La mañana del último día amaneció completamente soleada, pero a pesar de eso, el pasto estaba escarchado y el frío era intenso, seguramente durante la noche había llegado a bajo cero la temperatura.
Los inviernos en las sierras de Córdoba suelen ser fríos e intensos.
Todos nos levantamos cerca de las diez. La noche anterior nos habíamos acostado tarde para disfrutar hasta el último momento la noche final del campa. Así que Vicky y Damián nos dejaron dormir un rato más.
Me vestí rápidamente y corrí para ser una de las primeras en usar los baños. No quería perderme de el tiempo a solas con Dios, sabía que era mejor comenzar el día escuchando su consejo y orando.
Mientras leía mi Biblia en el comedor, el resto de los chicos y chicas fueron llegando.
Un ambiente de tristeza y melancolía se respiraba en el aire.
Creo que nadie quería que el campamento terminara.
Los siete días habían pasado tan rápidos y las cosas vividas habían sido tan intensas que disfrutamos al máximo de cada actividad, mensaje y tiempo de juegos.
Mientras todos se acomodaban para desayunar noté que Renata y Ulises se sentaron en lugares diferentes.
Me extrañó su actitud.
Los últimos días andaban juntos de un lado al otro, siempre se sentaban pegados y sus risas y charlas eran lo más común de ver. Me gustaba verlos juntos. Sabía que la presencia de Ulises hacía bien a Renata.
Me acerqué hasta Uli para preguntarle.
De los dos, era él que tenía peor cara.
— Hola Ulises. ¿Todo bien?... ¿Pasó algo con Renata? —pregunté mientras me sentaba a su lado.
— Hola Giuly... eh... no sé qué decirte...
— ¿Por...?
— Anoche me dijo que esta amistad que teníamos... no podía seguir después del campa.
— ¿Qué? ¿Por qué no?
— Eso mismo le pregunté... y dijo que no quería lastimarme... que se daba cuenta que mis sentimientos estaban creciendo y yendo en la dirección equivocada...
— ¿Pero pueden ser amigos? —agregué.
— Lo mismo le dije...
— ¿Y que respondió?
— Dice que no podemos ser amigos. Me pidió que me alejara... dijo que somos diferentes, que dos personas tan distintas no pueden estar juntas—agregó con tristeza— no sé si hice o dije algo malo, que la lastimara u ofendiera, solo he tratado de ayudarla, hacerla sentir bien, recordarle lo hermosa y buena persona que es, y que no necesita hacerse daño...
— La querés mucho ¿Verdad?
— Claro que la quiero. Pero no la he presionado a nada más, no es mi intensión que sea mi novia, no por ahora...
— Puedo hablar con ella. Averiguar qué es lo que realmente pasa, quizás hay algo que no te quiere decir— sugerí.
— Gracias Giuly, no creo que cambie en nada su forma de pensar... pero por lo menos sabremos que la hizo alejarse.
Terminamos de desayunar y Damián dio las indicaciones para que todos desarmáramos nuestras camas y tuviéramos los bolsos listos y piezas ordenadas.
A las diez sería la última reunión y después del almuerzo llegarían los colectivos a buscarnos.
La pieza era todo un alboroto. Todas tiraban frazadas y cosas al piso para poder desarmar las camas y ordenar todo.
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MISIÓN Campamento
MaceraNovela Cristiana. COMPLETA Giuly es una adolescente imaginativa y soñadora. Frente al desafío de un campamento con un grupo de chicos que la rechaza y excluye, tomará la postura de ser un "Agente Secreto" trabajando para Dios. Buscará las maneras...