39. Xiaoting dice, Xiaoting ve

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15.12.2021

[...]

—¿Quién hace tanto ruido a estas horas?— Preguntó Suyeon, tapándose los oídos fuerte, cada vez el ruido era más fuerte que antes —¿Y tú cómo puedes dormir tan bien?—  Hizo otra pregunta, esta vez hacia el cuerpo durmiente de Yaning que estaba a su lado, ella estaba bien molesta con el ruido y ahí estaba Yaning como si nada, siguiendo con su lindo sueño.

Suyeon no sabía de dónde venía, por lo que eso la intrigaba más. Como buena persona curiosa que es, decidió que era una buena idea ir a ver e intrometerse en el asunto ajeno que se le asomó.

Con mucho cuidado, se movió del lado de la peli gris, cuando estuvo ya afuera, las manos que reposaban sobre las suyas, las dejó a un lado de la cama.

No se fue sin dejar la manta sobre el cuerpo de Yaning que seguía como si nada estuviera pasando a su alrededor.

Pues claro, como había estado trabajando tanto, tal vez su sueño tan profundo no la dejaba escuchar mucho a su alrededor, esto Suyeon lo entendía y por eso la dejaba bien tranquila en su puesto, sin moverla mucho y dejándola bien tapada entre las mantas, era su forma de recompensar el vacío que probablemente sentiría si es que se despertara y no la ve ahí.

Al salir de su departamento con el mismo silencio que ha estado llevando, inmediatamente sintió el ruido aún más potente. La puerta de Wen Zhe estaba abierta, bingo. Ahora sólo le quedaba entrar y chusmear.

—¡Aló!— entró como si fuera su casa, al entrar ve a Rui Qi y Hikaru jugando en el piso incómodas, ni se habían dado cuenta de la presencia de Suyeon con el ruido, por lo que siguió caminando—¿Wen Zhe? ¿Dayeon?— preguntó al aire y comenzó a caminar hacia donde sus oídos la guiaban.

—¡Oh! ¡Hola, Suyeon!— escuchó a Wen Zhe desde un lado más adentro, gritaba para ser escuchada.

—¿¡Wen Zhe, qué haces!?— entró a esa habitación —¿¡Qué es eso!? ¿¡Xiaoting eres tú!?—

En eso, Wen Zhe para lo que hacía con el aparato, mira a Suyeon como si estuviera molesta, colocando sus brazos en forma de puño.

—Xiaoting me tiene de esclava— dijo sin darle mucha vuelta.

—¡Tú rompiste la pared!— dijo desde el otro lado del agujero.

—¡Pero tú me estás obligando a hacerlo de inmediato! ¡Acabas de llegar hace una hora!— le reclamó enojada, sus puños eran notables y su rostro molesto también.

—¡Uno, no llegué hace una hora! ¡Dos... Pues claro que quiero esto rápido, ni loca quiero ver cuándo vas al baño!— Xiaoting hizo una mueca en su rostro —¡Dios que asco, y de seguro Rui Qi me tira cosas para acá como la basura!—

—No es mala idea...— cambió ese enojo de repente.

—¡Ni lo pienses!—

—Bueno, bueno— Wen Zhe volvió a tomar el aparato y se agachó nuevamente, Xiaoting también estaba trabajando del otro lado, el sudor estaba en la frente de las dos y las caras de desagrado también —Lo siento mucho, Suyeon, de seguro venías a decirme que pare porque no dejo dormir a tu reina invernadera allá, pero incluso esto va a ser mucho más fuerte que antes—.

—En realidad, es porque estaba curiosa de qué mierda pasa—.

—¿No te dijeron que la loca de su novia rompió mi pared?— Xiaoting miró molesta.

—Sí, escuché algo de Bahiyyih, pero no pensé que fuera tamaño humano—.

—Rui Qi caía— después de eso, Wen Zhe comenzó a hacer sonar el aparato y lo empleó por unos cortos segundos.

En ese corto tiempo Suyeon saltó en su lugar y sintió el grito de miedo en las dos niñas que estaban en la sala. Lo paró para voltearse a Suyeon de nuevo cuando se dio cuenta de que tenía un plan mejor.

—Suyeon, ¿Es mucho pedirte que te lleves a Hikaru y Rui Qi contigo?— preguntó Wen Zhe mirando con ruego, por primera vez su mirada estaba relajada.

—Cierto... Han estado muy inquietas, ¿Las puedes llevar con Bahiyyih y contigo?— Xiaoting se le unió, también relajó todo su cuerpo —De seguro estarán más cómodas con adultas y todas juntas—.

—¿Y Dayeon? ¿Yurina?—

—Dayeon está comprando y Yurin, según Xiaoting fue a buscar su pago... Inexistente porque la estúpida ni se mueve— le respondió Wen Zhe, Xiaoting iba a reclamar lo último, pero no tenía mucho que decir.

—Oh... Está bien— aceptó gustosa, al darse vuelta, Wen Zhe comenzó de nuevo con el molestoso ruido.

—Sury...— Hikaru se abrazó a la mayor, tomando el cuello de su camisa entre sus pequeñas manos y cerrando los ojos —¿Cuándo va a parar de hacerlo?—

—No lo sé— respondió, sus voces con suerte se escuchaban.

—Niñas— Suyeon llegó en frente de ellas como si fuera una heroína, estás dirigieron su vista hacia arriba y miraron curiosas —Vengan, las llevaré a un lugar mejor—.

Rui Qi iba a rechazar, pero como Hikaru saltó con entusiasmo a uno de los brazos de Suyeon, no le quedó otra opción que seguirla, no se iba a quedar sola ahí con miedo. Suyeon tuvo que acomodar bien a las dos niñas, una en cada brazo y que se afirmen bien de ella.

—Esa casa no creo que sea un lugar muy maravilloso— comentó Rui Qi, cosa que prefirió ignorar y solo continuó caminando.

Continuó de esa forma hasta llegar a su puerta que por suerte dejó abierta, por lo que sólo tuvo que patearla para entrar. Allí adentro estaba Yaning mirando extrañada la escena, se notaba que despertó después de que el ruido continuó, cuando iba a hablar para explicar la situación mientras con su pie tomaba la puerta para cerrarla, escucha otra voz desde afuera de su departamento.

—Espera— era Yujin, paró cada uno de sus movimientos —¿No puedes tener también a Myah?—

—¿Qué? ¿Por qué a todas se les ocurre verme la cara de niñera cuando saben que con suerte me acuerdo de la mía?— buen punto y excusa, Suyeon, pero ni siquiera te acuerdas de la tuya.

—Yo ahora tengo una reunión y necesito ir a otro lugar, Cai Bing tiene turno a esta hora, por favor— la pequeña Myah estaba aferrada al cuello de Yujin con miedo también.

—Todo por culpa de Wen Zhe— comentó, ofreciendo su cuerpo para que Myah también se agarre, la menor de todas no le quedó otra opción que agarrarse del cuello de Suyeon y quedar colgando —Dios, ¿Por qué todas salen justo ahora? ¡Yo no me hago responsable de lo que les suceda aquí dentro! ¡Me caigo!— Se quejó perdiendo un poco el equilibrio.

—Gracias... Aunque no confío mucho en tí, pero como sé que está Bahiyyih aquí...— apuntó a la niña que estaba abrazada a la pierna de Yaning también mirando extrañada la escena.

—Sí... Creo... Solo creo... Que estará todo bien, espero—.

Yujin se encargó de cerrar la puerta por Suyeon que estaba totalmente ocupada de cada brazo y su fuerza, lo hizo con una sonrisa de esperanza, de poca, ya que veía como cada una se aferraba más en caso de que Suyeon no se las pueda más.

—¿Qué pasa?— preguntó finalmente Yaning.

—No traje soluciones, pero traje bebés nuevos— se agachó para dejar a las tres niñas en el suelo al mismo tiempo, volviendo a sentir que su cuerpo estaba liviano —Hay que entretenerlos mientras el mundo de la casa de Wen Zhe se destruye—.

—¿La casa de Wen Zhe se destruye?—

—Y el mundo de los bebés también... ¡A celebrar!—

¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora