43. Yurina piensa, Yurina sí piensa

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19.12.2021

[...]

—Yuri~— llamó Xiaoting, teniendo su cabeza recostada en la mesa, mientras Yurina le hacía cariños en el cabello.

—¿Sí?— Despegó su vista del teléfono, mirando la parte trasera de la cabeza de Xiaoting.

—Si Suyeon y Yaning se casan, ¿Cómo vestiría Hikaru?— preguntó mirando a la niña que jugaba con un juguete cualquiera, lanzándolo hacia los sillones y volviendo a tomarlo, para volver a lanzarlo y así sucesivamente.

—Muy audaz de tu parte pensar que nos van a invitar— Yurina dio un comentario un tanto gracioso, pero muy cierto y daba para pensar.

—Sí lo harán... Espero, o sea... Conozco a Suyeon desde que comenzamos a trabajar y ellas casi no tienen amigos, de no ser porque la verdad es que Yaning por lo menos no tiene ninguno que yo haya visto, ¿Por qué no lo harían?— Volteó su cabeza para ver mejor a Yurina que sonreía como diciéndole que estaba equivocada.

—Aunque yo creo que Hikaru sí estará invitada— Dijo como si lo consolara.

—Y la hija muy pequeña no puede ir sin la madre—.

—Exacto— Juntaron sus manos con una sonrisa, idearon la estrategia perfecta —¿Y para qué quieres saber cómo se vería Hikaru con un vestido? ¿No crees que se vería bien con cualquier basura que le pongamos?—

—Claro que sí, solo que me pongo a pensar si nos va a golpear o no, si le gustará o qué color— Hablaba con ilusión, mientras veía a Hikaru golpear el juguete y agitarlo con agresividad, sonriendo y riendo como si no hubiera algo más divertido.

—Que tierno que pienses que ella va a ser una damita. Sí nos golpeará— Afirmó Yurina, sonando muy positiva aunque no debería —Aunque no por el vestido, si no por alejarla de casa mucho tiempo y estar entre mucha gente vieja, probablemente, a Hikaru nunca le ha gustado estar con gente que no conoce—.

—Bueno... Hay una iglesia cerca, la fiesta probablemente sea en su casa y el patio que tenemos, ¿O acaso se van a casar en el Vaticano?— Preguntó con burla en su voz, probablemente Suyeon lo pensó, rodó los ojos hacia la posibilidad que sea cierto.

—Todavía ni siquiera sabemos si eso va a pasar, yo creo que Suyeon se va a mandar otras 10 estupideces antes de hacerlo— Miró su teléfono por si llegaba alguna notificación.

—No me hables de lo idiota que es, de solo imaginarme esa propuesta creo que estoy vomitando ahora mismo— Volvió a rodar sus ojos con la burla en su voz —Yaning mirando como loca enamorada, es la única maldita cara que sabe hacer aparte de la de amargada, y Suyeon hablando con tartamudeos, porque es idiota y seguro escribió que diría en una hoja que se le olvidó en la casa. Simplemente quiero vomitar ahora—.

—No creo que alguien que vomite ante esa imaginación de una propuesta de matrimonio deba estar en la misma boda— Yurina se notó sarcástica mientras miraba el teléfono —Y si vas a vomitar, por favor que sea en el baño y cuidado de romperlo otra vez que nos quedamos sin otra pieza... Y no conviene que sea el baño—.

—Hablando de habitación— Xiaoting enderezó su cuerpo en la silla y posó ambas manos en la orilla de la mesa —¿Wen Zhe ya arregló lo que se le volvió a romper en mi pared tan preciada que ella arruinó?— Resaltó la palabra "Mi" y después el resto de la oración la dijo entre dientes.

—Ve a ver, escuché el martillo, pero no vi nada— Yurina en el fondo supo que su frase sonaba sin mucha coherencia.

—Está bien— Se levantó de la silla, haciendo un fuerte ruido que llamó la atención de Hikaru por solo un segundo, y se dirigió hacia esa habitación.

—¿Mhm?— La pequeña Hikaru dejó de jugar por ver a su madre caminando de brazos cruzados y un rostro enojado, luego solo la ignoró para volver a golpear el juguete.

—Veamos...— Expresó cuando se iba a acercando, al entrar, ve que la pared estaba totalmente sellada, sin embargo, había un detalle, la pequeña Rui Qi estaba sentada mirando hacia Xiaoting inocente, con un poco notable puchero tierno, justo en frente de dónde estuvo aquel agujero —¿Qué haces tú aquí?—

—Vengo por mi dulce— respondió con un tono inocente, Xiaoting sabía que no lo era.

—¿Cómo pasaste y de qué maldito dulce hablas?— Xiaoting se cruzó más de brazos.

—Pasé antes que lo arreglaran. Y Hikaru me prometió un dulce—

—Dios, ¿Y tus madres no te dan ya los suficientes dulces como para que estés en mi casa pidiendo?— En esa pregunta, los ojitos de Rui Qi bajaron al piso y Xiaoting se golpeó mentalmente.

—Sí, pero... Dijeron que ya no pueden hacerlo, al rato llegó Hikaru y me dijo que ella me daría— Después de eso, la peli azul pequeña hizo un puchero que adornaba su rostro, Xiaoting se sintió culpable de lo que dijo y odiaba sentir eso por alguien como Rui Qi.

—Te entiendo— Xiaoting se acercó a ella, pareciendo compasiva y tomó a Rui Qi entre sus brazos —Te llevaré con Hikaru y tus dulces, ni se te ocurra quejarte de algo y menos que te tenga agarrada así— Dijo comenzando a caminar hacia afuera de esa habitación con destino a la sala de estar.

—¿Para qué lo haces?— Preguntó dejándose llevar.

—Porque me diste lastima—.

—¿Sientes lástima por la gente?— Preguntó burlona y jugando —Wow, me sorprendes cada vez más, vecina dominada y molestosa— En realidad, Xiaoting sentía más lastima por las otras personas, que las otras de las personas habitando ahí, por eso solo se limitó a reír ante las palabras juguetonas de Rui Qi.

—Bien, Yurina, ¿Puedes darle un dulce a Rui Qi?— Comenzó a canturrear cuando llegó a la sala, bajó a Rui Qi de sus brazos y rápidamente Hikaru se le tiró encima en un abrazo.

—¿Rui Qi?— Yurina movió su cabeza hasta que la vio abrazando a su hija, derritiéndose en el interior por esa tierna escena —Ah, claro, ven aquí, tenemos muchos, a Xiaoting le regalaron una bolsa entera— Dicho esto, se acercó a la bolsa que estaba cerca suyo y Rui Qi corrió hacia ella.

—Karu— Xiaoting paró a la pelinegra pequeña que también iba a ir, esta paró extrañada y su madre se agachó a su altura —¿Wen Zhe con Dayeon te dijeron que le des dulces a Rui Qi para comer?— Preguntó susurrando despacio.

—Ehh... Sí— Asintió despacio con su cabeza.

—Ya, lo entiendo— Se levantó y miró a la niña que estaba recibiendo el dulce alegre, luego miró a Hikaru, finalmente solo le quedó suspirar ante lo que iba a hacer —Rui Qi, le iré a avisar a Dayeon que comerás aquí... Y no me digas que no— Caminó hasta una estantería.

—¿Ah?—

—Y después le llevarás esto— sacó un pocillo desde esta y dejó plantado en la mesa —Ahora... Permiso— Rui Qi solo tuvo que limitarse a asentir con su cabeza y mirar a Xiaoting salir por la puerta.

¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora