A finales de invierno, llegué a la conclusión de que estaba deprimido, seguramente porque apenas salía de casa, pasaba mucho tiempo en la cama, casi ni comía, y dedicaba buena parte de mi tiempo libre a pensar en la muerte de mi hermana e indagar sobre ella, ya que eran vacaciones y no hacía otra cosa.
Como ya sabéis, soy el hermano pequeño de Laya, Mateo pero yo en especial prefiero llamarla Lala, para mí es más cariñoso y bonito y me hace recordarla incluso mejor aunque parezca una tontería.
Como os decía, apenas salía de casa por lo que me encontraba en ella, y me di cuenta de que mi hermana escribía desde que llegamos aquí por lo que decidí que a partir de ahora sería yo quién os escribiría con esta historia llena de intriga y envuelta en misterio.
Ya habían pasado dos semanas de su muerte, y no teníamos novedades de la policía.
Enterramos a mi hermana días después de encontrarla y para nosotros no fue nada fácil.
Mamá sigue sufriendo y todo le recuerda a ella y yo aunque parezca un cani de mierda también tengo sentimientos y no lo estoy llevando muy bien que digamos, me acuerdo mucho de ella y saber que ya no estaba aquí a mi lado se hacía muy duro. Las cuatro paredes que me rodean se me venían abajo a cada instante por el simple hecho de que ella ya no estaba y no volvería jamás.
Esto de no saber nada me agobiaba y llegaba a un punto de estrés demasiado alto para mi, quería saber sobre ello, ¿qué le pasó realmente a mi hermana? ¿Qué nos ocultaban?
Nadie nos decía nada y yo seguía en mis pensamientos de que mi hermana no se podía a ver quitado la vida.
Llamarme cotilla o un simple idiota pero de vez en cuando la espiaba, leía las cosas que escribía y en parte, todo lo que sufría yo estaba al tanto.
Ella a lo mejor no sabía nada pero yo siempre estaba pendiente de ella a pesar de todo lo pesado y jodido que podía llegar a ser.
Mamá y yo nos mudamos una vez más, seguíamos en la misma ciudad pero algo lejos de aquella casa vieja llena de recuerdos sobre ella. Yo seguía yendo al mismo colegio y este año acabaría y empezaría el Instituto.
A principios del año me graduaba y comenzaba con un buen comienzo en el instituto. Cómo me fuera gustado que Lala me hubiera visto en el instituto junto a ella... Pero no pudo ser así.
Mal bicho ese miserable que le hizo eso, yo no pensaba que fuera sido ella, no podía haberlo hecho a pesar de todo ese dolor y ese estado en el que se encontraba.
Juro que algún día averiguaré algo. Para mí, su muerte fue muy extraña y había cosas que no me cuadraban.
A pesar de su estado, no entendía nada. Antes de su muerte lo último que hizo fue tomarse un cigarro, que en ese momento se encontraba al lado de aquella carta que escribió cubierta en cenizas y llena de sangre pero, ¿de dónde salió toda esa sangre? A simple vista mi hermana no tenía ninguna herida ni rasguño por lo que no entendía como podía encontrarse ensangrentada de tal forma.
El móvil se encontraba justo en el lado derecho del escritorio, el lado contrario de la carta y estaba encendido, con una foto de Enid y ella que me resultó algo bastante raro pero no le llegue a dar importancia.
A través de la ventana solo se veía oscuridad y tristeza de esa noche y lo peor de todo fue que yo no pude hacer nada para evitarlo e incluso sabiendo del estado que ella se encontraba.
Dicho así, su muerte no me cuadraba de tal forma como ella nos quería decir. ¿Qué ocurrió en realidad?
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Corazón De Ceniza
JugendliteraturUna historia de amor, amigos adolescentes y muchos dramas... Lay cada vez más cerca de la muerte y rota por ese sentimiento destruido. Enid dolida pero jugando con sus sentimientos. ¿Que será de ella? ¿Que pasará con Enid? Puede que todo acabe bi...