Capítulo 5: " Elegancia y Delicadeza"

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Antonio

Me faltaba solo un sobreviviente para ganar, pero apenas sentí ese aroma de flan y dulce de leche, tal vez no sea mala idea perseguirlo y asustarlo un poco, además, cuanto apuesto a que debe estar temblando del miedo, débil y preocupado, veamos a ver por cuanto tiempo puedo jugar, en cada máquina le retrocedía el procedimiento, como no alcanzaron a decodificar nada de nada, me aseguro de que no salga de aquí, y así me pasaba detrás de sus pasos, borrando su procedimiento, hasta que ya no pude más y empecé a atacarlo, cuando se metió bajo tierra lo perdí, este mapa es muy confuso, pero bueno, volvamos al inicio, máquina por máquina, detrás de él y ahora, si, cuando lo tenía rodeado en una de las casas de Eversleeping Town, pero me golpeó con su pala y se escapó por la ventana, esta bien, debo mantener la calma, no es lo que yo esperaba y al parecer es más fuerte de lo que yo creía, pero aún tengo oportunidad, esta vez lo espié un poco de más cerca, para no estar vestido con ropa elegante, su elegancia destaca de él, además su postura es más de mujer que de hombre, eso no me lo esperaba tampoco, y al verlo decodificar casi no se escucha cuando presiona las teclas, posee delicadeza, y mucha, cuando no aguanté más ahora si.

Lo dejé en el piso después de corretearlo bajo tierra, al ver que ya no tenía su pala, se quedó rendido en el suelo, pero cuando lo iba a cargar, empezó a forcejear, le tomé las muñecas con mi cabello y logré retenerlo sin usar mucha fuerza.

Antonio: Tranquilo, no te voy a hacer daño- solté mi aroma para ver como reaccionaba y en poco tiempo se calmó- ¿lo vez?, yo soy tu alfa- nos quedamos hablando de muchas cosas, su voz es muy suave, a veces el silencio no basta para escucharlo bien, pero una vez que está mas confiado, habla un poco más duro, me pregunto si canta, con una voz así, me imagino que sonaría como la voz de una chica, pero eso lo sabré en otra ocasión.

Andrew: No olfateé tu aroma antes, por eso me alejaba mucho de ti- me toca tener cuidado con eso, porque si me sorprendió que actuara de esa manera, por un momento pensé que no era correspondido- y lamento golpearte con mi pala- acarició mi cabeza y apenas sentí que me dolía, tensé todo el cuerpo- déjame ver.

Antonio: No es necesa-

Andrew: Que me dejes ver- no puedo discutir con él, se paró y empezó a buscar- casi te entierro la pala, de verdad te dejé un caminito rojo.

Antonio: Si vas a curarme eso por favor sé suave- vi que trae su botiquín, eso puede explicar porque se curan tan rápido, y apenas sentí ese paño húmedo tocar mi cabeza, el ardor y un poco de dolor hizo que me quejara arto.

Andrew: Ya deja de quejarte, además la herida está desapareciendo- no sé si creerle, pero apenas dejé de sentir ardor, me toqué la cabeza y no hay nada- de nada.

Antonio: Gracias, ¿y cómo sabes que no hay que quejarse?- si es tan fuerte quiero ver eso.

Andrew: Los años de costumbre- me mostró que en la rodilla tiene una cicatriz, y no es como las demás, es profunda, la toqué y se siente raro, es más suave, al igual que su piel- escapando de un cazador, no recuerdo cual, me caí en resto de escombros y un tubo de metal, se me enterró ahí, Emily tardó tres días sacándolo y duré un mes en la enfermería por la terapia y todo eso.

Andrew Kreiss

No sé porque le conté eso, no es una experiencia que me guste contar, por ese tiempo pensé que no iba a volver a los partidos, tuvieron que insertarme torillos para que la rodilla no se me fuera para atrás, aunque actualmente me siento super bien.

Antonio: Pues la terapia te sirvió, te mueves bastante bien para tener la rodilla así- siguió acariciando y yo lo dejé,  me gusta que él me toqué, así que no me preocupa- déjame besarte- me sonrojé cuando dijo eso, pero bueno, en algún momento iba a pasar.

Me acerqué a él y al principio fue un toque y un beso suave, pero a medida que pasábamos algo más íntimo, me acomodé encima de su pelvis y lo abracé por el cuello, él tomó mi cintura y metió su lengua en mi boca, cuando sentí que nada más podría pasar, sentí como empezó a mover su pelvis y sentí su miembro duro debajo del pantalón, tomó mi cintura y empezó a moverme conforme se movía, al final ayudé un poco con eso, se siente extrañamente bien, me hace sentir cómodo y...¿especial?, no sé como describir eso, pero solo sé que se siente bien.

Antonio: ¿Te gusta?- suspiré y seguí moviéndome- ya vamos avanzando, creo que podemos seguir un poco más- porque no, además creo que mis amigos no se van a preocupar mucho por mi.

Hasta el próximo capítulo....

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