23. Suyeon sí piensa, Suyeon dijo que me crean

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29.11.2021

[...]

Xiaoting tocó desesperadamente la puerta de Suyeon, como la puerta no fue abierta a los dos segundos, comenzó a tocar más fuerte, incluso pensaba hasta en tirar la puerta abajo.

—¿¡Qué maldición quieres!?— Suyeon abrió la puerta después de tanta insistencia —¡No estoy para soportarte un día domingo por la mañana! ¡El clima está muy bonito para que me lo nubles!—

—¡Déjate de frases filosóficas baratas y respóndeme!— Xiaoting decidió hacer un momento de silencio para ver las distintas caras, adentro estaba Yaning mirando su teléfono mientras Bahiyyih jugaba con el plato de plástico al lado suyo y luego enfrente tenía a Suyeon mirándola con cara de pocos amigos —¡Di algo!—

—Estoy esperando que me digas que
malditas te pasa-— Suyeon estaba a nada de cerrarle la puerta en la cara.

—No sé dónde están Yurina y Hikaru, ¿Sabes dónde pueden estar? ¿Las viste hace poco?— confesó Xiaoting desesperada, un momento de silencio ocurrió antes de que Suyeon comenzara a cerrarle la puerta como quería —¡No estoy bromeando, en serio!-— evitó con su mano que Suyeon le cerrara en las narices.

—¿Cómo no puedes saber dónde están tu esposa e hija?— Suyeon volvió a abrir la puerta ampliamente —O sea, te creo Hikaru, pero ¿Yurina? ¿Me estás tomando el pelo?—

—¿Tú sabes cuándo voy a tomarte el pelo?—  Xiaoting apuntó su dedo directo a Suyeon —Ahora mismo si no mueves tu trasero y me ayudas—.

—¿Y por qué tengo que ayudarte?— Xiaoting miró mal en respuesta a eso y Suyeon la pensó —Está bien, solo porque Hikaru me ama—.

—¡Oye tú maldita amargada, también te hablo a ti!— Yaning que estaba tranquila tratando de pasar desapercibida, saltó en su lugar al escuchar ese grito —¡Ven aquí antes que te corte las patas!—

—¿¡A quién le dijiste amargada!?—

—¿¡A la vecina!?— esa frase tomó su muy buen sentido en ese momento por primera vez —¡Ven aquí ahora!—

—¿Y qué quieres que haga?— se levantó de su asiento hasta llegar a la puerta, de mala gana, como siempre.

—Tal vez seas más de ayuda que Suyeon, espero— Xiaoting se volteó, quedando frente a la puerta de Cai Bing y Yujin.

—¡Entonces por qué me pediste ayuda si no sirvo!— Suyeon se quejó.

—Porque entre más presencias mejor, aunque la tuya sea insignificante—.

—Veamos— Suyeon como bala, se fue
hacia un lado, exactamente para la salida del edificio, queriendo demostrar que puede hacerlo ella por sí sola, el resto simplemente la dejó irse.

—¿Vas a preguntarle a Cai Bing?—

—No pierdo nada preguntando, aunque tal vez me cierre en la cara o me tire una patada— dicho esto, Xiaoting tocó la puerta de Cai Bing lo más fuerte que pudo, por si eran sordas como la otra vez —¿Puedes ir a preguntarle a Wen Zhe?—

Cai Bing no tardó mucho en ir a recibir a la puerta después de que Yaning fue a hacer lo pedido, cuando vio a Xiaoting parada de brazos cruzados, rápidamente intentó cerrarle.

—¡No otra vez!— Xiaoting pidió colocando su mano en medio, la diferencia está en que Cai Bing fue más bruta que Suyeon.

—¿Qué quieres?—

—Me preguntaba si viste a mi esposa y a mi hija— intentó sonar lo más normal posible, para no espantar a Cai Bing.

—Ehh...— Se quedó pensando porque en realidad no se acordaba de cómo eran el rostro de ambas, ni siquiera se acordaba si conocía a Yurina, aparte de la vez que solo llegó a tirar a Xiaoting de la oreja.

—¿¡Cómo que perdiste a Karu!?— la pequeña Rui Qi llegó a golpear a Xiaoting de repente, ya habían sido avisadas y lo primero que le pasó por la cabeza a Rui Qi, fue eso.

—¡Oye!— Xiaoting rápidamente se alejó para tomar las manos de la niña y evitar ser golpeada.

—¡Te felicito!— Wen Zhe se burló de ella.

—Hablo en serio que estoy preocupada, solo quiero saber si han visto a alguna de las dos— Xiaoting habló con dificultad por el forcejeo de Rui Qi-—¡Déjame en paz o cuando vuelva Hikaru, te prohíbo la entrada a mi casa!— inmediatamente Rui Qi paró de hacer fuerza.

—No, no las he visto— respondió Wen Zhe y alejó un poco a Rui Qi tomándola del brazo.

—Yo tampoco— respondió Cai Bing, en ese momento se odiaba a sí misma por ser una buena persona —Pero te puedo ayudar si gustas—.

—Yo no te puedo ayudar, tal vez después que almorcemos— Wen Zhe le dijo no queriendo sonar muy pesada o mala persona, sabía que Rui Qi quería buscar a Hikaru por donde sea, pero le intentaba enseñar lo importante de la hora de almorzar —Cuando terminemos y aún no aparecen, lo voy a pensar muy seriamente—.

—Bien...— respondió Xiaoting sin mucho ánimo.

Wen Zhe al darse la vuelta, se topa con Yaning, lo que mejor se le ocurrió es dejar un golpe en su brazo, ni siquiera un "gracias por avisarme" a la forma que Wen Zhe lo hace. Después se pierde dentro de su casa.

—Bien... Podemos empezar a...—

—¡Miren!— sorpresivamente, Suyeon llegaba con nada más y nada menos que con Hikaru en sus manos, estirando sus brazos para que la vean mejor de lo que ya se aprecia —¡Siempre volverá a mí, lo dije!—

—¿¡Cómo!?— Xiaoting se sorprendió e intentó tomar a Hikaru, pero Suyeon la alejó, dejandose ella con la niña —¿Y Yurina?—

—No lo sé— Suyeon comenzó a dar vueltas mientras Hikaru se aferró a ella y comenzó a reír.

—Hikaru, ¿No sabes dónde está tu otra madre?— intentó acercarse para poder mínimo hablar con su hija que parecía divertirse más de lo que creía.

—No— respondió sonriente, en medio del abrazo de Suyeon, estiró una de sus manos para tomar la de Xiaoting con la pequeña suya —Creo que se escondió en un arbusto—.

Cuando Xiaoting intentó alejarse para ir en busca de Yurina, Hikaru tira de ella cuando Suyeon da una vuelta. La última mencionada estratégica hace que Xiaoting (por milésima) llegué al piso, más suave que muchas veces antes.

—Creo que nos toca a nosotras buscar a Yurina— Yaning miró hacia Cai Bing que le parecía divertida la escena, como si le gustara ver las desgracias de Xiaoting.

—Eeh...— la pensó bien, con Yaning no recordaba haber tenido ningún problema y con Yurina tampoco —Está bien...— lo último que vio Cai Bing, es cómo Hikaru estaba abrazada a Xiaoting en el suelo y Suyeon tiraba de los pies de la alta para llevarlas en conjunto, llegaba a pensar que parecía arrastre de un cuerpo muerto.

¡𝐕𝐄𝐂𝐈𝐍𝐀, 𝐒𝐔 𝐇𝐈𝐉𝐀! ' 𝗚𝗣𝟵𝟵𝟵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora