Capítulo 11.

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Ya tenemos aquí un nuevo capítulo. Este creo que es bonito, romántico...aunque ya me diréis vosotr@s qué opináis, así que no me enrollo mucho más y os dejo con él.


Becky Towers


Había pasado una semana desde que Charlie y yo nos vimos en aquella cafetería.

A día de hoy, ya debería de encontrarse de vuelta en Madrid, regresando a su vida anterior a que yo apareciera y Rubén lo contratara para vigilarme y hacerme la vida imposible.

En estos siete días no se me había borrado de mi cabeza su aspecto, tan demacrado. ¿Cómo una persona podía perder tanto en tan poco tiempo? Además, esa mirada en la que sólo veía miedo. ¿Podría tener miedo porque le pasara algo? Después de que me dijera que Rubén lo había amenazado con dañar a su familia si dejaba de pasarle información sobre mí, podría esperar cualquier cosa de él. ¿Estaría Charlie amenazado por Rubén?

Pero Rubén estaba aún en la cárcel. Tras lo sucedido en el hotel, lo detuvieron y según tenía entendido seguí encarcelado.

Por ello, en estos días yo había recuperado mi tranquilidad. Salía a la calle, incluso sola, para hacer algunas tareas como hacer la compra, pasear...no podía estar todo el día encerrada en casa mientras Nick trabajaba.

Me había prometido regresar a España en cuanto se cerrara la compra del último hotel en la Gran Manzana, pero...aunque no se lo había dicho directamente, prefería quedarme en Estados Unidos. Empezar una nueva vida lejos de todo y todos.

Finalmente, había decidido continuar con el embarazo. El apoyo de Nick peo ayudo a tomar la decisión, tan sólo rezaba porque Rubén no se entrometiera demasiado, tan sólo lo estrictamente legal.

-          ¡Vaya mierda!

Fue lo primero que escuché en cuanto la puerta del apartamento se abrió, apareciendo un Nick cabreado.

Desde la cocina, que era donde me encontraba preparando el almuerzo, observé como dejaba su maletín junto a la entrada y cerraba la puerta dándole con el talón del pie derecho.  

Comenzó a desabrocharse el nudo de la corbata con una sola mano, era tan sexy ese gesto, mientras que con la otra continuaba sujetando el teléfono móvil.

Mientras él se acercaba hasta mí, intenté ignorarlo continuando con mi tarea de cortar las verduras.

Sentí la calidez de sus labios besándome en la parte trasera del cuello. Instintivamente, encogí mis hombros y reí al sentirlo. Su mano libre dio un pequeño apretón a mi cintura. Me volví y le saludé con un hola en silencio, tan sólo moviendo los labios, no sabía con quién estaba hablando así que preferí no molestar. Me guiñó el ojo como respuesta y tras esto se alejó de mí.

-          El dinero, siempre el dinero...-se fue diciendo, despareciendo por el pasillo en dirección a la habitación principal.

¿Qué estaría pasando? ¿Tendría problemas con el trabajo? Tal vez algún negocio fallido en el que le estuvieran pidiendo más dinero... tendrían sentido sus últimas palabras.

O...y si estaba afectando al hotel lo ocurrido con Rubén...no tiene que ser buena publicidad que el director se pelee con alguien en la recepción. Puede que tuviera que pagar una alta suma de dinero para que lo ocurrido no trascendiera más de lo que había trascendido ya. Con esto de las redes sociales, en pocos segundos había fotografías de lo ocurrido en Twitter, hechas por los propios clientes.

Intenté dejar de pensar en lo que podría estar sucediendo, más tarde le preguntaría. Volví a concentrarme en la comida. Eché las verduras en la sartén, comenzando a rehogarse.

Saga White. RescátameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora