MISIÓN Campamento

CAPÍTULO 21: JUNTOS

Dos meses habían pasado desde nuestro reencuentro.

Cualquiera que nos veía juntos creía que ya éramos novios.

Quizás era por nuestras miradas, por nuestra cercanía, por la forma en que nos hablábamos, por la confianza que nos teníamos.

Lo cierto era que no lo éramos.

Sabía que debía ser yo quien diera el siguiente paso.

Enzo esperaría hasta que yo lo creyera necesario.

Esa noche hablé con mis padres para escuchar su opinión.

- Nosotros te apoyamos Giuly- dijo mi madre- Enzo es un buen muchacho, vemos que te quiere y respeta, además de que ama a Dios...

- Han sido maduros en esperar estos meses para conocerse, aunque era evidente desde el primer día que terminarían juntos- agregó papá con una sonrisa.

- Gracias por apoyarme siempre.

Los dos me abrazaron con fuerza.

- Te queremos hija.

Le envié un mensaje a Enzo pidiéndole que nos encontráramos a las cinco en el café de la Plaza San Martín, ese pequeño bar donde nos reencontramos hacía dos meses.

Faltaban pocos días para Navidad. Las calles del centro se encontraban decoradas con luces y estrellas navideñas. Las galerías y paseos de compras estaban llenas de personas. Las jugueterías y tiendas de ropa se encontraban abarrotadas de compradores adquiriendo los regalos para hijos y familiares.

Esperé a Enzo en la esquina donde nos encontramos por primera vez.

Me puse un vestido corto floreado con unas sandalias bajas y recogí mi cabello en una coleta porque hacía mucho calor.

- Giuly- dijo a mis espaldas esa voz tan querida para mi.

Al voltear me encontré con su hermosa sonrisa. Esa que ya era parte habitual de mis días.

Nos saludamos con un beso. Al acercarme pude percibir su perfume que tanto me encantaba.

- Perdón, ¿hace mucho que esperas?

-No, recién llego.

- Me encanta tu vestido.

- Gracias.

Los dos nos miramos en silencio

- ¿Te parece si tomamos algo fresco?- propongo

- Seguro.

Entramos en el bar donde la mesera que nos atendió la vez anterior se acerca a dejarnos la carta del menú.

Pedimos unos licuados y un tostado.

Conversamos y reímos animadamente.

Cuando nuestros pedidos llegan a la mesa, se produce el típico silencio de comenzar a comer.

Aprovecho ese momento para extender sobre la mesa un sobre.

- ¿y esto?

- Ábrelo.

Enzo sujeta el sobre entre sus manos y me mira confundido.

- ¿Qué estás tramando Giuliana?- dice mientras lo abre.

Cuando saca el papel de adentro sus ojos se llenan de lágrimas.

(SI ESTÁS DE ACUERDO, YA NO QUIERO ESPERAR MÁS)

Levanta la mirada enrojecida y asiente.

Da vuelta el papel y sonríe ante lo que dice del otro lado.

¿QUERES SER MI NOVIO ENZO? PORFI

Suelta una carcajada mientras seca sus lágrimas.

Siento mojadas mis mejillas también.

Estira su mano abierta sobre la mesa, imito su acción y coloco la mía sobre la suya y la aprieta con fuerza.

- Te amo- dice son esa voz grave y dulce- Claro que acepto.

- Te amo Enzo.

Luego de merendar salimos a caminar por las calles del centro. Vamos tomados de la mano, sonriendo y felices porque ya no tenemos que esconderle a nadie lo que sentimos.

Enzo se detiene al llegar a la esquina de la plaza frente al cabildo.

Se coloca frente a mi y con una hermosa sonrisa en el rostro me dice:

- Ese día que te vi con tu padre, parada aquí en esta misma equina... no podía dejar de pensar que Dios había sido tan bueno conmigo al volver a cruzar nuestros caminos... y ahora, ya eres mi novia... así que, si me permites... - dice acercándose cada vez más a mi rostro.

- ¿Vas a besarme delante de toda esta gente?- susurro cuando está cerca de mis labios.

- ¿No quieres que lo haga?- pregunta detenido a centímetros de mi boca.

- Nunca he besado a nadie.

- Tampoco yo. Pero nadie tiene que saberlo- susurra y los dos reímos.

- Te amo Enzo.

- Te amo, Giuly.

Sus labios son tan suaves sobre los míos. Cierro mis ojos para disfrutar de esa cercanía, Mi primer beso.

Cuando abro los ojos me encuentro con la mirada divertida de Enzo.

- Para ser el primero no estuvo tan mal- susurra.

Lo amo tanto. Quisiera gritar acá en medio de la multitud que hoy camina por el centro que amo a este chico y que no tengo dudas que las historias de amor escritas por Dios son las mejores del mundo.

Enzo y yo juntos, por siempre.

FIN.

Gracias por leer y comentar esta historia.

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Muchas gracias por darle una oportunidad a esta escritora novata!! Dios te bendiga. Silvia.