Saga White. Rescátame

Capítulo 16

Buenas, aquí os traigo una nueva parte. Se ha hecho de rogar pero cuando la leáis, espero que entendáis el por qué.

No me enrollo más y os dejo con el capítulo 16.

Becky Towers

Me giré por completo hacia él, quedando frente a frente.

- Ya me tienes aquí-abrí mis brazos ofreciéndome-¿Dónde está la niña?-le exigí.

Una torcida sonrisa apareció en su rostro. Comenzó a acercarse hacia mí, a paso demasiado lento. Parecía un depredador acechando a su presa, esa presa era yo.

Intenté aparentar tranquilidad, no exteriorizar mi nerviosismo por tenerlo frente a mí. Podía esperar cualquier cosa de él y de todas las que se me pasaban por la cabeza, ninguna era buena.

Había quedado petrificada en el centro de la entrada de la vivienda, con mis manos caídas hacia delante sujetando el bolso.

Mi mirada seguía la de Rubén. Sus claros ojos no los apartaba en ningún momento de mí, incluso intentaba no parpadear para no perder el contacto visual conmigo, como si no quisiera perder ninguno de mis movimientos por si intentaba escapar de aquel lugar. No sé cómo iba a hacer algo así, si me tenía encerrada.

Me rodeó lentamente hasta que volvió al punto de partida, justo frente a mí.

- Rubén, ¿dónde está la niña?-volví a exigirle alzando un poco la voz.

Entornó los ojos, agachó un poco la cabeza y me miró a través de las pestañas. Su mirada se volvió oscura. Noté como los músculos de su mandíbula se tensaban, al igual que sus manos que las apretó cerrándolas en un puño.

- Ruth, Ruth...-repitió mi nombre con zalamería y negando con la cabeza.

Volvió a rodearme hasta que se colocó a mi espalda. Lo miré por encima del hombro esperando su siguiente movimiento.

Sus manos rozaron mi cuello y mi cuerpo pegó un respingó.

- No te asustes cariño, no voy a hacerte nada...-se acercó a mi oído-por ahora-susurró.

Tomó el borde del cuello de mi rebeca y tiró de ella hacia detrás, instándome a quitármela. Lo mejor sería que me resistiera lo menos posible, por lo que me deshice de la prenda ayudada por él.

Una vez me la hubo quitado, la colocó sobre el banco que había en la entrada y regresó a la misma posición.

Colocó sus manos sobre mis desnudos brazos y comenzó a acariciar mi piel, de arriba abajo. Un simple roce de sus dedos hacia que mi vello se erizara por completo y que mi nerviosismo aumentara.

- Ruth, tranquilízate-volvió a susurrar en mi oído con su voz melosa y jugando con uno de mis mechones-No va a pasar nada que no haya pasado ya.

¿Qué no haya pasado ya? ¿Cuáles serían sus planes?

Me invitó a que pasara al interior de la vivienda. Conforme iba avanzando, intentaba hacerme con una idea de toda la casa.

- Como puedes ver es una gran vivienda, deberías hacerte con ella...

- ¿Cómo? ¿A qué te refieres con hacerme con ella?-pregunté asustada.

Se desplazó hacia la derecha y abrió una puerta.

- Aquí hay un aseo, nada del otro mundo ya sabes, un lavabo y un wáter-ni siquiera me asomé para ver la estancia-Me encanta tu entusiasmo-cerró la puerta y continuó el tour.