minutos después me llamó otra vez, y lo cogí.

—¿Diga? —dije asustada.

—Buenas, es usted la hija de Carmen Sierra, en esos momentos me asusté muchísimo y no respondí, me quedé en blanco.

—Perdone, ¿sigue ahí? —me dijo una voz ronca, de mujer...

—Si, si soy yo, respondí temblando y con la voz muy baja.

—Soy la Sra. Vega, médico de su madre, ha pasado algo, pero no se asusté...