Estaba más tranquila de lo que yo pensaba, no me importaba tanto mi muerte. Procesando lo que me contó Axel, me daba igual morirme.
Axel, me dijo como lo podríamos evitar y de la única forma era hablar con Enid y tener una buena relación con ella...
Eso si que me importaba más e incluso me afectó un poco cuando me lo dijo. Todavía no la olvidé, yo la amo, y ahora volver a juntarme con ella me jodería más aún.
Te quiero... Se me venía una y otra vez a la cabeza.
Pero todo era por no morirme, Axel me insistió y me obligó a hacerlo.
Le dije que hablaría mañana con ella cuando se hiciera de día pero que tenía que volver a la cabaña, Nico estará muy preocupado.
Rápido, me llevó a la cabaña y no lo volví a ver más, Nico algo asustado, le dije que fui a por algunos cigarros más porque se habían acabado y no me preguntó nada.
Estaba agotada pero no pude pegar ojo en toda la noche. Tenía que hablar con Enid y eso si que me iba a costar... Pero tenía que hacerlo quiera o no.
De noche me planteé lo que le iba a decir y así fue. Escribí en las "notas" del móvil pero más tarde pensé que no iba a salir como quería y que sería una perdida de tiempo.
Entre una cosa y otra amaneció, le escribí un mensaje a Enid aunque me costó demasiado.
—Hola Enid, me gustaría quedar contigo durante la mañana, tenemos que hablar. Avísame cuando puedas y vente para mi casa.
Después de ese maldito mensaje, ella me contesto minutos más tarde.
—Vale a las 11 estoy allí, nos vemos.
Esa fue su respuesta y la iba a volver a ver. Sentía algo muy fuerte por ella todavía y eso me aterraba por no saber controlar la situación y controlarme yo misma ante ella.
Siendo así yo no sabía como iba a salir todo, se acercaba la hora y cada vez me ponía más nerviosa.
Mi hermano entró en mi cuarto sin ningún permiso y me dijo que me tenía que ir de casa porque iba a traer a sus amigos, los canis. Yo en ese instante le mandé a la mierda y discutimos a más no poder.
Mientras discutimos sonó la puerta. Fui a abrir y... Era Enid, mi hermano se impresionó y miraba algo mal a Enid y yo sin decir ni una palabra la saludé con la mano.
Al final me echó de casa el mierda de mi hermano pero bueno, Enid y yo nos pusimos a caminar mientras hablamos.
—Enid, leí tu carta y... No quiero que dejemos de hablar pero es que no sabía como reaccionar a aquella situación que me apuraba.
—No te preocupes, lo entiendo, —me respondió ella bastante nerviosa.
Llegamos a un parque y decidimos pararnos ahí para hablar mejor.
—Solo tu eres capaz de destruirme Lay, solo tu eres capaz de ponerme así como estoy ahora, temblando e híper nerviosa, y solo tu eres capaz de hacerme feliz... —me dijo.
Sin saber que decir, eso me llegó muy profundo. Yo la seguía amando desde aquellos días que pasamos juntas en el hospital, la seguía queriendo a pesar del dolor. Era inhumano perdonarla pero no podía controlar mis sentimientos.
Yo no supe responderle...solo podía hacer una cosa. Era una locura, y sentía que se moría de ganas de besarme, la notaba inquieta, temblando y muy nerviosa.
La sentía cada vez más cerca.
—Enid yo, te... Justo en ese momento me susurró en el odio.
—Yo también Lay, yo también...
Era doloroso pensar lo que estaba haciendo pero no podía evitar quererla.
Con su preciosa sonrisa, se volvió a acercar a mi y yo estaba en tensión, tenía un calor que me subía hasta la cara, estaba a gusto y la sentía cada vez más a mi.
—Eres mía enana...
Su voz tan bonita, su sonrisa al mirarme y sus ojos profundos de perdón, de arrepentida y de querer hacer lo correcto.
No me podía resistir más, ella conseguía sacarme de mis casillas, no sabía si me arrepentiría después pero nos besamos, su boca junto a la mía, y yo débilmente seguía con esos labios mojados, con pasión sentía algo precioso, esa herida abierta e intentando sanar y ese amor tan fuerte que sentíamos una a la otra.
Ella muy juguetona intentó ir a más pero me negué, estábamos en un sitio público aunque si no fuera por eso me fuera dejado llevar sin dudarlo.
Después de aquello, hablamos de lo que le tenía que decir realmente y me dijo que hablaría con ellos y que no pasaría nada, que no me preocupase.
Eso no me importaba pero después de esa sorprendida mañana, me quedé con ella a comer y estuvimos toda la tarde juntas.
Saqué un cigarro y me lo puse en la boca, le di una calada, sabía tan bien... Después de haberme quitado la poca dignidad que me quedaba era en lo único que pensaba.
Enid se quedó impresionada y me dijo...
—No deberías meterte esa mierda Lay, eso no es bueno.
Pero aunque ella me seguía hablando yo solo le pegué otra calada, iba a seguir fumando a pesar de lo que ella me diga.
Más allá de eso, lo solucionamos todo y quedamos bien. No sabía en que momento estaba con Enid pero si sabía lo que sentía.
El día se acabó muy rápido estando con ella y ya cerca de la noche me fui para casa.
Llegué y estaba todo patas arriba, mi hermano y sus amiguitos habían montado una fiesta por toda la casa.
—¡Matii!! —le dije cabreada,gritando por todos lados.
Lo busqué por toda la casa, y no había nadie, por lo que me tocó a mi limpiarlo todo antes de que llegue mi madre protestando del trabajo.
Al terminar me encontré ese papel de la cabaña de aquel sueño.
Lo mire bien y era el mismo, más tarde de eso dejé las paranoias y me hice un cigarro.
Las cenizas caían en el escritorio, sabiendo sin temor que mañana era el día y que si Enid no fuera solucionado nada, mañana sería mi muerte...
...¿Todo se acabaría aquí?...
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Corazón De Ceniza
Teen FictionUna historia de amor, amigos adolescentes y muchos dramas... Lay cada vez más cerca de la muerte y rota por ese sentimiento destruido. Enid dolida pero jugando con sus sentimientos. ¿Que será de ella? ¿Que pasará con Enid? Puede que todo acabe bi...