Saga White. Rescátame

Capítulo 7.

Buenas a tod@s!! Mil perdones por tardar tanto, he tardado demasiado pero he estado hasta arriba en el trabajo y cuando llegaba a casa, mi cabeza no daba para mucho más. Además este capítulo se me ha atravesado demasiado, no sé porqué...de verdad, perdonadme.

También quiero avisar desde aquí, que aunque tarde mucho en subir NO voy a dejar inacabada esta historia, eso tenedlo por seguro. Tardaré más o menos, pero tendrá un final y como ya os he repetido varias veces, no quiero que sea un final escrito a la ligera y sólo por subir rápido. Así, que podeís quedaros tranquil@s que tendrá su final.

Y sin más, os dejo con el capítulo número 7.

Besitos!

Becky Towers

Solté su mano de la mía, con algo de dificultad ya que seguía apretándola contra mi muslo.

Llevé ambas manos hasta su cuello y lo atraje más hacia mí, profundizando ese beso que tanto necesitaba.

Su cuerpo cayó sobre el mío, haciendo que mi espalda chocase contra la encimera de la isla de la cocina.

Colocó sus manos sobre la piedra, quedando mi cuerpo aprisionado entre él y el mueble.

Abrí mis piernas, haciendo que Nick se colocara entre ellas, consiguiendo que nuestros cuerpos estuvieran lo más cerca posible. Necesitaba sentirlo cerca, mucho más cerca.

Nuestras lenguas comenzaron a tener su propia lucha dentro de mi boca, saboreándonos uno al otro como si hiciera una eternidad que no lo hiciéramos.

Mientras una de sus manos agarraba mi nuca, la otra comenzaba a acariciar mi cintura a través de la camiseta, hasta que decidió deslizarla hacia el interior. Ya dentro, la cálida piel de las yemas de sus dedos comenzaron a recorrer la sensible piel de mi cuerpo, haciendo que temblara con ese insignificante roce.

Fue subiendo desde mi cintura hasta llegar a mi pecho, atrapándolo con su mano. Un jadeo escapó de mi boca, él se sonrió al saber lo que estaba provocando en mí.

Decidió que mi boca había tenido suficiente, de momento, pasando a dejar un reguero de besos a lo largo de mi mandíbula.

Alcé la barbilla e incliné la cabeza hacia mi derecha, así facilitarle el camino hacia mi cuello. Captó el mensaje, ya que en menos de un segundo sus labios se encontraban sobre él.

Mis manos bajaron hasta su pecho. Mis temblorosos dedos emprendieron la difícil tarea de desabrochar los diminutos botones de su blanca camisa. Tarea difícil, ya que cada uno de sus besos hacía que mi cuerpo estuviera más nervioso y mi respiración se acelerara cada vez más, por lo que no daba pie con bola. 

Cuando sus labios se encontraban cerca de mi hombro izquierdo, intentó bajar la manga de la camiseta, pero ni aun así quedó mi hombro al descubierto por lo que Nick gruñó, molesto. Yo me sonreí ante su frustración. 

Pero encontró una rápida solución. Llevó ambas manos hasta el bajo de la camiseta, deshaciéndose de ella.

-          Esto sobra-añadió mientras sacaba la prenda por mi cabeza, obligándome antes a levantar los brazos.

En un santiamén me quedé completamente desnuda de cintura para arriba.

Nick se separó un poco de mí, para poder observar mi cuerpo. Bufó al verme mis desnudos pechos. Bajé mi cabeza avergonzada y me sonreí.

-          ¿De nuevo riéndose de mí?-me encogí de hombros, mientras lo miraba a través de mis pestañas superiores.

Se volvió a acercar hasta mí, apoyando de nuevo las manos en la encimera de la barra de la cocina.